14 Febrero 2024
APOSTAR POR LA SORPRESA. Mantener la ilusión y la expectativa en la pareja es una clave para la felicidad.
Que todos los días sean San Valentín parece un ideal inalcanzable, pero puede ser real si no se habla de romanticismo y perfección en la pareja, sino de relaciones sanas y de vínculos fuertes. Especialistas sostienen que para esto es fundamental contar con reciprocidad mutua, consenso y actitudes democráticas dentro de la relación. Además, cada uno requiere un espacio personal privado, para no caer en la dependencia emocional.
En este tema se acentúa la sensibilidad y la empatía para ponerse en el lugar del otro y lograr que el vínculo se conserve y solidifique a través del tiempo. “Para que una pareja funcione debe conocerse uno mismo; respetar y respetarse”, remarcó en diálogo con LA GACETA la médica sexóloga Amelia Del Sueldo Padilla. Ella brindó algunos tips para lograr que el amor perdure.
“Se requiere una buena autoestima, una comunicación que fluya, que sea asertiva”, enumeró. Agregó que son indispensables el ingenio, el humor, la sensualidad, el erotismo y la ternura. “Esa complicidad que se descubre en la mirada, ese proyecto en común, ese acompañarse y potenciarse. Es tiempo y espacio solo de la pareja, donde nadie más tenga entrada”, puntualizó. Destacó además: “poder dedicarse tiempo a uno mismo y a la otra persona es fundamental a la hora de compartir. Es necesario tener presente que una buena comunicación facilita cualquier vínculo y con mayor razón si se trata de uno erótico afectivo sexual”.
“Hay personas para las que la piel lo es todo y no soportan sobrellevar una relación cuando la pasión se apaga; mientras que hay otras que priorizan la conexión emocional, a veces incluso teniendo parejas deserotizadas pero muy afectuosas y compañeras”, analizó Del Sueldo Padilla.
¿Y qué opina de San Valentín? “En esta fecha hay parejas que aprovechan para mimarse y disfrutarse, algo que debiera ser del orden de lo cotidiano, sin necesidad de obsequios costosos, productos de la sociedad de consumo. Nunca es contraproducente prestarle atención, tener intimidad, cuidarse y quererse con la pareja”.
Elegirse todos los días
El deseo de seguir el camino de Dios fue el que unió a Carlos y Edith Reyna hace más de más de tres décadas, cuando se conocieron misionando para jóvenes en la ciudad de Concepción. Hoy son un matrimonio de 31 años con una familia compuesta por cuatro hijas y tres nietos.
“Cuando nos conocimos pertenecíamos a distintas instituciones de la Iglesia. Vi a esta chica muy bonita, a la que no podía dejar de mirar, porque realmente me encantaba cómo era, no tan solo en el exterior sino también porque era una persona creyente”, recuerda Carlos.
“El primer día me costó mucho no decirle lo mucho que me gustaba porque no lo quería arruinar, quería dar el tiempo de que pudiéramos charlar un poco, hasta que compartimos una conversación en la que hablamos de la vida que traía cada uno”, agregó.
“No esperaba salir con ella porque pensé que no iba a sentir lo mismo, pero quería tener la satisfacción de decirle que me gustaba -confesó-. Para sorpresa mía me dijo 'yo también' y desde ahí hemos empezamos un camino de noviazgo que siempre estuvo ligado a la vida”.
Edith mencionó una presencia que ayudó en la conexión: San Francisco. “Hablamos un montón de este santo que nos gustaba mucho a los dos; de su vida, de su desprendimiento, de su entrega, de su trabajo en la Iglesia -destaca-. Eso me atrapó”.
“A lo largo del camino hemos tenido diferencias y desencuentros, somos seres humanos, pero hay algo muy lindo y es que nos podíamos encontrar en Dios. Así pudimos superar todos los obstáculos”, añadió Edith.
UN AMOR BENDECIDO. Carlos y Edith apuestan por un lazo duradero.
Sobre los pilares para mantenerse fuertes a través de los contratiempos la protagonista de esta historia indicó: “hay que poner como fin al otro, que su felicidad sea mi felicidad. Creo que es la clave de todo y se puede superar cualquier situación”. Y reflexionó: “amar es una decisión de cada día. Hoy me levanto y decido amarte, decido caminar con vos y acompañarte en esta y en todas las situaciones que nos toquen. Es de un día por vez, siempre con miras hacia adelante. Como dice Carlos, siempre sostenidos, porque Él es el que une ayuda y acompaña para caminar entre las luces y las sombras”. (Producción periodística: Ariane Armas)
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