La ciencia logra recrear el sabor de cervezas milenarias

La ciencia logra recrear el sabor de cervezas milenarias

Las primeras variedades fueron la egipcia y la guaraní. Ahora trabajan en una de China.

ASESOR: Mariano Bonomo es investigador del Conicet. ASESOR: Mariano Bonomo es investigador del Conicet.
24 Febrero 2024

La primera cerveza de la que se tiene evidencia fue producida en China hace más de 7.000 años, según lo que surge del estudio de jarras de cerámica que fueron halladas cerca del río Amarillo, y que eran utilizadas por las poblaciones de entonces para elaborar y fermentar la bebida.

Fabricada por distintos pueblos de la antigua Mesopotamia, la cerveza llegó a Egipto de la mano de los sumerios, y allí fue usada como ofrenda mortuoria, medio de pago o alimento -su consistencia era más sólida de la que se conoce actualmente- tanto por las clases más altas de la sociedad, es decir faraones, funcionarios del gobierno o nobles, como por campesinos, artesanos o esclavos.

La larga y rica historia de esta bebida generó el interés de la empresa de cerveza artesanal Baum, de Mar del Plata, que se lanzó a la aventura de recrear los viejos sabores de la cerveza en una tirada denominada “Espíritu milenario”.

Para hacerlas lo más fielmente emparentadas con las versiones que consumían las sociedades antiguas, requirieron los servicios de un grupo de investigación del Conicet especializado en arqueología.

De esa sinergia, plasmada en un convenio de asistencia técnica, surgieron las dos primeras versiones, una cerveza egipcia y otra guaraní, y ya se encuentra en proceso la tercera variedad: una cerveza de arroz que emula a aquella que se consumía hace más de siete milenios en China.

Investigador del Conicet en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata, Mariano Bonomo fue el encargado de aportar la evidencia documental y arqueológica sobre la historia de la cerveza. Lo hizo a partir de registros históricos sobre los egipcios, la interacción con especialistas en la temática de la universidad y las colecciones que están en el museo. A todo eso se sumaron los datos de sus propias investigaciones relacionadas con la cuenca del Plata, donde habitaron los guaraníes.

“La propuesta me resultó muy interesante, porque es una manera de llevar el conocimiento científico a otros espacios y a un público que quizás no es el que va siempre a los museos o se interesa por la arqueología”, comentó el experto en un comunicado que publica el Conicet en su página web.

“La primera inquietud de la empresa era hacer la cerveza egipcia. Les propuse apuntar también a algo más sudamericano, por lo interesante que era por ejemplo el caso de las poblaciones guaraníes, cuyos primeros registros se remontan hasta hace más de 2.000 años y que tuvieron una gran expansión demográfica a través de los ríos de la cuenca del Plata y la costa atlántica de Brasil a lo largo de 1.500 años, incluso tiempo después de la invasión española”, destacó.

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