La memoria es una función del cerebro que es esencial para nuestro desempeño en la vida. Tanto para realizar funciones básicas como respirar como para aprender habilidades complejas, practicar deportes y tener una buena performance académica, esta capacidad es el fundamento de nuestro día a día. Por ello y para desempeñarnos mejor, sobre todo en el ámbito académico, es necesario sacarle todo el provecho posible a esta herramienta troncal.
El problema de “memorizar” todo lo que aprendemos, según los especialistas
El método de estudio de muchos estudiantes en nuestro país, así como una las formas principales difundidas para consolidar el aprendizaje, es la memorización. Este método que implica horas y horas de repetir un concepto es el más popular y el más utilizado por toda la comunidad dedicada al aprendizaje.
Sin embargo, el problema de este método es su principal enemigo, el olvido. Mucha de la información que se aprende a partir de la memorización, termina en lugares recónditos del cerebro que no podemos recordar o simplemente se escapan de nuestro almacén de conocimientos. El investigador de psicología estadounidense Henry L. Roediger hizo referencia a esta problemática y dio cuenta de que “los estudiantes no llegaban a tener grandes resultados a largo plazo” con esta técnica.
Ocho consejos para mejorar la memoria y ser más ágiles para aprender
El experto, junto con los profesores Peter C. Brown y Mark A. McDaniel en su libro La ciencia del aprendizaje exitoso, compartieron algunos de los hábitos que pueden adoptarse para tener una memoria más eficiente y ágil.
1. El descanso es la base de todo: el sueño es un proceso activo donde todos los conocimientos se consolidan. Dormir un mínimo de ocho horas permite al cerebro almacenar la información. Los expertos aseguran que para obtener buenas calificaciones hay que tener un orden en las rutinas de sueño.
2. Ejercitar la memoria: Acostumbrar a la mente a adquirir nuevos conocimientos es allanar el camino y hacer de ella una máquina más ágil. Aprender algo nuevo es una forma de poner a trabajar el cerebro y así cuando quieras estudiar una materia tendrás más facilidad para hacerlo.
3. Escribir a mano: Los expertos afirman que para retener la información es muy importante volcarse a esta práctica milenaria de escritura. Con los resúmenes se sintetiza y piensa el contenido, se eligen las palabras correctas y se hilan las frases, por lo que vas teniendo contacto con los conocimientos que luego vas a memorizar
4. Estudiar en voz alta: Pronunciar y escuchar las palabras en voz alta hace más probable que se recuerden. Por ejemplo, si alguien conoce una persona nueva y pronuncia su nombre varias veces en la primera conversación, es muy probable que en una próxima ocasión lo recuerde fácilmente.
5. No hace falta releer mil veces: Pocas veces, pero en profundidad y con conciencia, prestando atención es suficiente. Según los expertos, si se quiere ayudar al cerebro es mejor que se hagas el esfuerzo de recordar lo que leíste y no leerlo de nuevo, tomándolo como un desafío.
6. Alternar las materias: No solo es bueno para mantenerse despierto, sino que refuerza la memoria a largo plazo y profundiza el aprendizaje.
7. Utilizar la mano no dominante: Es interesante y un buen ejercicio probar utilizar la mano contraria a la predominante. Comer con cubiertos o entrenarse con una pequeña pelota, según los expertos, puede ayudar a que la mente realice diferentes conexiones neuronales y se agilice el funcionamiento cerebral.
8. Involucrar los sentidos: De acuerdo con varios estudios, los participantes suelen recordar imágenes relacionadas con aromas o imágenes sobre todo, por lo que el aprendizaje sensorial es sumamente importante para lograr fijar en mayor proporción los conocimientos.