04 Febrero 2024
(Imagen Shutterstock)
Superar el miedo al fracaso, la falta de tiempo o motivación son los primeros desafío para los que desean comenzar una vida más activa. Aunque la ilusión de entrenar está presente en muchos, la falta de orientación sobre por dónde empezar a menudo se convierte en un obstáculo.
No obstante, dar el paso hacia la vida de ejercicios no es tan complejo como parece; la clave está en vencer las excusas y comprometerse con la constancia y la disciplina, ya que los resultados positivos seguirán naturalmente. Por esto te mostramos cuáles son las recomendaciones que suelen dar los especialistas para comenzar a ser comprometido.
Cinco tips para empezar a entrenar
Desde ser claro con tus metas hasta elegir la actividad que más te guste son algunas de las cosas que debes realizar para poder llevar el ritmo de la vida saludable.
1) Plantearse objetivos claros:
Antes de comenzar cualquier actividad física, es crucial establecer objetivos claros. Definir el tipo de ejercicio adecuado dependerá de metas personales, ya sea perder peso, ganar masa muscular o simplemente abandonar el sedentarismo. Fijarse metas concretas a corto plazo, supervisadas por un profesional de la salud, proporciona la motivación necesaria para mantener la actividad a lo largo del tiempo.
2) Hacerse chequeos preventivos:
Iniciar una nueva actividad física requiere conocer los posibles riesgos. Realizar un chequeo preventivo, que incluya electrocardiograma, examen de fuerza y análisis de sangre, proporciona información vital. En casos de tener una patología pueden requerir pruebas adicionales para garantizar la seguridad durante el ejercicio.
3) Elegir la actividad que más te guste:
Consultar con profesionales ayuda a seleccionar la actividad física más adecuada. Elegir el entrenamiento correcto considera factores como el tipo de vida, intereses y condiciones físicas. Para principiantes, se recomiendan ejercicios aeróbicos, mientras que la supervisión profesional garantiza una transición segura y eficiente.
4) Ir despacio y con constancia:
La gradualidad y la constancia son fundamentales en el camino del ejercicio físico. Tanto para aquellos que nunca se han ejercitado como para quienes llevan tiempo inactivos, empezar suave y progresivamente es esencial. A medida que se adquiere confianza, se puede aumentar la intensidad y la complejidad del entrenamiento. En caso de no ir lento podrías ocasionarte una lesión o desanimarte por no llegar al objetivo.
5) Incorporar nutrientes en la dieta:
La alimentación tiene un papel crucial en el rendimiento físico. Antes del entrenamiento, se recomienda consumir alimentos que aporten energía, como grasas saludables y carbohidratos complejos. Posteriormente, una dieta rica en proteínas y carbohidratos simples facilita la recuperación muscular y el desarrollo físico.
Iniciarse en el fitness no requiere extremismo, sino la adopción de hábitos sostenibles. Al cumplir metas pequeñas y mantener la motivación, se transforma en un viaje gratificante hacia una vida más saludable y activa.
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