Nadarán durante varias horas por una buena causa

El sábado 23 de marzo, desde las 8:30, el dique El Cadillal será sede de un evento deportivo solidario; 34 nadadores recorrerán varios kilómetros (algunos 12, otros seis) para beneficio del Servicio de Oncología Infantil del Hospital de Niños. Cada uno representará, simbólicamente, a uno de los niños que requiere de estos cuidados; entre ellos, estará el paratriatleta Facundo Palacio, uno de los impulsores de la idea.

“Hace un tiempo quería hacer algún tipo de proyecto benéfico. Como soy deportista, se me ocurrió hacerlo a través del deporte, y elegí, de lo que estoy haciendo ahora, el deporte que más me gusta, que es la natación”, explicó Palacio, en diálogo con LA GACETA.

Palacio señaló que llevó adelante la organización junto a uno de sus compañeros de equipo, Martín Merlini, que es uno de los líderes del Proyecto S.O.i, perteneciente a la Fundación Padre Martín Martín Martín. Ese es, justamente, el proyeto que tiene el objetivo de remodelar el servicio oncológico. “Definimos los 12km de aguas abiertas, porque pensamos en hacer algo desafiante para que tenga más impacto, y esa distancia es demasiada, son cuatro, cuatro horas y media adentro del agua”, indicó.

¿Cómo ayuda el evento a los niños con cáncer? Palacio lo explicó. “Hemos definido dos sistemas de apoyo: uno destinado a las empresas, que se pueden sumar como sponsors, con distintos tipos de sponsoreo: puede ser plata, oro y black”, detalló; cada una de esas opciones tiene, claro, un costo distinto, y también distintos beneficios.

El otro tipo de sponsoreo está destinado a la comunidad en general, con la venta de metros simbólicos. “Está la posibilidad de que todo el mundo pueda ser parte de esto; 100m salen $5000, y ahí la gente puede hacer el aporte que le parezca bien, o el que quieran”, apuntaló. Para donar, se puede hacerlo a la cuenta bancaria de la fundación, cuyo alias es PADREMARTINALCUBO

Una historia de lucha

El propio Palacio tiene una historia de vida que puede, de alguna manera, identificarse con los niños con cáncer. No por tener, o haber tenido, esta enfermedad, sino porque sabe, desde que nació, lo que es luchar contra la adversidad: sufre de mielomelingocele, una patología congénita que implica un cierre incompleto de la médula. Hay distintos grados; y en el caso de Facundo, es de los más severos, por lo cual está obligado a moverse en silla de ruedas.

Esto nunca fue un impedimento para que se involucrara, ya desde muy chico, en el mundo del deporte. “Desde chiquitito estoy en el ambiente, acompañando a mis viejos en sus actividades. Ellos me metieron en este hermoso mundo, y me fueron animando a que yo lo haga también”.

Y justamente, la natación fue el primer deporte que practicó. “Hacía de muy chiquito debido a mi enfermedad; tengo una parálisis del miembro inferior, y para estimular un poco lo que es el sistema nervioso de todos los nervios que estén comprometidos, me metieron en una pileta para que vaya desarrollando un poco de la musculatura”, manifestó.

Y a los 10 años, comenzó con lo que sería el primer deporte que llegaría a practicar en el alto rendimiento: el tenis. “Ahí arrancó mi carrera deportiva, hasta que en el 2013, tuve la oportunidad de irme a probar a Buenos Aires, en la Asociación Argentina de Tenis Adaptado, y ahí me ofrecieron empezar en el circuito profesional”, recuerda Palacio.

Su paso por el deporte de la pelotita amarilla fue muy fructífero: en cuatro años de carrera, obtuvo cuatro títulos de la Federación Internacional de Tenis, una medalla de plata en dobles en los Juegos Parapanamericanos juveniles de 2013, representó al país en Mundiales, tanto juniors como de mayores, y llegó a ser número 4 del mundo a nivel junior, y 51° en mayores.

En 2017, decidió dejar el tenis; y estuvo un par de años alejado del deporte de alto rendimiento. Sin embargo, en 2019, encontró una nueva pasión en el paratriatlón. “Surgió de la nada, sin pensarlo. Como quería volver a hacer algo con el deporte, empecé a hacer natación. En enero de ese año, cuando estaba nadando, me puse a charlar, en un descanso, con una triatleta que también estaba nadando, y me comentó que en carreras 'Ironman' (triatlones de distancias mucho mayores) había visto personas con discapacidad. Yo no conocía nada de triatlón”, recuerda Palacio.

Como por obra del destino, al salir de ese entrenamiento, a Palacio le llegó una publicidad de una carera de triatlón, perteneciente al campeonato tucumano de la disciplina, en modalidad sprint: 375m de aguas abiertas, 10km de ciclismo y dos kilómetros y medio de atletismo. “Empecé a mandarles a todos mis contactos, preguntándoles si me inscribía o no, me dijeron que me anote; la carrera era 10, 12 días después. Me inscribí, la hice, me copó, quedé fascinado por el deporte, y desde ese momento decidí enfocarme y prepararme bien, así que busqué un entrenador, que hasta el día de hoy sigue siendo el mismo”, concluyó sobre el relato de cómo llegó al deporte que actualmente practica. “Es muy atrapante, porque se hace todos los días un deporte distinto, es muy dinámico”, dijo, con respecto al triatlón.

Y no lo practica sólo por hobby; Palacio compite al más alto nivel. De hecho, el año pasado, compitió en su primera Copa del Mundo, representando a Argentina, en Long Beach, donde logró el cuarto puesto, y en los próximos días, competirá en una competencia continental en Miami. ¿El objetivo? Clasificar a los Juegos Paralímpicos de París 2024.

“Vengo bien con el proceso. Lamentablemente el año pasado no pude hacer todas las carreras que me hubiese gustado; por falta de apoyo, sólo pude competir en una. Por eso, este año la idea es tratar de competir lo máximo posible; para la clasificación, me computan las tres mejores carreras”, desarrolló, sobre el camino hacia el evento más importante del mundo del deporte. “Mi idea es, después de Estados Unidos, hacer en junio la última gira europea. Estamos en la lucha; todavía falta, pero si puedo competir en esas carreras, creo que sí hay alguna posibilidad (de clasificar a los Juegos), así que estoy a la espera de conseguir el apoyo”, finalizó Palacio, esperanzado.