“Oh rojo te llevo en el corazón, oh rojo te queremos ver campeón”. En la calle Vergara y Mercedes Tomasa de San Martín de la ciudad de Maipú, todo transcurre con tranquilidad y sin ver el calendario, cualquiera pensaría que se trata de un día domingo. Eso sí, a excepción de un fanático que se sentó en la vereda del estadio “Omar Higinio Sperdutti” y que no paró ni un segundo con el cancionero, al parecer, con el objetivo de despertar a todos los vecinos. “¡Hace silencio, mañana recién es el partido!”, le respondieron desde el club tratando de calmar los ánimos al fervoroso hincha del “cruzado”que no dudo en responder entre lágrimas: “Juega Maipú. Esperamos un montón para volver a jugar en casa”, sentenció.
Lo cierto es que como este hincha, que prefirió no dar a conocer su identidad, todos en “La Fortaleza” (llamada así por un invicto de 58 partidos disputados entre noviembre de 2006 y febrero de 2010), ansían recuperar ese espíritu competitivo que les permitió soñar en grande. El conjunto mendocino había llegado a la final del Reducido en la temporada anterior, pero cayó contra Deportivo Riestra, por 1-0.
“Más allá de que siempre tenemos rivalidad, vos hablabas con hinchas de otros clubes de Mendoza y la mayoría quería que subiera Maipú. Fue hermoso porque jugábamos bien al fútbol y pudimos llegar ahí. No te voy a negar que jugamos mal la final, pero también hubo cosas extra futbolísticas que ya todos conocemos”, dijo el historiador de Deportivo Maipú Darío Pizzolatto a LA GACETA. “Los mayores logros fueron los dos ascensos a la B Nacional. El año pasado fue hermoso, pero lamentablemente perdimos esa final con Riestra. El primer tiempo lo jugamos mal y es una pena enorme”, agregó Walter Tirapu, hincha de Maipú, que se encontraba en las inmediaciones del estadio.
Sin embargo, para tomar noción de lo importante que fue para el “cruzado” llegar a estas instancias, primero debemos hacer un recorrido por su pasado.
En 1926, en la antigua villa de Maipú, dos importantes clubes como “Sportivo” y “Club Pedal de Maipú” decidieron crear una alianza con el objetivo de renovar el entusiasmo por el deporte. Tal es así, que un 16 de diciembre de 1927, se fusionaron y nació Deportivo Maipú, como lo conocemos en la actualidad.
“Los miembros fundadores eran de origen alemán, por eso lleva los colores blancos, negros y rojos de la antigua bandera. Mientras que el club Pedal llevaba el verde, porque tenía dirigentes de origen italiano, entonces se colocó ese color en las letras del escudo”, explicó Federico Berná Vaccarino, quien junto a Pizzolato, redactaron una serie de libros denominados “Cruzado corazón, 90 años de historia”.
Si bien Maipú se encuentra actualmente como un club consolidado en lo dirigencial y deportivo, esto no siempre fue así. Desde 1986 la institución lleva el apodo particular de “botelleros”, cuya historia es digna de una película.
Tras el ascenso al Nacional B de ese año, su presidente Juan Carlos Andrada organizó una recolección masiva de botellas de vidrios con el fin de venderlas y así recaudar fondos para afrontar el presupuesto que implicaba la competencia. Esto provocó que numerosos hinchas, día tras día, recorrieran Maipú en búsqueda de botellas de vino, para ayudar a su club.
“Se les ocurrió juntar botellas porque en esa época el kilo del vidrio salía caro y entonces se armó la campaña, junto con la hinchada. Por los barrios iba un camión pidiendo casa por casa, era tanta la magnitud y la cantidad de plata que se juntó, que se pudo pagar sueldos de jugadores y financiar al club”, aseguró Pizzolatto.
En el 86’, año de la conquista de Diego Armando Maradona (figura que tiene su mural en la fachada del estadio mendocino) en el Mundial de México, Maipú logró ser el primer equipo de la ciudad en llegar a la segunda categoría del fútbol argentino. Mientras que en 1997 conquistó el Campeonato Clasificatorio, torneo que le permitió ganarse otro apodo, el de “súper depor”.
En 2021, un año marcado por la pandemia, Maipú logró salir del infierno llamado Federal A y retornó a la Primera Nacional.
“Fue muy festejado porque Maipú volvía a la segunda categoría del fútbol argentino, después de 29 años. Encima ascendimos en nuestra cancha. Fue un bajón por la pandemia y porque no podía haber público. De todos modos, después se juntaron en la plaza principal para festejar”, recordó Vaccarino.
En lo que respecta a las estructuras, Maipú rebautizó el nombre de su estadio en 2007, por Omar Higinio Sperdutti, ex presidente que contribuyó desde 2003 en el crecimiento del club. Actualmente, su hijo Hernán mantiene el legado y espera regresar a Maipú a los planos nacionales. Justamente con Sperdutti (h) se están realizando la creación de una nueva tribuna popular y la refacción de los vestuarios local y visitante.
Por último, como en todos los clubes argentinos, el “cruzado” también tiene sus ídolos. Algunos de los más destacados son Pedro Manfredini, Roque Avallay y Enzo Pérez. Este último, que se volvió un referente en River, actualmente defiende la camiseta de Estudiantes, pero en más de una ocasión habló sobre un posible regreso a Maipú, club con el que disputó la Liga Mendocina con apenas 16 años.
“Acá estamos esperando que vuelva, ya el año pasado había dicho que quizás volvía. Estaba todo el mundo ilusionado acá. Todavía sé que le queda un poco más, pero quiere terminar la carrera acá en Maipú y ojalá que lo haga”, concluyeron en Mendoza sobre el futbolista de 37 años.