Vertical y directo: ¿cómo juega Quilmes, el próximo rival de San Martín de Tucumán?

Enfrentar a Quilmes siempre fue un dolor de cabeza para San Martín. Una afirmación que se comprueba a través de los números: de 27 partidos jugados, solamente pudo vencerlo en tres ocasiones, acumulando 10 derrotas y 14 empates; estadísticas que abruman y mucho más en un contexto en el que el retorno a la victoria se vuelve una verdadera necesidad. Incluso, el “cervecero” fue uno de los pocos rivales que pudo hacerse fuerte en La Ciudadela, consiguiendo cuatro victorias frente a una sola del “santo”.

Para culminar con el contexto adverso, la última victoria de San Martín fue en 2019 (cuando lo venció por 4-1 en condición de visitante). A partir de allí, sufrió dos derrotas (una fue la eliminación de la Copa Argentina 2022) y dos empates.

Pese a empezar con tres puntos menos (resultado de la sanción al club por el partido frente a Gimnasia de Mendoza en el que agredieron a Brian Olivera con un fuego artificial), los dirigidos por Darío Franco comenzaron a paso firme en el campeonato. Todavía no conocen la derrota y acumulan siete puntos, ubicándose en el tercer puesto de la tabla de la zona “A”. No obstante, al igual que la mayoría de los equipos, todavía siguen en proceso de consolidación de la idea de juego.

El 4-2-3-1 es el dibujo táctico predilecto del entrenador. Así, intenta exprimir al máximo la pegada de sus volantes con ataques rápidos y directos que por momentos hacen que el dibujo varía a un 4-3-3. Así, a diferencia de lo planteado por San Miguel y Ferro, San Martín se enfrentará a un rival que no está acostumbrado a replegarse defensivamente y buscará ser protagonista en La Ciudadela.

Debido a la idea vertical de juego, Tomás González se vuelve un referente ineludible de la ofensiva. Movedizo e intratable, el extremo se ubicó en la banda izquierda en el duelo con Chacarita generando grandes conexiones con el lateral Leandro Allende, siendo este sector el más utilizado para las oportunidades del “cervecero”; aunque, a pedido del entrenador, puede cambiar su sector en el campo y aparecer recostado sobre la banda derecha. Además de su velocidad y gran gambeta, el ex Nueva Chicago cuenta con una gran pegada; recurso que fue fundamental para marcar el gol frente al “funebrero” que significó la victoria por 1-0.

Otro de los recursos de los recursos utilizados es la media distancia: dos de los cinco goles que marcó en todo el campeonato provinieron por esta vía. “Es un rival de mucho nivel que no ha cambiado mucho la forma de juego. Tiene un entrenador que le gusta atacar, ir hacia adelante y que mostró ser flexible. El partido que vino con Almirante Brown utilizó un esquema antagónico”, describió Flores en la conferencia de prensa post entrenamiento del jueves.

Otro punto a destacar es la solvencia bajo los tres palos de Ezequiel Glellel. El arquero acumula tres vallas invictas en cuatro partidos, habiendo recibido un solo gol en todo el campeonato. Asimismo, se presenta como una fija en el arco, ganándole la pulseada por completo a Maximiliano Gagliardo, quien fue el arquero titular en el ascenso de Independiente Rivadavia que ascendió a la Liga Profesional.

Pero, no todas son grandes noticias para el “cervecero”. La expulsión de Axel Batista supone un reto a superar por Franco, que deberá buscar de inmediato un reemplazante para el extremo derecho. Además de su visión de juego y creatividad, el entrenador perdió a una de las piezas claves de su esquema (fue titular en los cuatro partidos que se disputaron).

Vale mencionar que en el primer partido, quien lo reemplazó en el segundo tiempo fue González, aunque ahora podría apostar por Lucas Abascia por la banda izquierda.

Debido al juego directo, el medio campo sigue siendo un punto débil. Ni Marcos Enrique (quien salió por lesión), ni Juan Postigo siguen incómodos a la hora de la contención por lo que todavía no pudieron convertirse en los ejes del equipo. Así, todos los rivales intentaron centralizar el juego para lastimar a la zaga central compuesta por Matías Ferreira y Federico Tevez. En este sentido, se debe mencionar que Quilmes es un rival que a todos los rivales les brindó ocasiones claras, que podrían haber abierto el marcador. Sin embargo, Glellel terminó siendo determinante para impedir las ocasiones del rival.

Tampoco se puede pasar por alto las pocas intervenciones de Fabián Bordagaray. Si bien marcó un gol (fue de penal frente a Temperley en la primera fecha), lo cierto es que el delantero no cuenta con demasiadas chances de cara al arco rival. Incluso, a la hora de presionar, se ve que el equipo todavía no tiene bastante aceitada esta faceta de juego debido a que el “9” muchas veces termina haciendo esta tarea de manera individual.

Si bien Damián Adín y Allende dan su cuota de esfuerzo en la ofensiva, todavía siguen teniendo su deuda a la hora del retroceso. Este aspecto deberá ser tenido en cuenta por Flores para intentar sacar la diferencia

Frente a este panorama, persisten varias dudas: ¿Franco apostará a la presión alta como los últimos rivales del “santo”? ¿Flores planteará un nuevo esquema para mejorar la generación de juego y contrarrestar el verticalismo de Quilmes? ¿Habrá una nueva sorpresa en esta convocatoria? Con todo esto, el “santo” está obligado a torcer la historia como local y buscar una victoria que reconforte el ánimo de un equipo que ya arrastra dos golpes.