Pasadas las 12:30 del mediodía, bajo un sol agobiante y una humedad matadora, dos adolescentes uruguayos festejaron, en Lawn Tennis, su primer título en el tenis profesional. Joaquín y Federico Aguilar Cardozo, gemelos de 18 años, se consagraron en el M25, tras vencer 6-4 6-3 en la final a los argentinos Franco Ribero y Luciano Ambrogi.
La semana fue particular para los hermanos, al menos en el cuadro de dobles: tras vencer en primera ronda al argentino Tomás Lipovsek Puches y al rumano Matei Onofrei, por 6-3 7-5, ganaron dos partidos por no presentación del rival, y llegaron directamente a la final. “Semana rara, con poco ritmo, pero por suerte pudimos ganar los partidos que jugamos”, le contó Federico a LA GACETA. “Muy contento de haberlo hecho con él”, agrega, señalando a su hermano.
Ambos tuvieron, para contrarrestar ese poco ritmo en dobles, varios partidos en singles. Los dos ganaron los tres partidos de la qualy para acceder al cuadro principal; allí, Federico quedó eliminado en primera ronda, mientras que Joaquín llegó hasta cuartos de final, donde cayó ante quien fue también el verdugo de su hermano: el canadiense Liam Draxl, máximo favorito al título.
“Ayudó bastante, porque le agarramos rápido el ritmo al calor, las bolas”, reconoció Federico, sobre ese rodaje previo. Por su parte, Joaquín aseguró que fue una “muy buena semana” para ambos. En su caso, además, es repetir buenas actuaciones en Tucumán: el año pasado, obtuvo su primer punto ATP en el M15 de Lawn Tennis. “Este año lo pude defender. Ayer se me escapó por poco el partido, pero fue una muy buena semana, y estamos muy contento”, indicó. Sobre qué los lleva a sentirse cómodos en la provincia, sorprendieron con su respuesta: “el clima, porque nos adaptamos bastante rápido”, dijo Federico.
Pese a ser uruguayos, Joaquín y Federico viven en Argentina desde que tienen 10 años. De hecho, compitieron en varios torneos regionales y nacionales. “Desde Sub-10 jugamos acá (en el país); después seguimos ese camino de jugar regionales, nacionales, hasta los 14 años, que comenzamos a jugar Pro Tour (circuito profesional masculino), y después Futures (de la Federación Internacional de Tenis)”, relató Fede, que cuenta con un arito en una de sus orejas, algo que funciona como un distintivo con respecto a su hermano. “Yo me lo hice y a él no le dio, pero ahora es una gran diferencia que tenemos”, sostuvo, entre risas.
¿Es más fácil jugar en dobles con tu hermano? “Depende el día. Tiene sus pro y sus contra, pero tenemos una muy buena relación, así que se nos hace más fácil”, señaló Joaquín. Y, claro, también es más fácil retarse cuando hay que hacerlo. “Él lo hace más que yo, pero nos retamos bastante”, agregó “Joaco”.
Ambos tuvieron ya, además, la experiencia de formar parte de una convocatoria del equipo de Copa Davis, algo que compartieron en la última serie que disputó el equipo, ante Moldavia. Joaquín, incluso, fue el encargado de cerrar el enfrentamiento ante Moldavia, con el duelo empatado 2-2, y lo hizo con un triunfo. “Es una experiencia increíble, una sensación muy única”, aseguró “Joaco”. Por supuesto, el sueño de jugar dobles juntos, representando a la “celeste”, está: “tenemos el capitán que juega muy bien dobles, pero quien dice que en algún momento nos pueda tocar”; se esperanzó Federico.
Ambos ya con ranking ATP en singles (Joaquín 1030° y Federico 1306°), se ilusionan con un gran futuro en el circuito, pero van paso a paso. “Mi objetivo personal es mejorar día a día, sentirme mejor como jugador, mentalmente, y progresar, que lo estoy haciendo muy bien. Después creo que los resultados, si hacemos las cosas bien, se van a dar. En dobles lo mismo, seguir jugando con él, y que se den los resultados”, señaló Federico. Joaquín adhirió, y agregó: “no pienso tanto en el ranking; siempre estoy pensando, sí, en ser mejor jugador día a día”. Por lo pronto, ambos se van de Tucumán con un trofeo, y con grandes expectativas por lo que viene.