Caso Picone: comenzó el primer juicio por instigación al suicidio

Caso Picone: comenzó el primer juicio por instigación al suicidio

La Fiscalía pedirá que se condene a Gerardo Bazán a cuatro años de prisión por la muerte de Ana Picone. La defensa solicitará su absolución.

IMPUTADO. Gerardo David Bazán fue sometido a juicio oral por estar acusado de haber instigado el suicidio de su pareja, Ana Carolina Picone. La Gaceta / foto de Juan Pablo Sánchez Noli
06 Febrero 2024

Comenzó el juicio por el “Caso Picone”. Por primera vez en la historia judicial de la provincia, una persona será sometida a juicio oral y público imputada por el delito de instigación al suicidio. Se trata de Gerardo David Bazán, el agente penitenciario acusado de haber instigado a su pareja, la agente policial Ana Carolina Picone (29 años), a acabar con su vida.

El 17 de junio de 2022, Picone se encontraba en la vivienda que compartía junto al guardiacárcel y su hija de un año, ubicada en el barrio Acceso Este, El Colmenar, cuando tomó el arma reglamentaria de Bazán y se disparó en la cabeza. Falleció mientras era trasladada al hospital Padilla.

Según la teoría que el fiscal Ignacio López Bustos expuso durante su alegato de apertura, Bazán persuadió a través de violencia y humillaciones a Ana hasta llegar al fatídico desenlace. “Durante más de tres años la relación estuvo signada por la desigualdad de poder, donde Bazán ejercía violencia física y psíquica en contra de aquella atentando gravemente la libertad, la dignidad, la integridad física, psicológica, económica y la seguridad tanto en ámbitos familiares, sociales, como laborales”, sostuvo el titular de la Fiscalía de Homicidios I, que además advirtió que solicitará que el imputado sea condenado a cuatro años de prisión efectiva, la pena máxima que contempla el Código Penal para este delito.

En su discurso inicial, el representante del Ministerio Público Fiscal informó que entre los elementos probatorios que se expondrán en las audiencias habrá chats que apoyarían la línea investigativa de la parte acusatoria. En ese momento aprovechó para citar un mensaje que Bazán le había enviado a Ana que decía: “Entregué la vida al diablo para que te haga p.... Es lo único que quiero y sé que se me cumplirá. Quiero verte morir engusanada como te mereces. Agonizando toda la eternidad para pagar”.

VÍCTIMA. Ana Picone falleció luego de dispararse en la cabeza.

“Esto sucedió producto de la inducción, de la persuasión constante, de la violencia y la presión sostenida en el tiempo que Bazán ejercía sobre Ana durante casi todo el tiempo que duró la relación”, agregó el abogado querellante, Antonio Lucena, quien adhirió al adelanto de pena propuesta por el MPF.

Por su parte, los defensores, Silvia Furque y Gerónimo Martínez Molina, adelantaron que solicitarán la absolución de Bazán al considerar que “Gerardo no realizó ningún acto objetivo (orden, promesa, sugerencia) para que Ana se quite la vida, ni ninguna colaboración, ayuda de arma, bala, medicación. No negamos que era una pareja conflictiva, pero demostraremos cómo era en realidad todo; demostraremos que jamás se desplegó una acción física ni psicológica, ni mucho menos que se afectó su libertad o su dignidad”, argumentó Martínez Molina.

El testigo principal de la primera jornada del juicio fue el de la madre de la víctima, Cristina Isabel del Valle Ruiz. En su declaración, la mujer contó algunos detalles de la relación entre Bazán y su hija y manifestó que durante los años que duró el noviazgo ambos terminaban y volvían constantemente y que en más de una oportunidad tuvo que acudir al rescate de Ana. “Yo le había alquilado un departamento y por las noches él iba a molestarla. Una vez me llamó pidiéndome que vaya a buscarla; cuando llegué ella estaba golpeada y había cosas rotas y tiradas en el piso. Lo saqué a él del departamento y a ella la llevé a mi casa. Ahí la alejé un poco pero después retomaron la relación y ella decidió tener una hija. Cuando quedó embarazada él se la llevó a su casa donde vivían sus padres y su hermano, Jorge Bazán”.

Cristina contó que además de las agresiones, Bazán la celaba constantemente y no le gustaba que trabajara y compartiera tiempo con compañeros. “Él creía que salía con otras personas, pero no entendía que ella estaba enamorada de él. Cuando estaba trabajando en la Policía se llegaba para ver si estaba con una mujer o un varón; a veces ella me mandaba mensajes diciéndome ‘hoy voy a tener problemas en la casa’ ”, relató.

También dijo que en varias oportunidades le sugirió a su hija que denunciara a Bazán pero que Ana no quería hacerlo. “Ella quería arreglar ella sus cosas. No me dejó que lo denunciara; no pedía ayuda, a menudo cuando ya se sentía desbordada me llegaban esos mensajes de ‘mamá vení a buscarme’. Era otra persona cuando estaba con esa persona, se alejaba de la familia, de los amigos, de las amigas, de todo el mundo; él hacía que se aleje”, sostuvo Cristina mientras contenía sus lágrimas. (Producción Periodística: Micaela Pinna Otero).

El comienzo del juicio se vio interrumpido unos minutos por inconvenientes de logística

Estaba previsto que la primera audiencia del debate oral del “Caso Picone” se iniciara a las 8. Sin embargo su comienzo  tuvo que ser postergado algunos minutos  debido a que en la sala del Tribunal del Fuero Penal, ubicado en la calle España al 400, que había sido destinada para el desarrollo del juicio, no entraban las partes, los trabajadores de prensa y los familiares y allegados -tanto de Ana Picone como del imputado Gerardo Bazán- que habían asistido como oyentes.
Aproximadamente a las 9.30, luego de que el personal de la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) lograra reacomodar a todos los asistentes, el fiscal Ignacio López Bustos, el querellante Antonio Lucena y los defensores Silvia Furque y Gerónimo Martínez Molina pudieron exponer sus alegatos de apertura en los que informaron sus respectivas teorías del caso y dieron a conocer su pretensión punitiva.

Luego de sus discursos, el juez Alejandro Valero (foto) dispuso un cuarto intermedio para que la defensa y la parte acusatoria se pusieran de acuerdo respecto de la desestimación de algunos testigos y el orden en el que pasarían a declarar los restantes, para intentar llevar a cabo un proceso más fluido.

Recién a las 10.20 pudo pasar a declarar el primer testigo de la jornada, el oficial Álvaro Lautaro Leonel Jiménez, quien en el momento del hecho prestaba servicio en la División de Homicidios y la noche del 17 de junio de 2022 se encargó de hacer un relevamiento vecinal. El interrogatorio más extenso fue el de Cristina Isabel del Valle Ruiz, la madre de la víctima Ana Carolina Picone. Su testimonio se prolongó por más de una hora y reveló detalles del noviazgo de su hija junto con Gerardo Bazán y cómo era la relación de Ana con el resto de la familia del imputado.

Según informó el juez de la causa, está previsto que el debate oral se lleve a cabo durante los próximo siete días hábiles. Seis de las audiencias serían utilizadas para la producción de las pruebas y una quedaría reservada para la exposición de los alegatos de clausura y la sentencia, por lo cual se prevé que en cada una de las próximas jornadas se presenten a declarar aproximadamente cinco testigos.

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