Cine para reír y para hacerse preguntas

Cine para reír y para hacerse preguntas

Benjamín Naishtat, uno de los directores de la exitosa película “Puan”, dialogó con LA GACETA en una visita a la Escuela de Cine de la UNT.

PROTAGONISTAS. Leonardo Sbaraglia y Marcelo Subiotto encarnan a filósofos con perfiles muy diferentes, pero que cuyo destino compartido tiene mucho que ver con la realidad nacional. PROTAGONISTAS. Leonardo Sbaraglia y Marcelo Subiotto encarnan a filósofos con perfiles muy diferentes, pero que cuyo destino compartido tiene mucho que ver con la realidad nacional.

La película “Puan”, con guión y dirección de María Alché y Benjamín Naishtat, se estrenó en septiembre, nada menos que en la 71a edición del Festival Internacional de San Sebastián, en España, uno de los más prestigiosos del calendario cinematográfico mundial.

Allí obtuvo el premio a Mejor Guión y la Concha de Plata a Mejor Actuación Protagónica para el protagonista, Marcelo Subiotto.

El estreno en las salas argentina, tanto las comerciales como las del Incaa, fue un éxito, porque fue vista por más de 120 mil espectadores.

Conversatorio

Recientemente, el Auditorio del Instituto Superior de Música (Ismunt) albergó una actividad abierta a la comunidad docente universitaria que organizó la Secretaria Académica del Rectorado de la UNT, donde intervino la Escuela Universitaria de Cine, Video y TV, que dirige Juan Carlos Veiga.

Entonces se proyectó “Puan”m y se llevó a cabo un conversatorio-debate que contó con la participación de uno de los directores, Naishtat, y con Liliana Juárez, actriz tucumana que integra el elenco del filme. El profesor Gustavo Caro moderó el debate.

Minutos antes del conversatorio LA GACETA dialogó unos minutos con Naishtat.

“El eje del conversatorio fue un debate sobre la pelicula que dirigimos con María Alché. Es una comedia sobre dos profesores de Filosofía que compiten por un cargo en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (Puan alude a la parada del subte más próxima)”, explica el realizador.

Acerca del carácter de la historia, que muestra una familiaridad y una visión afectuosa del ámbito donde transcurren las acciones, el realizador señala que se trata de “una historia que tiene algo que ver con la actualidad, de forma un poco casual porque el guión fue escrito hace tres años, durante la pandemia, pero la trama toca de cerca la actualidad. Hay un momento en que se ve amenazada la continuidad de Puan, de la misma forma en que hoy se ve amenazada toda la educación pública, a la que se la va a congelar el presupuesto con el nivel de inflación, lo cual pone en riesgo el comienzo de las clases. Como estamos viendo, este programa económico que viene a destruir la vida de los argentinos que queremos trabajar y estudiar, por ello la película tiene tanto que ver con la actualidad”.

- Ustedes no habían hecho comedia antes; ¿cómo ha sido incursionar en el género?

- Ha sido muy interesante. Es un género popular; creemos que el público se tiene que reír, que divertirse en el cine, tiene que pasarla bien. Es interesante que aparte de pasarla bien y de reírse se lleva algunas preguntas, de filosofía, que puede parecer algo complicado cuando es algo muy simple, se trata de preguntarse por uno mismo, que desea uno en su vida.

- ¿Cómo toman las repercusiones, tanto las propias del público y del boca en boca, como las que conllevan festivales, nominaciones y premios?

- No esperábamos todas las repercusiones populares que tuvimos. A la película la han visto más de 120.000 personas en el país lo cual es un número muy importante para una producción nacional. Y ha sido nominada al Premio Goya como Mejor Película Iberoamericana, lo cual es un honor no sólo para nosotros sino para toda la industria del cine argentino.

- ¿Cómo ves el presente del cine nacional?

- Es una industria muy pujante, que tuvo un muy buen año, con muchas películas nominadas y premiadas en festivales, vendidas a distintos mercados. El cine argentino, milagrosamente diría, pasa por un buen momento, en su calidad, en su heterogeneidad y en su vigencia mundial. Es muy importante que comuniquemos esto, el gran momento industrial y artístico del cine argentino, porque también ya está siendo vapuleado. A veces tiene apoyo a través de créditos blandos por parte del Incaa, lo cual genera un círculo virtuoso de trabajo de calidad, de expresiones de soberanía cultural y de imaginación nacional que están en riesgo. Es toda una tradición de gente que hacemos cine, que dedicamos la vida a una vocación para nada fácil y sin embargo ahora nos encontramos ante un gobierno que plantea que destruir va a traer algún bienestar al país. Es por eso que el sector está alerta y organizado para defender los oficios y la vocación de muchísimos jóvenes que quieren desarrollarse en este país y hacer una industria audiovisual pujante.

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