“¿Cuánto me va a salir todo esto?”. Esa fue la pregunta que le hizo José Alperovich al tío de la joven que denunció al ex gobernador por abuso y violencia sexual. El hombre, hermano del padre de la denunciante y abogado de profesión, fue el primero en declarar durante la quinta audiencia del debate que se lleva adelante en la sede del Tribunal Oral en lo Criminal N°29 en Capital Federal.
El testigo (su nombre no se informa para no identificar a la denunciante), fue funcionario de Alperovich en dos sectores de la administración pública, y actualmente sigue trabajando en el Gobierno. Incluso fue colaborador directo de él hasta 2015, según admitió. “Por todo esto ella me pidió reunirse conmigo para consultarme qué le parecía que comenzara a trabajar con José, y lo primero que le dije, por experiencia propia, era que el ritmo de trabajo era tremendo, sin horarios, ni fines de semana, ni vacaciones”, alertó. La joven, efectivamente comenzó a trabajar con el ex gobernador en la campaña en la que enfrentaría a Juan Manzur y a Osvaldo Jaldo con la lista que él lideraba y en la que llevaba a Beatriz Mirkin como candidata a vicegobernadora, elección que terminaron perdiendo. Según explicó el tío de la denunciante, antes de que se realizara la elección de 2019 recibió un llamado de la joven, quien le pidió reunirse y él aceptó, por lo que se encontraron en un bar ubicado sobre avenida Aconquija. “Fue allí donde me dijo que José había abusado de ella. Ella estaba realmente mal. Yo, sinceramente, no entendía lo que estaba pasando. No sabía qué decirle. Me preocupaba su salud ya que no paraba de llorar y yo quería llevarla a un médico, pero no entendía, no entendía realmente lo que me contaba, lo que me decía, todo me parecía una locura”, relató ante el juez Juan María Ramos Padilla. Y fue luego que contó lo que le había sucedido mientras se encontraba de viaje en Oslo. Según él, allí, cuando se dirigía a tomar un subte, recibió una llamada de Alperovich. “Recuerdo dos frases. Me dijo ‘decile a Flor que se deje de llenar la cabeza con David Mizrahi’ y me preguntó ‘¿cuánto me va a salir todo esto?’. Yo tenía poca señal. No lo escuchaba bien. Pero lo que hice después fue mandarle un mensaje a mi sobrina y pedirle que no hiciera nada hasta que yo volviera de viaje”. Y repitió la expresión “yo no podía entender lo que estaba sucediendo. No sabía de qué me estaban hablando”. Mizrahi es un ex concejal y ex colaborador de Alperovich a quien tanto el ex gobernador como sus familiares acusan de haber sido quien, en connivencia con el actual diputado Carlos Cisneros, armaron una causa para perjudicarlo políticamente y convencieron a la joven para que lo denunciara por abusos.
Según el testigo de ayer, días más tarde, con él de regreso a Tucumán, su sobrina le pidió una nueva reunión, concretada en un bar sobre avenida Perón, donde ella le dio copia de las denuncias que iba a presentar para que la asesorara. “Me dijo algo así como ‘necesito sacarme el monstruo que llevo adentro’. Yo me sentí muy mal por lo que estaba pasando. Tanto que tuve que pararme y llegué a vomitar en un cantero. No entendía lo que me decía. Ella era mi sobrina y no entendía cómo se había llegado a esto”, recordó.
Luego de la denuncia el testigo dijo que volvió a tener contacto con Alperovich en 2021. “Fui a verlo a su casa. Estábamos solos. Ahí él me aseguró que nunca le había hecho nada a ella. Él era muy amigo de mi hermano y me preguntó cómo se podía parar todo esto. Y yo le dije que hablaba con ella. Pero no sé si lo hizo”, dijo. “Ella estaba muy mal. Yo sentía que ella podía llegar a tomar una decisión extrema en contra de su propia vida”, advirtió.
El testigo también hizo referencia a que “era pública y notoria la enemistad entre Cisneros y José”. Y a pesar de que reconoció que él no formaba parte del círculo íntimo de Alperovich, afirmó que él sentía que la gente le tenía mucho cariño a su primo y que siempre había tenido altos porcentajes de adhesión cada vez que se presentaba en una campaña política. “Cuando ella me contó lo que le había pasado a mí me preocupaba más el estado de salud que tenía en ese momento que lo que me estaba diciendo”, finalizó ante una consulta de fiscal Sandro Abraldes, a quien le sorprendía que no pudiera dar más detalles de lo que ella le había contado en sus encuentros.
Alperovich, que otra vez asistió a la jornada vía zoom, está imputado por tres hechos de abuso sexual -dos de ellos en tentativa- y seis episodios de violencia sexual agravada por haber sido con acceso carnal en perjuicio de su sobrina. Según la denuncia, los delitos ocurrieron entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018 en Tucumán, y en un departamento de Alperovich en el barrio porteño de Puerto Madero, mientras ejercía la senaduría. La Corte zanjó la cuestión de competencia y decidió que el debate se realizara en CABA.
Peritos: coincidencias sobre el estado físico y psicológico de la denunciante
Luego del testimonio del tío de la víctima declararon cuatro profesionales mujeres que asistieron a la denunciante. Dos de ellas son psicólogas, la tercera médica ginecóloga y la restante, fonoaudióloga. En los cuatro casos hubo coincidencias en cuanto a que ella relató que había sido víctima de abusos por parte del ex gobernador José Alperovich. También hicieron hincapié en el deterioro físico que había sufrido la joven y en especial en que se hallaba en una posición de vulnerabilidad, sobre todo teniendo en cuenta quién era su jefe. Sin embargo insistieron en que ella estaba decidida a hacer la denuncia. Las profesionales en psicología además dejaron en claro que “no hay una cura” para situaciones como las que relató la joven y que se debe ir trabajando permanentemente en cada una de las etapas que le vaya tocando vivir. La próxima audiencia, en la que también declararán peritos, será el 14 de marzo.