Apple nuevamente ha logrado algo que sabe hacer casi a la perfección: construir un objeto de deseo. Las nuevas Vision Pro, las gafas de realidad aumentada que lanzó este 2 de febrero, están ya en la conversación de los amantes de la marca, en los fanáticos de la tecnología y también en los curiosos que aún no saben muy bien para qué son esas escafandras de “tan sólo” 3.900 dólares.
Las redes sociales ya muestran a personas en Estados Unidos usándolas en la calle, en el subte y hasta manejando autos. Un escenario futurista que algún día iba a llegar, a pesar de las promesas de empresas que intentaron adelantarse en la masificación de este tipo de productos. Lo quisieron hacer Google, Meta y Microsoft, todos los grandes de la tecnología, pero ninguno tuvo la repercusión que alcanzó el nuevo producto de Apple que intentará producir una revolución en la manera en la que nos conectamos con el mundo digital.
La compañía las denomina “computadora espacial” y para ello desarrolló un sistema operativo que tiene como base al entorno físico que rodea al usuario. Allí arroja aplicaciones, información contextual, avatares de usuarios y pantallas que parecen formar parte del lugar en el que están. Por eso mismo, el CEO de Apple, Tim Cook, indicó que las Vision Pro marcan una “nueva era para la computación” y que su lanzamiento es tan significativo como cuando el mundo conoció a la Mac o al iPhone.
Sin embargo, las experiencias pasadas de otras marcas dejan lugar para el escepticismo de esta supuesta revolución. Los HoloLens de Microsoft, por ejemplo, son uno de los dispositivos pioneros de realidad aumentada, que también prometieron fusionar el mundo digital con el real. El producto apuesta por pantallas de alta resolución, seguimiento de manos y comandos de voz. Sin embargo, no tuvo un enfoque masivo, sino más bien empresarial y sus aplicaciones fueron orientadas hacia usos profesionales en diversas industrias. Además, su alto costo limita aún el acceso para consumidores individuales y empresas más pequeñas.
Un poco más cerca de los usuarios están las Quest 3 creadas por Meta (ex Facebook). Este producto fue lanzado como insignia del proyecto de metaverso y su última versión fue presentada a mediados de 2023. A diferencia de los HoloLens, estas gafas tienen mayor popularidad y se utilizan actualmente para videojuegos, diseños, teleconferencias y otras aplicaciones que buscan ofrecer al usuario una experiencia inmersiva en nuevos entornos, ya que están definidas como lentes de realidad virtual. Algo importante es el ecosistema de aplicaciones alrededor de estos productos y en el caso de Meta, la compañía asegura que existen más de 500 productos para utilizar con estos lentes que cuestan desde los 250 dólares en Estados Unidos.
Este historial arroja entonces tres condiciones que podrían determinar si las Apple Vision Pro serán o no una revolución. En primer lugar, el factor precio es decisivo. El primer iPhone, lanzado en 2007, costaba 500 dólares y la primera Macintosh costó 2.500 dólares en 1984. Es decir, los dos productos insignia de Apple no tuvieron el elevado costo de casi 4.000 dólares que salen las nuevas gafas. Si bien, son equipos diferentes y fueron presentados en distintos momentos, los lentes no parecen tener un propósito muy masivo todavía. De hecho, en las redes se bromea con esta limitación. En segundo lugar, importará cuál será el uso que tendrá este producto. Si bien está apuntado al entretenimiento, la interacción y al trabajo, la marca deberá crear nuevos hábitos que quizás aún no conocemos con este dispositivo. Hábitos que justifiquen realmente su inversión y que no sea solo ver las pantallas del celular a través de una lente. Y un tercer factor, muy relacionado con el segundo, será cómo se desarrollará el mercado de aplicaciones para las Vision Pro. ¿Cómo serán los navegadores de internet? ¿Cómo serán las aplicaciones de videollamadas? ¿Cómo serán los videojuegos cuando el uso de las gafas ya esté en un estadío más maduro? Son distintos nichos, pero quizás algunos de los más importantes a la hora de definir la instalación de estas nuevas tecnologías en el día a día de los usuarios. Y finalmente un punto extra, pero no menos importante: el marketing para venderlos e instalarlos, cosa que hasta ahora, como dijimos antes, Apple ya ha conseguido subir varios peldaños más que sus competidores.