Un camino habitual los encontró y un amor profundo los rescató. Dos perros, Nano y León, volvieron a la vida luego de haber habitado en el olvido mezclado con el piso de cemento y el encierro. Estos atravesaron un derrotero complicado, pero el cariño de cientos de personas los salvó. Su rescatista principal, Adriana Rodriguez, detalló cómo fue la travesía de ambos perros, que empezó en el maltrato y terminó en el abrazo de la sociedad.
Quizás nos engañaron para que los amemos tanto, un truco de ellos para que sean el motivo de nuestra alegría. Sin embargo, lo lograron. Tienen nuestro corazón a su disposición y amarlos es el motivo que nos lleva a empujar cielo y tierra con tal de que nos miren con ese brillo que sólo ellos tienen. Como explica su rescatista a LA GACETA: “No son mascotas, son compañeros.”
En un día inusual, el camino de siempre los llevó a encontrarse
Adriana Rodríguez es como ella explica “una simple ciudadana que ama a los animales”. Es de esas personas que siempre lleva una bolsa de alimento para repartir entre los perros y gatos que encuentra en la calle. Justamente se encontraba en esa tarea cuando una mujer le preguntó: “¿No viste los perros cómo están allá?”, e inmediatamente fue a visitar a unos animales encerrados en un pequeño patio, sin agua ni comida.
“Son re malos”, le advirtieron pero eso no le impidió hacer obras de ingeniería para acercarse a los animales. Primero les tiró una bolsa de alimento, pero tanta hambre que tenían hizo que se plearan por la misma, por lo que a la vuelta les asignó una a cada uno. Luego, con unas cuerdas, Adriana ató un recipiente de helado y por encima de las rejas les dio un contenedor de agua para que pudieran hidratarse.
Un escenario que estremece: los animales se encontraban en un estado deplorable
Esta fue la rutina de Adriana por cinco días. Al principio, el 21 de enero no lo notó pero el 26 se hizo imposible de ignorar: una infección le había destrozado la oreja a uno de los animales. “El martes pasado, ese día me agarró una desesperación", contó la mujer. No aguantó más y decidió capturar para las redes sociales el escenario que le estrujaba el corazón.
La imagen era el reflejo del descuido y la desidia. No estaba ese brillo en los ojos, ninguno de los dos lo tenía. Con la cabeza baja apenas caminaban por el patio. Uno de ellos tenía la oreja infectada y le habían tirado aceite con la creencia de que esto podía curarlo. Estaba incómodo y ya no podía ni comer. El otro estaba más vivo, se alimentaba y caminaba con más normalidad. Esa fue la grabación que circuló por las redes y que acumuló miles de vistas conmocionadas. Ese día la rescatista hizo la denuncia ante la Justicia.
Pero al otro día Adriana llegó a visitar a sus nuevos amigos y ya no estaban. Luego descubrió que estaban más encerrados que antes. Dentro de una casilla aullaban sin parar. “Yo ya no tenía acceso a los perros, y ya estaban mal”, explicó.
“Vuelvo a hacer otro video, donde cuento y explico la distancia que yo tenía, que ya no podía darles de comer ni nada.” Esa grabación comenzó a movilizar a las personas, que buscaban todas las maneras para salvar a los animales de ese lugar. “¿Dónde está la casa de los perros?”, preguntaban los inquietos por ayudar.
El comienzo de la vida: el rescate de León y Nano
Luego de varias charlas junto con la ayuda del legislador Hugo Ledesma, que aclara Adriana que fue una ayuda fundamental, y de todas las personas conmovidas por la situación, lograron sacar a los perros de su encierro. El primer paso fue llevarlos al veterinario, el estado de uno de ellos era el más crítico. “León no se levantaba directamente. Yo pensé que no iba a llegar a la noche siguiente", reveló la mujer.
“A medida que los iba a ver y les llevaba comida la mirada se iba apagando y digo, se me están muriendo al frente de los ojos”, recordó emocionada. Pero esta historia no acepta desventuras y los milagros son más que bienvenidos.
Sólo 72 horas les bastaron para “aprender lo que es el amor”
Luego de su liberación y de la ayuda multitudinaria, Adriana fue testigo del proceso de 72 horas en el que León volvió a la vida. “Lo de León es maravilloso”, explicó con los ojos también brillantes su salvadora, que logró presenciar como este se puso de pie y empezó a comer.
“Todos los hemos rescatado, a León y a Nano”, aclaró Adriana, quien con frecuencia pronuncia la frase “Yo no sé quién rescata a quién”. “El amor de una mascota le da sentido a todo”, concluyó.
Para realizar una ayuda económica en la internación de León, se pueden realizar una transferencia a: AMODILADRIANA.
(Producción Periodística: Luisina Del Pilar Acosta)