La intendenta Rossana Chahla pronunció su primer discurso en el Concejo Deliberante de la capital, marcando un hito histórico como la primera mujer en ocupar este cargo desde la fundación de la ciudad.
"Transitar más de treinta años de mi vida en la gestión pública me lleva a un sentimiento muy profundo en mi corazón de poder demostrarles a todos los ciudadanos que podemos conseguir juntos un San Miguel de Tucumán mucho mejor", comenzó diciendo la intendenta.
Chahla dividió su discurso en tres partes, abordando el pasado, el presente y el futuro de la capital tucumana. Comenzó recordando el “estado de abandono y desidia” en el que encontraron la ciudad al asumir su mandato. Desde la falta de “mantenimiento en espacios públicos” hasta la “corrupción institucional en la gestión de los recursos”, la intendenta pintó un panorama desolador frente a los desafíos que enfrenta su administración.
"Al asumir, nos encontramos con una ciudad que no le gustaba a nadie. Una ciudad completamente abandonada, desordenada y sucia. Esto es producto de la falta de cercanía con el ciudadano y el descuido de la vía pública eran evidentes", manifestó.
"Nos dejaron la ciudad a oscuras con 12.300 luminarias apagadas, lo que equivalía a aproximadamente 20.000 vecinos viviendo en la oscuridad", dijo.
La intendenta destacó la urgencia de actuar frente a la crisis, convocando a universidades públicas para realizar una auditoría exhaustiva que revelara la verdadera situación financiera y patrimonial del municipio. Agradeció especialmente a la Universidad de Buenos Aires (UBA) por su colaboración en este proceso, subrayando su compromiso con la transparencia y la excelencia profesional.
Chahla expresó: "Desde el primer día, decidí convocar a universidades públicas para realizar una auditoría externa exhaustiva con el objetivo de obtener un testimonio técnico e imparcial que determinara fehacientemente la situación financiera, patrimonial y de recursos humanos con la que estábamos recibiendo la administración."
Según explicó la jefa comunal, los “resultados de estas auditorías fueron impactantes”. La deuda municipal ascendía a más de $5 mil millones, mientras que el estado del parque automotor y las instalaciones públicas era lamentable. La falta de mantenimiento en museos, centros de salud y espacios comunitarios reflejaba una profunda desidia por parte de las administraciones anteriores.
"Recibimos una deuda cercana a los $5 mil millones, más de una planilla salarial", dijo la intendententa. "El manejo discrecional del Consorcio Metropolitano era, sin dudas, un monumento a la corrupción."
Chahla también abordó la problemática de los recursos humanos del municipio, destacando la falta de transparencia en las contrataciones y la presencia de empleados "ñoquis" que percibían salarios sin realizar ninguna tarea. Esta situación de desigualdad y falta de responsabilidad laboral “era inaceptable y requería medidas urgentes”.
"Nos encontramos con una planta de empleados de 6.506 personas, donde más de la mitad de las incorporaciones carecían de antecedentes laborales previos", reclamó.
La intendenta declaró: "Los recién incorporados, muchos de los cuales eran invisibles en los registros y carecían de legajos, percibían sueldos cercanos a los 300.000 pesos mensuales. Esto muestra la extrema irresponsabilidad del manejo de los recursos humanos."