Si efectivamente se cumple el anuncio del gobernador, Osvaldo Jaldo, Tucumán volverá a modificar de raíz su sistema electoral luego de 20 años y de cinco elecciones disputadas bajo el régimen de acoples.
La última vez que en la provincia se cambió el método de votación fue en 2004, cuando se derogó la cuestionada Ley de Lemas. Esa norma regía desde 1991 y con el tiempo derivó en escándalos a partir de la proliferación de candidatos. De hecho, en los comicios de 2003, últimos que se realizaron con lemas, la vigencia de la ley había dado lugar a que se postularan cerca de 45.000 postulantes en casi 3.000 lemas. “Era una mancha para la democracia entrar al cuarto oscuro”, dijo en septiembre de 2004 el entonces gobernador, José Alperovich.
Dos años después, cuando se reformó la Constitución provincial, se incorporó allí la base del nuevo régimen electoral de Tucumán: el acople. “Los partidos políticos, frentes o alianzas electorales podrán celebrar acuerdos para apoyar a un único candidato a Gobernador Vicegobernador y/o Intendente de un partido político, frente político o alianza distinta, pudiendo unir la boleta diferentes categorías de candidatos con la categoría de Gobernador y Vicegobernador y/o de Intendente de otra lista distinta, sumándose la totalidad de los votos obtenidos por las listas en cada categoría. La unión en una boleta de listas distintas necesita del previo acuerdo por escrito de los respectivos partidos políticos, frentes o alianzas electorales”, reza el inciso 12 del artículo 43.
Tras su debut en 2007, lo que generó el acople es que en lugar de listas, con el tiempo se multiplicara la creación de partidos para poder “acoplar”. Así, se llegó a 2023 con una elección en la que hubo más de 18.000 candidatos y más de un centenar de boletas en los cuartos oscuros municipales.
En todo este tiempo, sólo hubo una pequeña modificación: en los primeros días de julio de 2018, el Poder Legislativo modificó en parte el régimen electoral: se autorizó la eliminación de 600 partidos políticos municipales y comunales, como un paliativo al vendaval de boletas.
Antes, tras los comicios de 2015 en los que hubo denuncias de fraude, el Gobierno provincial presentó el libro “Tucumán dialoga”, que reunía las propuestas de distintos sectores de la sociedad y la Legislatura autorizó la creación de la comisión especial de Reforma Política y Electoral de la provincia para ocuparse de modificar la ley de Partidos Políticos N° 5.454. Pero nada se hizo con ese digesto.
Este viernes, casi con los mismos argumentos que se habían utilizado 20 años atrás, el gobernador Jaldo dijo que en 2027 se votará con otro sistema. “Queremos sacar la mejor Ley Electoral que refleje el resultado de la voluntad popular en las elecciones del año 2027”, dijo en su discurso ante la Legislatura. Luego, se explayó: “debemos buscar un sistema que refleje fielmente la voluntad popular de quienes votan”.
El vicegobernador y presidente de la Cámara, Miguel Acevedo, fue más allá y dijo que, si es necesario, se retocará la Carta Magna. “Desde la Legislatura, el compromiso está asumido”, garantizó. “Si es necesario modificar la Constitución, lo vamos a hacer. En relación al régimen electoral vamos a consensuar con todos los espacios políticos, con organizaciones intermedias y universidades de la mejor forma que podamos lograr”, dijo.
Esto, en alusión a que se conformará previamente una comisión interpoderes con partidos políticos, universidades y colegios profesionales. “Todos los bloques deben estar convencidos que debemos llegar al 2027 con otro sistema electoral”, se comprometió Jaldo.