Antes de que se iniciara el debate, Sergio “Chupete” Acevedo, uno de los fundadores de La Inimitable, la barra brava de Atlético, se ponía los anteojos y analizaba detenidamente el papel que tenía en las manos. La audiencia en la que debería haberse tratado su conducta, terminó en un show de denuncias. El penado denunció por sobornos al personal de Servicio Penitenciario, malos tratos por parte de los guardiacárceles y que sus compañeros de encierro se cosieron la boca y los brazos como señal de protesta porque no pueden acceder a las salidas transitorias. Las autoridades desmintieron esas denuncias.
En marzo de 2003, dos personas a bordo de una motocicleta dispararon contra el local bailable Makarena, ubicado en Belgrano al 2.300. Un proyectil impactó en el cuello de Pablo Palavecino, que murió al poco tiempo. La víctima era medio hermano de María Jesús Rivero. Por el hecho fueron acusados Acevedo y Julio Castillo. Recién en 2018, “Chupete” y su cómplice fueron enjuiciados por el crimen. El ex barra brava recibió una pena de 17 años.
En noviembre pasado, sus defensores Patricio Char y Agustina Recalde, se presentaron ante la Justicia para que su asistido comenzara a gozar de salidas transitorias porque consideraban que había pasado varios años detenido sin ser enjuiciado. El planteo fue aceptado. La audiencia de ayer había sido programada para que se evaluara su conducta y comenzar a analizar la posibilidad de que se le otorgara la libertad condicional. Sin embargo, el debate no se realizó porque “Chupete” no contaba con asistencia legal.
El problema no impidió que Acevedo comenzara a hablar. “Lo primero que quiero decir es que tengo un problema. El sueldo que percibo por las tareas que hago es de $1.400 al mes y me piden $250.000 para que pueda participar en las audiencias”, señaló Acevedo, mientras la jueza de Ejecución Ana María Íacono le pedía que se calmara.
Mientras se definía asignarle un defensor oficial, “Chupete” realizó la segunda denuncia. “Quiero expresar el maltrato que sufren las visitas. Me traen un pedazo de jamón y lo cortan en trozos. Si quiere puede citar a declarar a mis hermanas, que le dirán lo que sucede cada vez que me traen algo”, indicó mientras mostraba el fiambre que le había cortado el personal de Villa Urquiza.
No pasó ni un minuto y el ex barra brava fue por su tercera denuncia. “Le quiero avisar que aquí hay tres chicos que se cosieron la boca, dos, los brazos y cinco que se subieron al techo porque no están cumpliendo con los permisos de salidas transitorias. Hoy (por ayer) me tocaba a mí, y no sé si me llevarán”, agregó. La magistrada anotó todos los planteos y anunció que solicitará informes.
El director del Servicio Penitenciario Antonio Quinteros desmintió cada una de las denuncias que realizó Acevedo. “En el penal hay una sala para que los detenidos participen de las audiencias y es un servicio gratuito”, indicó. Sobre los supuestos malos tratos, el funcionario dijo: “forma parte de la requisa obligatoria para evitar que ingresen cosas que están prohibidas. Si le traen un recipiente de dulce de leche, se introducirá una cuchara para revisar su interior”.
Quinteros también rechazó que las salidas transitorias se suspendan por falta de combustible. “A veces hay 100 salidas transitorias por día y no podemos darles cobertura a todas. Sí es cierto que se suspenden, pero son reprogramadas. Acevedo accedió a la que le tocaba”, finalizó.