Otra amenaza sacudió la etapa final del juicio contra “Miguelón”

Otra amenaza sacudió la etapa final del juicio contra “Miguelón”

Una familiar de las víctimas pidió protección a los jueces por un ataque intimidatorio. El defensor negó la acusación. “Es incómodo compartir la sala con él”, dijo la denunciante.

TENSIÓN EN LA SALA. La denuncia realizado por una víctima desató la polémica en la etapa final del juicio que se cerrará el próximo viernes. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI

Una nueva denuncia de amenaza volvió a alterar el normal desarrollo del juicio contra Miguel “Miguelón” Figueroa. Al cierre de la quinta audiencia, V.G, la mujer que actúa como querellante en la causa, se paró ante el tribunal y dijo: “Abel Figueroa nos dijo que si llegaban a condenar a su hermano habría otro 18 de diciembre de 2020”. Esa es la fecha en la que el supuesto narco se presentó en Blas Parera al 500 y disparó contra un grupo de personas. En el ataque perdieron la vida Gabriel Amaya, Leonardo Sepúlveda y resultaron heridos G.G (12 años), Maximiliano Limdón y Franco Galván.

La mujer, cuyo nombre se mantiene en reserva para preservar la identidad del adolescente herido, visiblemente asustada, le contó a los jueces María Alejandra Balcázar, Eduardo González y Sebastián Norniella Parache.

“Una persona conocida se nos acercó para contarnos lo que estaban planeando. Esto ya lo vivimos”, indicó. “Después de que mataran a Gonzalo Figuera, pasó lo mismo. En el barrio se decía que vendrían a buscarnos para matarnos. Y eso es lo que realmente hicieron en diciembre de 2020. Por eso tenemos miedo de que pase lo mismo”, añadió.

OPERATIVO. “Miguelón” es acompañador por una fuerte custodia. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

El nombre de Abel Figueroa no es desconocido. El sobreviviente Limdón lo señaló como uno de los tres acompañantes de “Miguelón” en el mortal ataque. El defensor del acusado Macario Santamarina negó esa posibilidad al asegurar que el señalado Julio Abel Figueroa estaba internado después de haber sido herido en el tiroteo en el que perdió la vida Gonzalo Figueroa y en el que, según la teoría del caso, originó un cruento plan de venganza.

Sin embargo, en la audiencia del jueves, los familiares de la víctima advirtieron que el testigo era Sebastián Abel Figueroa, el otro hermano del acusado, que fue el señalado por realizar amenazas.

Problemas

La testigo, en una entrevista telefónica con LA GACETA, también relató lo que sucedió a partir de ese convulsionado diciembre de 2020. “Una cosa es contarlo y otra, vivirlo. Tenemos muchísimo miedo porque sabemos que siempre pasa lo mismo. Comenzaban los rumores y luego alguien de nuestra familia se moría”, explicó. “Le pedí a la jueza que tuviera en cuenta esta situación. No podemos ir a hacer una denuncia porque no tenemos los elementos necesarios, pero no se puede dejar de tener en cuenta todos los antecededentes”, agregó.

EL PRIMERO. Maximiliano Limdón contó que vive amenazado. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI

“Esto es increíble. No hay ningún elemento que permita que esta denuncia sea cierta. No tengo dudas de que esa amenaza no existe”, explicó Santamarina, defensor de “Miguelón”.

Balcázar, presidente del tribunal, ordenó al fiscal Carlos Sale que actuara para proteger a la mujer. “No voy a decir lo que no es: desde hace varios días que contamos con una custodia policial, pero la jueza nos prometió que se reforzaría la presencia de efectivos en nuestras casas”, señaló M.G.

Antecedentes

Los ataques intimidatorios estuvieron a la orden del día en este proceso. “Miguelón” fue señalado como el autor de las amenazas en contra de testigos y de los fiscales Sale e Ignacio López Bustos. El Ministerio Público Fiscal solicitó la suspensión del debate, pero después de que el gobernador Osvaldo Jaldo interviniera en la polémica, el Colegio de Jueces y Juezas rechazaron el planteo al confirmar que la Policía había organizado un importante operativo de seguridad.

Figueroa es trasladado a Tribunales todos los días con una importante custodia y antes del amanecer ya se encuentra en los calabozos del edificio del fuero penal. Antes de que comience cada audiencia, personal de la Brigada de Explosivos de la Policía revisa la sala para descartar la existencia de una bomba en el lugar. Por último, al menos cinco efectivos del Servicio Penitenciario se encargan de custodiar al imputado de manera permanente.

El segundo ataque intimidatorio se conoció el jueves. Limdon, que está purgando condena por robo, señaló que sus compañeros de calabozo le habían advertido que “Miguelón” ofrecía dinero y droga a la persona que lo apuñalaran. “Señora juez lo único que pretendo es vivir en paz. Antes no podía salir de la casa y ahora, no estoy tranquilo en el calabozo”, señaló.

Reacción

“No nos quedó otra que acudir a la jueza para que nos escuche. Si llegábamos a ir a una comisaría no nos querrían tomar ninguna denuncia porque nos pedirán pruebas”, explicó M.G.

La mujer, que está sentada a la par de sus representantes Claudia Longo y Teresita Mendilaharze, dijo que no le resultó sencillo estar en el juicio. “Han pasado muchas cosas en estas jornadas. Es sumamente incómodo compartir un lugar con una persona que te clava la mirada permanentemente o se ríe cada vez que escucha algo que es doloroso para nosotros. Pero no me queda otra que estar ahí para que haya Justicia”, señaló la madre del menor herido.

M.G. confía en que el tribunal terminará condenando a “Miguelón”, pero sabe que ni con una dura pena podrá tener tranquilidad. “Ahora estamos tranquilos porque tenemos custodia policial en nuestras casas. Pero sabemos que no será para siempre y tenemos miedo que busquen vengarse en algún momento”, indicó.

La jueza Balcázar le llamó la atención a un testigo por su mascota

El cabo de la Policía Federal Federico Merino fue el perito que analizó la grabación de la charla que mantuvo Miguel “Miguelón” Figueroa con el cabo de la Policía Matías Luna. Ayer, vía zoom, el especialista dio los detalles de la tarea que realizó en el expediente. Explicó cuál fue el sistema que utilizó para mejorar el audio para que un fonoaudiólogo confirmara que la voz registrada era del acusado. Sin embargo, a poco de haber iniciado su exposición, el testigo comenzó a moverse y a ponerse incómodo. De pronto, se observó el cuerpo de un perro. La jueza María Alejandra Balcázar le pidió que solucionara ese problema para que no haya interrupciones.

Un especialista comentó la brutalidad del ataque en el que murieron dos jóvenes

El licenciado Miguel es uno de los peritos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales. Él realizó las pericias balísticas del expediente. Confirmó que en la escena del doble crimen encontraron 41 vainas, es decir que los atacantes realizaron idéntica cantidad de disparos. “Es lo mínimo, porque podrían haber sido más y no se encontraron evidencias”, relató al tribunal. En base a los proyectiles encontrados en el lugar, determinó que en el hecho se utilizaron pistolas nueve milímetros. También destacó que al hacer el estudio descubrió que se usaron tres armas diferentes que efectuaron 17, 14 y 10 disparos cada una.

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