05 Febrero 2024
César Chelala
Columnista invitado
La clarividencia o “sexto sentido”, es un tipo mágico de intuición. Es la capacidad de predecir el futuro, leer la mente de alguien o, como afirman algunos, comunicarse con personas muertas. A menudo me pregunto si la clarividencia podría proporcionarnos orientación en estos tiempos difíciles.
Tuve una experiencia de clarividencia viajando en tren desde Washington DC a Nueva York. Estaba sentado al lado de una atractiva mujer de mediana edad que me dijo que trabajaba en el mundo del espectáculo. Le pregunté qué tipo de negocio y me dijo que era clarividente. Le pregunté: “Mucha gente me pregunta cuándo voy a escribir un libro. ¿Ves un libro en mi futuro? Ella dijo: “No, no veo un libro en tu futuro, pero irás a tu país antes de lo que esperas”.
Su respuesta me pareció desconcertante ya que no tenía planes de ir a Argentina, mi país natal. Cuando regresé a casa, le estaba contando a mi esposa sobre el encuentro con esta mujer inusual cuando sonó el teléfono. Fue una llamada de Argentina ofreciéndome una consultoría de corto plazo con la oficina local de Naciones Unidas. Días más tarde estaba en Buenos Aires.
Otro incidente inusual le ocurrió a un científico amigo mío, de Nueva York. Debido a una confusión, cuando nació, en su certificado de nacimiento se escribió una fecha equivocada, que lo hizo mayor de lo que era. Cuando solicitó su pasaporte, en el documento se repitió la fecha incorrecta. Durante un viaje a la India para una convención médica, mi amigo caminaba hacia una reunión cuando un hombre sin hogar se le acercó y le pidió dinero. Mi amigo lo ayudó y, cuando se iba, el hombre le dijo: “Lo siento señor, por favor no se enoje conmigo, pero su pasaporte tiene una fecha de nacimiento incorrecta”. Solo mi amigo y sus familiares más cercanos sabían esto…
Existen diferencias entre clarividencia y premonición. Aunque ambas están relacionadas con la capacidad de percibir acontecimientos más allá de nuestros sentidos normales, mientras que la clarividencia es la capacidad de ver cosas que no son visibles a simple vista, la premonición es la capacidad de intuir acontecimientos futuros; obviamente, antes de que ocurran.
Un ejemplo de premonición fue el de Barret Naylor, un ejecutivo de Wall Street que trabajaba en el World Trade Center. En los dos atentados terroristas en el World Trade Center –en 1993 y en 2001–, cuando iba a trabajar allí por la mañana, tuvo la sensación de que algo terrible iba a suceder. En ambas ocasiones decidió regresar a casa; su presentimiento le salvó la vida.
Ahora, el jurado que conoce el caso de E. Jean Carroll ha ordenado al Sr. Donald Trump pagarle a ella 83,3 millones de dólares por cargos de difamación. Se trata de una cantidad inusualmente grande que empaña su legado como presidente. Estas circunstancias me llevan a reflexionar sobre el particular. ¿Es clarividencia o premonición lo que llevó a Walt Whitman, el gran poeta norteamericano, a escribir las siguientes líneas en su poema “Crossing Brooklyn Ferry” –“Cruzando el ferry de Brooklyn”–, en las que dibuja un retrato casi perfecto del ex presidente de los Estados Unidos?
“Soy aquel que supo lo que era ser malvado, / Yo también anudé el antiguo nudo de la contrariedad, / Balbuceé, me ruboricé, resentí, mentí, robé, envidié, / Tuve astucia, ira, lujuria, deseos ardientes que no me atreví a expresar, / Fui caprichoso, vano, codicioso, superficial, astuto, cobarde, maligno, / El lobo, la serpiente, el cerdo, no faltaban en mí, / La mirada engañosa, la palabra frívola, el deseo adúltero, no faltaban, / Negativas, odios, aplazamientos, mezquindad, pereza, ninguno de estos faltaba...”
Lamentablemente, nunca sabremos la respuesta a esta pregunta.
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