Cartas de lectores: pobreza desvalida

Cartas de lectores: pobreza desvalida

24 Febrero 2024

Apostamos que la miopía e indolencia de una corporación política reinante durante décadas se sirva de la IA ampliada para tropezar crudamente con una realidad varia veces ignorada y negada: la pobreza y su consecuencia, el hambre. Un lapidario y contundente informe del directorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), un observatorio que bucea en una realidad social incontrastable, da cuenta de un exponencial crecimiento de la pobreza y por ende un incremento simultáneo de penurias e indigencia. Esta vulnerabilidad de una larga e interminable caravana de desprotegidos que pueblan el país, donde la vida ha labrado livideces prematuras, tiene su origen cuando gran parte de una clase política vetusta, lábil y mezquina conocida y vuelta a renacer durante consecutivos períodos, conformaron con su accionar una fachada de abandono y desidia, declamando durante continuos ciclos un retoricismo vacuo. Y con estos guarismos, revelador terrible y aterrador de una endémica pobreza, la niñez es su principal víctima. En una fábula narrada por el escritor ruso Tolstoi, un conjunto de animales reunidos en un bosque en torno a un sabio anciano que gozaba de una gracia divina con las bestias, debían exponer cada uno su visión sobre el origen del mal. Del grupo participaba un cuervo, un palomo, un ciervo y una serpiente. Entre las distintas exposiciones por cada uno de los animales se sindicaba al hambre, al amor, la ira y el miedo, el causante del mal. El que más hincapié hacia sobre su postura respecto al hambre como el causante principal de los males era el cuervo. A continuación el longevo ermitaño afirmaba que el origen del mal, no es el hambre, el amor, la ira, y el miedo la fuente de nuestros males sino nuestra propia naturaleza. Ella es la que engendra las distintas esencias humanas. Sin embargo, ni el autor de la parábola ni el grupo de los animales, salvo el carnívoro pájaro, imaginaban en sus exposiciones, que siglos después el hambre imperante en nuestro país, producto de una inveterada decadencia y quebranto, sería el causante de todos los males..

Alfonso Giacobbe 

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