“Hay que entender que George Pal fue un precursor de los efectos visuales y la animación, un mago del entretenimiento”, afirma Ramiro San Honorio, en diálogo con LA GACETA.
El director estrenó el año pasado el documental “George Pal: Un marciano de Hollywood en la Argentina”, y desde entonces no paró de recorrer festivales y de circular por plataformas especializadas. Es que la figura rescatada es clave para entender la industria audiovisual del entretenimiento, por sus aportes creativos únicos y la posibilidad de trazar una curva histórica desde su origen europeo a su consagración en Estados Unidos.
El trabajo de San Honorio se sustenta no sólo en los archivos sino en los testimonios de directores fundamentales de la actualidad, que resaltan la importancia del personaje en cuestión.
- ¿Por qué hay que rescatar a Pal?
- Es una figura de Hollywood relevante, un gran referente en el cine de fantasía, la ciencia ficción y la animación. Volver a encontrarse con la vida esta figura es comprender mejor parte de la historia del séptimo arte; en este caso es especial, porque estamos contando algo inédito, muy poco conocido, que vincula a nuestro país con este director y productor. Para las generaciones actuales y futuras es indispensable acercarse a un faro donde su obra sigue iluminando piezas audiovisuales recientes de la cultura pop, y además ayuda a entender de donde vino ese origen creativo y originalidad.
- Contás que el origen del documental fue un vínculo casual con un descendiente.
- Es así, el destino hizo que se cruce en mi camino Hernán Leovey, hijo del sobrino segundo de George Pal. Hernán, desde el colegio secundario, fue uno de mis mejores amigos, cuánto me reveló que un tío abuelo suyo era un director húngaro que había triunfado en EEUU no le creí nada. Pasaron los años y escribí libros donde mencione esta historia que revelaba familiares de Pal en la Argentina, pero en pandemia se abrió un nuevo capítulo, material de este director en la casa de una de sus sobrinas.
- ¿A qué se debe que no se conozca su vínculo con la Argentina?
- Porque es una figura que tuvo auge en los años 50 y 60 y eso en los tiempos que vivimos es prehistoria lamentablemente. Siento que últimamente se sepulta el pasado inmediato, no importa la historia, la información solo es del ahora y del ya. Y el resto se olvida, hay generaciones que no reconocen figuras o artistas de la década del 90 o de los años 2000, imagínate. Aquí creo que es un tema cultural, de cómo se da conocimiento, prioridad informativa, y este tipo de figuras quedan olvidadas. Aclaro que en EEUU es una eminencia y una figura presente y más en estudiantes o gente de los medios. También influye que se conozca poco de él en la Argentina porque lo que revelamos en el documental es que fue un viaje casi secreto, porque su visita fue un viaje familiar y la prensa de aquel entonces no se dio por enterada.
- ¿El stop-motion o la ciencia ficción se habrían desarrollado distinto sin él?
- Totalmente, incorporo nuevas técnicas en la animación stop-motion, y generó una fuerte impronta en el cine de ciencia ficción. Fue un productor y director que aportó como pocos a la fantasía y la ciencia y lo hizo desde un costado original, porque se basó en recursos científicos y eso le dio relevancia de credibilidad a sus relatos. Tomó la fantasía con criterio científico cuando en esa época nadie lo hacía en el cine norteamericano. Y en el tema animación, hoy su técnica se utiliza y es parte de los fundamentos incluso de las producciones digitales. No existirían tantas producciones de ciencia ficción sin un Pal antes, porque él fue quien dio el primer paso y defendió como ninguno al género. Sus filmes como “Destino la luna”, “La máquina del tiempo”, “Expedición la Atlántida” o la “Guerra de los Mundos” fueron hitos de taquilla, en décadas donde el cine de género era en ocasiones catalogado como Clase B. En resumen “La Máquina del tiempo” es el origen de los filmes de viajes en el tiempo, como “Volver a futuro”; insisto, Pal fue un precursor de este tipo de cine en Hollywood.
- ¿En qué consisten sus aportes fundamentales?
- Fueron muchos, algunos los revelamos en el documental, pero sin temor al spoiler cuento varios: inventó en la animación stop-motion, la secuencia por “captura de caripelas”, que consiste en tener distintas caras y movimientos de muñecos para directamente cambiar gestos y posturas en cada fotograma, sin tener que mover un muñeco con un esqueleto mecánico (se cambiaban las partes). Este invento género que se ahorrara mucho tiempo en las filmaciones de animaciones. También incorporó los paisajes dibujados y el stop-motion de objetos reales en filmes, un recurso que hoy en día sigue realizándose, pero con otra tecnología. También era un genio de la maquetería, y las trucas de cámara. En “Pulgarcito” creó escenarios con perspectivas difusas que engañaban al ojo, para generar el efecto miniatura, esos efectos son usados hoy en “El Señor de los Anillos”, “Harry Potter” o “Ant-Man”. Podríamos decir que era un George Melies de los años 50 y 60, un Steven Spielberg de aquellas décadas, de hecho Steven tiene a Pal como un ídolo, y por eso ha dejado muchos guiños en sus filmes, eso no lo voy a revelar, está en el documental.
- ¿Qué significó contar con testimonios y aportes de grandes directores y productores?
- Un crecimiento exponencial en el contenido del documental. El proyecto se gestó en principio como un cortometraje documental y luego a medida que se sumaban figuras destacadas, la cosa cambio y comencé a escribir un guión para un largometraje. Ayudó mucho desde la narrativa informativa tener a Guillermo del Toro revelando datos de animación, a Phil Tippett explicando recursos de efectos visuales, o a Juan José Campanella y Axel Kuschevatzky analizando los filmes de Pal, nos abrió puertas infinitas a profundizar la investigación de toda la obra de George, además de contar la historia de este artista en el país. Los testimonios además quedaron sorprendidos por la historia desconocida y también por el material encontrado, hay que destacar que el documental revela material inédito de este director, con los cual estamos haciendo historia.
- Fuiste parte del Festival Cortala en Tucumán, ¿cómo evaluás esa experiencia?
- Fue una de las más hermosas experiencias que tuve. Conocí a muchos colegas y artistas increíbles. Los festivales federales son usinas de pura creatividad. Cada región y ciudad debería tener uno, para poder producir, filmar y mostrar sus historias, compartir y recibir historias del mundo también. Apuesto a un circuito de festivales federales, es necesario y está demostrado que es una garantía de cultura, trabajo y educación.