Crónicas del Viejo Tucumán: iconografía de los héroes del NOA
Por José María Posse
Abogado, escritor, historiador.
Sin duda alguna, los hombres más importantes en las luchas por la independencia en el NOA fueron el general don Martín Miguel de Güemes en Salta, el coronel don Manuel Eduardo Arias en Jujuy y el coronel mayor don Bernabé Aráoz en Tucumán. Lamentablemente ninguno de los tres fue retratado en vida, razón por la cual, la iconografía existente de ellos ha sido idealizada en tiempos muy posteriores a sus respectivos fallecimientos.
Muertes prematuras
Curiosamente, los tres murieron, aún jóvenes, en forma violenta; Güemes a consecuencia de una emboscada pergeñada por sus enemigos realistas en 1821; Arias en un cobarde ataque por parte de personeros del gobernador salteño doctor José Ignacio Gorriti, en 1823, y don Bernabé Aráoz, en razón de su ideario político, fue fusilado en Trancas en 1824. La tragedia final de su vida truncó proyectos que quizás hubieran acelerado el proceso de normalización institucional del país.
Don Martín Miguel
En el caso de Güemes, en el año 1902 el artista Eduardo Schiaffino realizó una espléndida carbonilla del salteño, retrato de medio cuerpo, utilizando como modelos tres nietos del caudillo, de los cuales, según la tradición, basó su dibujo en la frente de uno, la nariz y boca del siguiente y la barbilla y orejas del otro. El original de la obra se conserva en el Museo de Bellas Artes de Salta. De allí toda la iconografía posterior, incluido el extraordinario monumento tan conocido del héroe salteño, a cuya memoria se rinde pleitesía en su provincia, es la “imagen oficial” de don Martín Miguel. A partir de la referida obra se realizaron innumerables piezas artísticas que lo convirtieron en uno de los personajes más ilustrados de nuestra historia.
El coronel Arias
La iconografía del jujeño Manuel Eduardo Arias es claramente una idealización realizada en su momento con fines ilustrativos en publicaciones que relataban sus extraordinarias proezas al frente de sus gauchos. Fue sin duda la primera lanza de Güemes en el Norte y su figura ha sido puesta en valor recientemente con motivo de los bicentenarios de los combates que protagonizó, especialmente el de Humahuaca. Este último puede considerarse como “batalla” en razón de una serie de observaciones de los especialistas en historia militar, como consecuencia de sus resultados estratégicos. Por esas cosas del destino y por discrepancias con Güemes referidas a la autonomía jujeña fue desterrado a Tucumán, donde Bernabé Aráoz lo puso al mando de parte del Ejército de la República Federal de Tucumán. Tuvo una descollante actuación durante las tres invasiones de los ejércitos coligados de Salta y Santiago del Estero a Tucumán en 1821. En la actualidad, varios monumentos construidos para el bicentenario de su fallecimiento lo recuerdan en Jujuy.
Don Bernabé
En el caso del coronel mayor, don Bernabé Aráoz, es tradición que el artista Honorio Mossi creó la imagen del héroe tucumano sobre el parecido de doña Gertrudis Aráoz de Liberani, nieta del dibujado, de quien se decía en su época que era el vivo retrato de su abuelo.
Como señaló el doctor Carlos Páez de la Torre (h), el cuadro no tiene relación al vívido retrato que de él hizo el general José María Paz en sus “Memorias”. Sin duda alguna, ciertos rasgos del cuadro de Mossi, cuanto menos, suavizan la descripción de un hombre que fue su contemporáneo y lo trató muchas veces. El gran historiador tucumano nos decía: “es una lástima que no exista un retrato auténtico del coronel Bernabé Aráoz (1782-1824), guerrero de la Independencia, primer gobernador de nuestra provincia autónoma y presidente de la efímera y tumultuosa República de Tucumán de 1820. Retrato auténtico decimos, ya que el único registro de su rostro es una efigie al pastel, obra de Honorio Mossi, en la Casa de la Independencia, a la cual no puede atribuirse fidelidad. Fue realizada un siglo después de la muerte del prócer y sin fundamento documental alguno, que sepamos. Es un rostro tan perfecto que evoca las caritas del Billiken y nada más”.
Descripción de Paz
La apreciación de Páez de la Torre se ve respaldada por la descripción de un contemporáneo. Me refiero al general José María Paz, quien trató y conoció personalmente al tucumano, y nos dejó en sus “Memorias” un perfil revelador del coronel Aráoz: “Jamás se inmutaba, ni he sabido que nunca se le viese irritado; su exterior era frío e impasible, su semblante poco atractivo, sus maneras y hasta el tono de su voz lo harían más propio para llevar la cogulla que el uniforme de soldado… no se le conocía más pasión que la de mandar, y si merece que se le dé la clasificación de caudillo, era un caudillo suave y poco inclinado a la crueldad”, escribió Paz.
Poco atractivo
Esto del “semblante poco atractivo” y las maneras apropiadas para la cogulla (el hábito sacerdotal), demuestran la inexactitud del citado pastel de Mossi, que pintó a un gallardo militar. El cuadro, que hoy se conserva en el Museo Casa Histórica de la Independencia Argentina fue tomado como modelo para las pocas obras de entidad que se realizaron con posterioridad, durante el siglo XX. Destaco entre ellas la de Enzo Lampasona, que idealiza al prócer con un poncho federal, y que hoy se resguarda en el museo particular del conocido periodista Esteban Lito Ledesma. También en el Paseo de los Próceres de la Independencia, en avenida Soldati, un monumento dedicado a don Bernabé, de cuerpo entero, está basado en ese cuadro.
Reconstrucción actual
Por los motivos mencionados, algunos investigadores y reivindicadores de la figura de Aráoz, como héroe provincial y ahora nacional (ley que aún espera su momento en la Cámara de Diputados de la Nación) han considerado oportuno, en el bicentenario de su fusilamiento en Trancas, remozar su imagen con técnicas modernas.
Artistas e ilustradores como César Carrizo han aportado positivamente con su obra ilustrando, por ejemplo, el encuentro de Belgrano y Aráoz en La Encrucijada y también su fusilamiento.
Si bien no deja de ser una “idealización” del prócer, la aparición en Lima, Perú, de un cuadro de don Francisco Aráoz (hermano de don Bernabé) y las fotografías de miembros varones de su descendencia directa, tal el caso del doctor José Ignacio Aráoz, entre otros que mantienen rasgos característicos familiares, como la frente amplia y despejada, forma de las orejas y barbilla, dio lugar a que el artista plástico Jacob Antonio Paz, junto a su compañera Luciana María Celeste Rojas Correa, dieran rienda suelta a su creatividad de escultores. Con destreza y paciencia de cartujano, plasmaron una imagen de Aráoz que podría asemejarse más al rostro real que describe el general Paz. Por supuesto, queda a criterio del observador dar mayor o menor verosimilitud al busto, pero en lo personal lo considero una obra artística de entidad y que aporta significativamente a la magra iconografía existente sobre el tucumano.
Aráoz según la IA
Sobre el referido busto, el cuadro del hermano y las fotografías de sus descendientes, ha actuado la Inteligencia Artificial, creando una imagen que guarda absoluta similitud a la “iconografía conocida” de Aráoz, pero lo asemeja a la descripción de Paz, quien describe al tucumano con rasgos fuertes y recios. El autor del trabajo, en el que se utilizaron tres elementos, el arquitecto Ramiro Torres, nos explica: “En el uso de la inteligencia artificial, se va decidiendo cuales características deben marcarse sobre otras. En este caso tomé la forma de la escultura y los rasgos del cuadro y de las fotos de los descendientes varones. El problema con el cuadro de Mossi es que al pintarlo con cejas muy finas y sin vello facial, sus características no le dan el carácter acentuadamente varonil, que por las descripciones de contemporáneos tuvo en vida”.
Incluso la ciencia forense utiliza la Inteligencia Artificial para reconstruir la fisonomía humana desde diferentes enfoques, desde restos óseos, retratos hablados, dibujos de época, etcétera, reemplazando el antiguo identikit. De esta manera nos acercamos a una representación más fidedigna sobre bases científicas modernas.
De ninguna manera pretendemos modificar la “imagen oficial” de Aráoz, recreada por Mossi, pero la fecha bicentenaria amerita el trabajo de los artistas y profesionales mencionados, quienes con técnicas actuales, aportan de manera significativa para acercarnos un Bernabé Aráoz más humano, alejado de esa figura ideal de prócer romántico, tan en boga a comienzos del siglo XX.
Como uno de los reivindicadores de la figura de Aráoz, agradezco y valoro el notable aporte de quienes, desinteresadamente, ayudan a construir nuestra identidad tucumana.
Proyectos legislativos
También, el Archivo Histórico de la provincia se encuentra organizando las bases para un proyecto tendiente a enriquecer la iconografía de Aráoz, con un llamamiento a concurso público de dibujos, pinturas, esculturas y murales del hasta ahora ignorado héroe.
Existe también un firme compromiso de legisladores de todos los signos políticos y del vicegobernador, Miguel Acevedo, de impulsar la enseñanza, como parte de la currícula escolar, de nuestra historia, identidad y cultura, dando relevancia a la figura del monterizo. Con esta finalidad se trabajaría en las aulas a partir de este año, bicentenario de su muerte. Para ello, resulta fundamental acercar a los alumnos de todos los niveles, material de estudio adecuado, por ejemplo la producción de historietas educativas históricas, apoyadas en documentación. Bernabé Aráoz, es el eje central de un proyecto turístico con desarrollo autosustentable, que tiene el apoyo tanto del Poder Ejecutivo, como del Poder Legislativo de la provincia, que atravesaría Tucumán desde Monteros, lugar de su nacimiento, hasta Trancas Viejo donde fue fusilado y descansan sus restos. Se prevé también que el 10 de septiembre (día declarado por ley como el del héroe provincial Bernabé Aráoz), se declare como día no laborable, para el estudio y homenaje al tucumano. Este año debe marcar un punto de inflexión en la construcción de la historia e identidad tucumana alrededor de la figura de nuestro primer gobernador y mártir del federalismo.