En un giro inesperado en la causa, la justicia jujeña ordenó liberar hoy, a pedido de la fiscalía, a los dos hombres que llevan 50 días presos acusados de haber posteado en redes sociales mensajes sobre una supuesta infidelidad de Tulia Snopek, la mujer del exgobernador Gerardo Morales. La defensa de Nahuel Morandini, uno de los detenidos, confirmó la información.
Sigue vigente, no obstante, la orden de captura que pesa sobre la tercera imputada: Lucía González, una arquitecta de 42 años que habría reproducido el rumor en un grupo privado de WhatsApp. La orden de detención contra ella la dictó el 26 de enero pasado el juez Pablo Pullen Llermanos, el mismo que mantuvo presos a Nahuel Morandini y Roque Villegas. Hoy las liberaciones las dispuso el juez Salvador Ortiz.
La orden de hacer cesar “de inmediato” las prisiones preventivas fue dispuesta en una audiencia esta mañana, pasadas las 10, a pedido del fiscal del caso, Walter Rondón. Esa audiencia no estaba prevista la semana pasada. Fue convocada ayer, domingo, porque la solicitó el fiscal. “Me llegó la notificación a las 23 de ayer”, dijo Marcos Aldazabal, abogado de Morandini al diario La Nación.
¿Cómo argumentó el fiscal su cambio de opinión? Según manifestó, ya no hay “riesgo procesal” que justifique mantenerlos presos. “Atento al estado de la causa y encontrándose debidamente notificado el requerimiento de citación a juicio, esta parte considera que es procedente solicitar el cese de detención de los encartados toda vez que ya no hay más medidas para hacer, no hay pruebas, y el riesgo procesal evidentemente deviene en abstracto”, dijo el fiscal a la audiencia, a cuyo registro fílmico tuvo acceso LA NACION. En rigor, los hechos que el fiscal cita como los motivos para su cambio de opinión no son novedades de las últimas horas. El requerimiento de elevación al que alude Rondón es de hace nueve días y el contenido de los teléfonos, la prueba central en la que basó sus acusaciones, está en el expediente desde hace semanas.
La causa, que seguirá adelante, se inició por una denuncia de Tulia Snopek el 4 de enero pasado. Un día más tarde, fueron detenidos Morandini y Villegas. Los tres están acusados de delitos que, sumados como pidió el fiscal, los podrían dejar en prisión hasta ocho años: lesiones psicológicas (a Snopek) y afectación a la identidad de una menor (la hija de Snopek y Morales, de dos años).
En la audiencia de esta mañana, el fiscal pidió las liberaciones, pero solicitó que se mantuvieran “las restricciones y normas de conducta” que pesaban sobre los acusados; es decir, que se les prohibiera -explicó el fiscal- “hacer tuiteos, posteos o comunicaciones con relación a la víctima”. Los defensores se opusieron: dijeron que era un derecho constitucional poder referirse al caso. También las querellas reclamaron que se les prohibiera a los imputados hacer manifestaciones sobre el expediente y sus víctimas. El representante del Consejo Provincial de la Mujer, que depende de la provincia de Jujuy (cuyo gobernador, Carlos Sadir, responde a Gerardo Morales), cuestionó además la difusión que el avance de la causa tuvo durante los últimos días en los medios de comunicación.
Según la fiscalía, los dos acusados son responsables de esa viralización, la planearon y fueron conscientes del mal que generarían, lo mismo que Lucía González, la arquitecta a la que buscan para arrestarla. Ella habría reproducido el “chisme” de la infidelidad en un grupo privado de WhatsApp.