El Banco Central (BCRA) finalizó esta semana la carga de los datos financieros correspondientes al último día del mes anterior. Estos datos muestran que se aprobó una expansión monetaria de $1.316 billones, aumentando así el total de la base monetaria a casi $11 billones. Durante el último período de dos meses, el BCRA introdujo alrededor de $2 billones en el sistema, acumulando más de $3.69 billones desde noviembre pasado. Esta situación pone de manifiesto la magnitud del desafío financiero actualmente enfrentado por el nuevo Gobierno de Javier Milei.
A pesar de ello, la reducción de las reservas de pesos es significativa, evidenciada no solo en la constante disminución de la Base en valores reales, calculada en más del 15% durante el trimestre anterior, sino también en los demás indicadores financieros. Este fenómeno es simplemente el efecto de la implementación de la política de devaluación monetaria adoptada por el Ejecutivo y la continua salida de capital por parte de los actores económicos, en línea con las altas tasas de inflación.
Según el reporte monetario del ente, en enero, el saldo promedio de la base monetaria fue de $10.2 billones, lo que implicó un crecimiento mensual de $1.0 billones (11,1%) a valores actuales. Es importante destacar que la Base Monetaria mostró una tendencia positiva en enero, por lo que si se ajusta este efecto y se la evalúa en términos constantes, habría experimentado realmente una contracción del 12,1% en el mes. "En la comparación interanual, habría acumulado una caída del orden del 50% y, como ratio del PIB, se ubicaría actualmente en 2,9%", añade la institución.
Sacudón monetario
En este contexto, la limitación en el apoyo financiero directo e indirecto al Tesoro, los pasivos remunerados del Banco Central y las subastas del Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal) fueron el centro de atención de una agitación monetaria durante el primer mes del año.
Estos movimientos forman parte de la estrategia delineada por la dupla conformada por Luis Caputo en el Ministerio de Economía y Santiago Bausili al frente del Banco Central, quienes, desde el 12 de diciembre, han buscado iniciar un proceso de licuación monetaria.
La medida, justificada como una respuesta necesaria para contrarrestar tanto la emisión excesiva durante la campaña electoral como la generación interna de dinero a través de los intereses de los pasivos remunerados del Banco Central, conocidos coloquialmente como la "bomba de las Leliq".
El saldo promedio de enero mostró una reducción de aproximadamente el 50% en comparación con el mismo mes del año anterior, y como proporción del Producto Bruto Interno (PBI), se estimó en un 2.9%. En apenas dos meses de gestión gubernamental, las Leliq desaparecieron, dando lugar a una serie de mecanismos diseñados para neutralizar la liquidez generada.
Sin intervención en el Tesoro
Como resultado de estas medidas, en enero se observó una reducción del 12.2% en la Base Monetaria, según comunicó el Banco Central. El saldo promedio de la Base alcanzó los $10.2 billones, con un crecimiento mensual de $1 billón (11.1%) a valores actuales. Además, se determinó que estas operaciones, excluyendo aquellas relacionadas con Letras No Transferibles, tuvieron un efecto neto restrictivo de alrededor de $2.5 billones, o $1.2 billones considerando las Letras No Transferibles.