La controversia se apoderó de Argentina-Venezuela al final del partido, con el Video Assistant Referee (VAR) como protagonista principal. El reloj marcaba los 94 minutos, cuando ya se habían adicionado 5, y el árbitro tomó una decisión que generó intensos debates.
En una jugada sobre el costado izquierdo de la defensa argentina, el árbitro creyó ver una infracción y señaló el punto de penal. Todo indicaba que el despeje tras un centro sería la última acción del encuentro, pero el árbitro se llevó el dedo a la oreja para escuchar el llamado del VAR.
Después de varias repeticiones, se confirmó un supuesto manotazo de Gonzalo Luján sobre Renne Rivas en el segundo palo, aunque el jugador venezolano no pareció acusar el golpe. El árbitro del VAR consideró suficiente el contacto o intento de contacto, convocando al árbitro principal, que sancionó penal y mostró la tarjeta roja a Luján. Este último, visiblemente molesto, expresó su descontento tapándose la boca en una descarga hacia el referí.
El resultado fue un penal convertido por Kevin Kelsy, que selló el empate 2-2 entre ambos equipos. El grito furioso de Kelsy resonó en el estadio, provocando tumultos en la tribuna. La transmisión televisiva captó momentos de tensión, incluyendo a la familia de Valentín Barco y Santiago Castro, quienes discutían con aficionados venezolanos.
Tras el pitazo final, la bronca persistió en ambas escuadras y mientras algunos jugadores expresaban su frustración, otros mantenían la ilusión encendida por el 2-2 final, dejando a ambas selecciones con sentimientos encontrados al término de un encuentro cargado de emociones y controversias.
¡DOBLE EXPULSIÃNð¥! ValentÃn Barco y Jesús Ortega se lanzaron mutuamente la pelota, el cuarto árbitro los vio y ambos se marchan a los vestuarios. Seguà el encuentr EN VIVO por la pantalla de @TyCSports y https://t.co/6eSENGb6G0 acá ð https://t.co/VLKMiuzvG1 pic.twitter.com/h1Y0PrUhyX
— TyC Sports Play (@TyCSportsPlay) February 5, 2024