De la noche a la mañana, Atlético pasó del estado de gracia a quedar contra las cuerdas. Desde hace algunos meses, el “decano” fue cayendo en un pozo del que le está costando salir. “Estamos últimos en la tabla, peor que esto no podemos estar”, dijo con bronca Nicolás Castro tras el empate del sábado contra Vélez, dejando a entrever que a partir de ahora sólo puede subir.
La salida de Sergio Gómez y de Favio Orsi hace algunas semanas, no funcionó para descomprimir la situación tensa que se vive en 25 de Mayo y Chile. Es más, todo parece estar más complicado que hace algunos días.
“En el fútbol mandan los resultados”, sostiene una frase que en muchos casos es la esperanza para superar un mal momento. El problema empieza a agravarse cuando, a raíz de los malos resultados, cada situación que se presenta conlleva un problema que se suma al deportivo. Por caso la situación de Joaquín Pereyra, aún sin definirse, deberá ser manejada con mucha cautela por Facundo Sava; mientras que el tema de los premios no arreglados será otra situación que el nuevo entrenador deberá tomar con pinzas.
En donde también Sava podría influir de manera positiva es en el malestar generalizado que existe -empezó a ser más notorio tras el 0-0 con Vélez- entre los hinchas y la comisión directiva. Pero claro, un buen resultado en la noche del miércoles probablemente tape todo, o casi todo.
Donde ya no podrá influir demasiado el nuevo entrenador es en las diferencias que existen dentro de la comisión directiva, ni en las acusaciones de los socios “decanos” que apuntan contra el ex dirigente Miguel Abbondándolo, quién según el propio Pereyra y algunos representantes, continúa trabajando para Atlético desde “las sombras”, pese a que el propio Mario Leito había anunciado que no seguiría ligado al club, tras su renuncia a mediados del 2023.
En el aspecto deportivo, Sava también tiene muchos conflictos por resolver. Lo primordial pasará por el arco rival. Con pocos entrenamientos y con la lluvia de por medio, el foco en las pocas horas de prácticas estuvo puesto allí.
“Colo”, un conocedor del puesto, mantuvo mini-reuniones con todos los delanteros del equipo, que no atraviesan un buen momento desde lo estadístico.
En los ensayos del domingo, lunes y martes (todos realizados bajo la lluvia), el DT no contó con el tiempo suficiente para poder plantear y practicar un cambio de esquema, por lo que sería lógico que el DT no realice demasiadas variantes en relación al duelo con Vélez.
Ayer en el trabajo táctico tampoco paró dos equipos bien diferenciados, por lo que el “11” titular recién será confirmado esta tarde durante la charla técnica.
Otro de los temas de Estado dentro del mundo “decano” tiene que ver con Pereyra y sus dos ausencias (ante Central Córdoba y Vélez) tras su salida fallida al fútbol de Estados Unidos. En éste punto hay varias cosas por aclarar: la decisión de que el “10” no concentre en ningún momento fue de la comisión directiva. El sábado 24 de febrero el jugador recibió un mensaje de Abbondándolo (habría estado a cargo de la negociación) en el que le pidió que no concentrara porque el traspaso era un hecho.
Así, el jugador le notificó a Diego Barrado la decisión y luego charló con Cristian Lucchetti quien le habría manifestado que la forma de pago no convencía a los dirigentes y le recomendó viajar.
En la tarde del domingo, con el plantel instalado en Santiago del Estero el jugador pidió viajar, pero el cuerpo técnico le bajó el pulgar. Ante esta situación, Pereyra continuó entrenándose diferenciado y también se perdió el partido contra Vélez. Barrado, cada vez que tocó el tema, insistió en que quería tener a todos los jugadores “enfocados en salir de este mal momento”.
Con Sava la situación podría cambiar y el indulto parece el camino más beneficioso para todos: para el club porque recuperará a un jugador que es su patrimonio, para el futbolista porque puede seguir mostrándose (el mercado de la MLS cierra en abril) y para el DT porque recuperaría un jugador vital justo en el momento en el que intentará desactivar una “bomba” que cayó en sus manos y que parece estar a punto de estallar.