Por Benjamín Papaterra
11 Febrero 2024
Flores hizo varias variantes tácticas para quedarse con el triunfo en Maipú. Marcelo Ruiz - Enviado especial para LA GACETA
Polifacético. El duelo frente a Deportivo Maipú exigió al máximo las capacidades de Diego Flores. No sólo por la dificultad del rival, sino porque tuvo que exhibir diversos recursos para sobreponerse al “botellero”.
Para este duelo, “Traductor” apostó (nuevamente) el 4-3-3 con Mauro Verón e Iván Molinas como extremos. Así, ambos delanteros fueron los encargados de explotar las bandas con el objetivo de generar una mayor conexión con Junior Arias, tarea que fue cumplida durante la primera mitad del partido donde el “santo” se mostró más peligroso y vertiginoso.
A esto se sumó el gran nivel de Leonardo Monje y Gustavo Abregú. Ambos se hicieron amos y señores del medio campo no sólo por su tarea de contención, sino aportando con pases peligrosos hacia los puntas. Juan Cuevas, en tanto, no estuvo tan fino como en el debut; aunque mostró ciertos destellos de su calidad y sigue erigiéndose como la principal mente creativa del equipo.
Quizás los mayores retos pasaron por la defensa. La vehemencia en las entradas hizo que Agustín Dattola y Juan Orellana vean la amarilla rápidamente siendo un condicionante para el resto del partido.
Sin embargo, el gol de Molinas hizo que Flores cambie su propuesta de juego. Con el objetivo de defender la ventaja, el equipo se replegó defensivamente y buscó aprovechar los espacios que Maipú dejaba al adelantar las líneas en búsqueda del empate.
Esta situación se expuso con mayor claridad en el complemento. Con el ingreso de Guillermo Ferracuti, Flores cambió su dibujo a un 3-5-2, que mutaba a una línea de cinco en caso defensivo. Así, Nahuel Banegas y Gonzalo Bettini se posicionaron como carrileros.
Sin embargo, la lesión del ex Maipú y la expulsión de Bettini complicaron los planes de “Traductor”, que utilizó un 4-3-2 con el objetivo de contener las embestidas del equipo dirigido por Rubens Sambueza.
En cuanto a la ofensiva, Flores hizo debutar a Gonzalo Klusener para conformar un doble “9” con Arias. Así, buscó que los delanteros puedan contener las pelotas largas lanzadas por los defensores en búsqueda de generar una que otra opción que defina por completo el resultado.
Así, el delantero uruguayo tuvo un mano a mano con Gonzalo Rehak, que hubiese sentenciado la historia. Sin embargo, los reflejos del arquero vencieron aquel duelo, ahogando el grito del uruguayo.
La puntada final se consiguió con el ingreso de Lautaro Fedele, quien hizo su estreno con la camiseta del “santo”. El ex Defensa y Justicia mostró su gran intensidad desde que puso un pie en la cancha y tuvo su recompensa: marcó el gol que definió el partido.
Así, Flores mostró su cara resiliente y aprobó su debut como visitante con incontables variantes.
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