El Congreso Nacional llega al cierre de un período de sesiones extraordinarias este jueves, sin haber podido aprobar ninguno de los catorce proyectos impulsados por el Gobierno.
Uno de los proyectos más destacados y que generó mayor controversia fue la ley ómnibus, la cual proponía una profunda reforma del Estado, incluyendo la delegación de facultades y la privatización de unas treinta empresas públicas. Sin embargo, esta iniciativa fracasó en la Cámara de Diputados, tras perder el oficialismo votaciones cruciales de artículos e incisos considerados fundamentales para su implementación.
A pesar de este revés en la Cámara baja, aún persiste la posibilidad de que el Senado pueda convertir en ley modificaciones a la ley de Lavado, en una sesión programada para el próximo viernes 23. Esto adquiere una relevancia especial debido a que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) tiene programada una evaluación sobre la situación de Argentina, que comenzará el 3 de marzo y concluirá a finales de ese mes. Por lo tanto, la ratificación de esta ley antes de esa fecha se considera crucial para el país.
Además de la posible aprobación de la ley de Lavado, la sesión del Senado también se destinará a la ratificación de las autoridades de la cámara alta.
En la segunda convocatoria de sesiones extraordinarias, se incluyeron proyectos adicionales, como la autorización a la entrada de tropas extranjeras para un ejercicio militar y modificaciones al Código Penal relacionadas con la prevención del lavado de activos y el financiamiento del terrorismo.