06 Febrero 2024
Una alternativa al pan integral Foto: Freepik
Las harinas son uno de los alimentos que las últimas tendencias en dietas están intentando irradicar por las complicaciones que pueden traer al sistena digestivo, en particular. Para compensar, se ofrecen algunas opciones de panes que pretenden ser más saludables, entre las que se encuentran el integral, de salvado o salvado doble.
El pan integral es una de las opciones más elegidas en panificación saludable ya que se elabora con harina que tiene menos procesos de refinado. Los granos utilizados son granos enteros a los que no se les quita ninguna propiedad, por lo que tienen mayor cantidad de fibras, vitaminas y minerales.
El pan de salvado, por otra parte, suele ser relacionado a una importante cantidad de fibras, por lo que existe la creencia difundida y aceptada de que mejora el tránsito intestinal. Si bien es cierto que cumple esta función, el salvado contiene solo el 15% del grano del cereal ya que es la parte que recubre el interior del cereal. Por ende, es rico en fibra y nutrientes, pero en una proporción inferior a la del pan integral.
Por qué consumir pan de salvado doble
El pan de salvado doble aporta cantidades considerables de carbohidratos almidonados, vitaminaes y minerales. A diferencia del salvado común, tiene agregado de fibra, por lo que tiene también más harina refinada. Aunque contenga más fibra, sube rápido la glucosa en sangre. Al ser un producto industrializado, es rico en sodio y aditivos.
Si se consume doble salvado, es común que se acelere el tránsito intestinal. También es una buena opción para combatir el estreñimiento. Si se consum, es recomendable acompañarlo con alimentos proteicos como huevos y no superar el consumo de dos rebanadas diarias.
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