Por Benjamín Papaterra
07 Febrero 2024
DESAPROBADO. Atlético estuvo falto de ritmo y de creatividad. El “decano” dejó en claro su principal déficit en este inicio de campeonato: la generación de juego. LA GACETA / DIEGO ARAOZ
Volver a la victoria como local sigue siendo una deuda pendiente de Atlético (su último triunfo data del 25 de octubre del año pasado, cuando venció por 1-0 a Talleres de Córdoba). Con poco funcionamiento colectivo, la dupla volvió a perder una nueva chance de torcer la historia y rescataron en un partido que ofreció poco y nada.
En concreto, los planes de Orsi y Gómez fueron de mayor a menor. A diferencia de las fechas anteriores en las que utilizó una línea de cinco defensores, la dupla apostó por el clásico 4-4-2 con dos puntas bien definidos para incomodar al máximo al tándem defensivo de Tobías Palacios y Jonathan Galván.
Así, el “decano” empezó mostrando una cara similar a lo visto frente a Rosario Central. Con agresividad e intensidad, Atlético apostó a la presión directa sobre el mediocampo del “bicho” para cortar el estilo de juego posesivo de Pablo Guede, que en esta ocasión utilizó un 4-3-3 con dos puntas bien definidos.
No obstante, a la hora de defender, el repliegue del “bicho” obligaba a que los extremos Leonardo Heredia y Maximiliano Romero colaborar con la marca, haciendo que el dibujo táctico mute a un 4-5-1. Sin embargo, con el paso de los minutos, la intensidad de Atlético se fue desinflando sin lograr causar grandes problemas al arco defendido por Diego Rodríguez.
Si bien Joaquín Pereyra fue el más incisivo y el que más ocasiones generó de cara al arco rival, el volante se mostró errático y no pudo ser el eje de la ofensiva “decana”. Así, Atlético dejó en claro su principal déficit en este inicio de campeonato: la generación de juego.
Argentinos, en tanto, logró desarticular por completo al mediocampo de Orsi-Gómez, dejando un equipo completamente partido. Ni Adrián Sánchez, ni Nicolás Castro pudieron lograr una salida limpia desde el fondo, obligando a que las conexiones con los delanteros solo provengan de pelotazos que partían desde los pies de la zaga central compuesta por Nicolás Romero y Gianluca Ferrari.
Este fue el motivo principal por la que ninguno de los delanteros del “decano” tuvo ocasiones claras. Es más, si no fuese por una que otra individualidad de Mateo Coronel o Marcelo Estigarribia, “Ruso” no hubiese tenido trabajo durante toda la jornada en el José Fierro.
Pese a no convertir, “Chelo” sigue siendo la única garantía del ataque del “decano”. Su cuota de esfuerzo y sacrificio nunca falta aportando, en todo momento, con una presión constante y veloz.
La segunda parte del partido tampoco cambió demasiado. Pese a los ingresos de Mateo Bajamich, Tomás Castro Ponce, Nicolás Servetto y Francisco Bonfiglio, Atlético no pudo cambiar su producción ofensiva.
Así, la dupla volvió a desaprobar un examen; aunque el campeonato es largo y deberán seguir ajustando detalles.
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