Fue tan rápida la designación de Humberto Salazar al frente del Ente Cultural que las conjeturas y operaciones surgidas en torno al cargo -al que había renunciado horas antes Martín Ruiz Torres- fenecieron cuando apenas estaban naciendo. Por la mañana se conoció la decisión del Poder Ejecutivo y a la tarde Susana Montaldo puso en funciones al nuevo presidente. Lo hizo sobre el escenario de la sala Caviglia y ante un auditorio tan populoso como entusiasta. Salazar juró “por la patria y el honor”.
El protagonismo de Montaldo -quien excusó al gobernador Osvaldo Jaldo por no haber asistido- fue más allá de lo simbólico. Sobre la mesa que ocupó la tarima lució desplegada una bandera con el nombre del Ministerio de Educación, organismo al que reporta el Ente Cultural desde que se modificó el organigrama del PE. Y fue Montaldo quien cerró el acto con su discurso, en el que le pidió a Salazar un “liderazgo inspirador”. Ambos tienen pautada una reunión para hoy, en la que seguramente aparecerán urgentes temas de gestión, sobre todo presupuestarios.
Ese es uno de los desafíos que afrontará el flamante presidente del Ente. “No es sencilla la tarea”, subrayó Salazar apenas tomó el micrófono. A su primera alocución como titular de Cultura no le faltó emoción; es más, debió interrumpirla en el epílogo cuando se quedó sin palabras al agradecer el apoyo de su familia.
Salazar quedó cobijado por un público numeroso y pródigo en aplausos. El equipo de directores del Ente estuvo en las primeras filas -a excepción de Liliana Massara, ausente con aviso por un viaje-, al igual que miembros del Consejo Provincial de Cultura, Raúl Armisen (titular del Teatro Mercedes Sosa), Iván Alarcón (director del Centro Cultural Virla), Natalia Zanotta y Nancy Pedro (del equipo de Cultura de la Municipalidad capitalina), entre otros integrantes de la comunidad artística. También Mauricio Guzman, a quien Salazar agradeció por haberlo llevado a trabajar en el Ente. No asistió el presidente saliente, Ruiz Torres, quien recibió aplausos cuando en diferentes momentos lo mencionaron Salazar y Montaldo. Y completó el cuadro el ministro de Salud, Luis Medina Ruiz, en una muestra de respaldo a nivel gabinete provincial.
Fue una jornada particular, ya que el Ente lamentó ayer el falleciminto de Julio Juárez, empleado del área de informática. Salazar se acordó de él durante un discurso centrado en la complejidad de los tiempos que corren. Hizo un repaso de su trayectoria en la administración pública y, en especial, de su devenir en el Ente: empezó en Patrimonio, luego estuvo al frente del teatro San Martín y hace pocas semanas Ruiz Torres lo había elegido para conducir la Dirección de Industrias Creativas e Interior (cargo al que tendrá que encontrarle un reemplazante).
“Mantener teatros, museos y festivales en estos tiempos es un acto de resistencia cultural, un desafío que debemos afrontar”, especificó. Puertas adentro del Ente predominaron las expresiones de alivio por el hecho de que alguien de la casa haya tomado el timón.
Sobre el escenario, Salazar vivió su momento feliz entre abrazos y fotos. Lo hizo con los dedos en V, porque a su condición de arquitecto, docente y músico, el nuevo presidente del Ente le adosa una faceta que de la que carecían Guzman y Ruiz Torres: su militancia en el peronismo.