El desafío “Congelados” en Gran Hermano sigue causando emociones dentro y fuera de la casa. Esta vez “Manzana”, Federico Farías, y Rosina Beltrán, recibieron a sus seres queridos. Luciana Macías es la novia del tucumano y fue quien ingresó a verlo, entre muchos besos y pidiéndole que no se moviera, aprovechó cada minuto con el cantante.
Luciana participó del programa “A la Barbarroja”, donde los panelistas le preguntaron sobre la reacción de Federico. Ella confesó lo que sintió cuando ingresó a la casa. “Lo venía planeando de otra manera… Pero antes de entrar me dijeron que no podía decir prácticamente nada, no podía dirigirme a otros compañeros… Él estaba nervioso”, explicó molesta.
A pesar de las críticas sobre su reencuentro, Luciana admitió que se contuvo para no llorar mientras estaban juntos. “A él le ganó la felicidad, aunque estaba nervioso”, dijo entre risas. “Después de dos meses siento que me volvió el amor”
Gran Hermano: “Manzana”, inmóvil ante los besos de su novia
Cuando “Manzana” vio entrar a su novia, sus ojos se agrandaron y una sonrisa se esbozó en su cara. A su llegada, lo primero que hizo su novia fue darle un beso y le advirtió que “se quede quieto”. Luego recorrió toda la casa e incluso se resbaló en el mismo piso en que los demás jugadores ya tienen por habitual caerse: “ya entiendo por qué todos se resbalan ahí”, dijo la joven.
Por último, los minutos que quedaron, Luciana se dedicó a llenar de besos a su novio y decirle al oído lo que sentía. “Quédate quieto. Estoy bien. Te amo mucho.” “Es una experiencia única. Yo estoy bien. Te extraño todos los días”, le aseguró su novia mientras este permanecía inmóvil. Antes de irse le dio un consejo. “Disfruta el momento”, le indicó Luciana que luego cerró con un beso de despedida.