Denominada sucursal del cielo, San Pedro de Colalao se vuelve en cada temporada de verano, uno de los destinos de vacaciones más elegidos de Tucumán por la belleza de su naturaleza, la variedad de actividades que se pueden realizar y por un punto importante que resaltan sus visitantes en diálogo con LA GACETA: lo seguros que se sienten allí.
La pequeña villa rodeada de montañas espléndidas, abundante vegetación y un microclima que muchos prefieren por el fresco de sus noches, vive una temporada con números un poco más bajos que otros años, pero no con menos disfrute y propuestas.
“Se arrancó con el 80% de capacidad y en este lugar siempre se ve movimiento local pero también de gente de provincias vecinas”, contó Leticia una de las trabajadores del Punto Digital que el Ente de Turismo tiene frente a la plaza Leocadio Paz de la villa veraniega, e indicó que entre las propuestas que más eligen los paseantes se encuentran las cabalgatas y el trekking en circuitos guiados.
“Tenemos circuitos cortos, medios y largos”, detalló la mujer para luego explicar que “el más chico de ellos comprende la Iglesia, nuestro Punto Digital y todo lo que es alrededor de la plaza”. Mientras que el circuito medio está formado por miradores: “el que se ubica en la gruta de la Virgen y el de Monte Bello”.
“Los circuitos largos son guiados. Uno de ellos es el de Piedra Pintada, un sitio arqueológico que muestra signos tallados por culturas ancestrales en honor a la fertilidad y las cosechas; y Puente del Indio, un puente natural formado por la erosión del tiempo y el agua”, expresó.
Por las noches, además, se puede visitar la Gruta de Lourdes y disfrutar de su show de mapping que enciende con luces y colores el cielo y la estructura del espléndido lugar.
San Pedro tiene ritmo
Las mañanas de San Pedro tienen un aire fresco que invita a caminar temprano por la villa para activar músculos y respirar la serenidad de sus calles y la hospitalidad de los vecinos. Sin embargo, tres veces por semana la música también envuelve la zona de la plaza con una iniciativa que invita a ejercitarse, divertirse y bailar.
María Nieva, oriunda de la zona, es la instructora elegida por el Ente de Turismo para encabezar clases de ritmos latinos los miércoles y viernes; y folclore los domingos. Este espacio saludable, reúne a decenas de personas cada jornada que desde las 10:30 hasta el mediodía, se mueven con esta propuesta diferente.
“Iniciamos con las clases el 2 de enero y vamos a seguir todo el mes de febrero”, comentó la joven quien se mostró feliz por el entusiasmo con el que se recibió la idea que tiene entre 30 y 50 alumnos por día.
“La estrella del proyecto es el folklore porque se suman hombres y mujeres que llegan solos o en pareja con sus pañuelos en mano, para bailar y aprender”, destacó María. Son las clases más concurridas algo que no es extraño porque al caminar las callecitas de la villa. la música tradicional argentina es la que envuelve el ambiente con zambas y chacareras que llegan de casas y comercios de la zona.
La palabra de visitantes
“Viajo mucho y Tucumán es la provincia más hermosa de toda la Argentina. Los tucumanos no valoramos la belleza que tenemos aquí. Quizás por eso una parada obligatoria para mí siempre es San Pedro”. La que pronunció estas palabras es Noemí, una mujer de la capital que llegó junto a seis amigas a pasar un fin de semana rodeada de nuestros paisajes naturales.
“Encontramos el pueblito muy lindo, limpio y bien mantenido”, agregó la señora que resaltó la tranquilidad y la seguridad de la villa veraniega, algo que se repitió en la palabra de más visitantes.
José María junto a su hijo y dos amigos más, pasaron una semana entera en San Pedro, con el principal objetivo de descansar. “Este es un buen lugar para desconectarse y caminar. Nosotros venimos todos los años y lo recorremos mucho”, comentó.
Jorge y Lucrecia son una pareja que disfruta de uno de los campings que se encuentran al costado del río Tipas y expresaron: “Vinimos a descansar, aquí todo está tranquilo y nos gusta que todo es seguro. Deseamos volver siempre porque la tranquilidad que se respira aquí”.
El ambiente de San Pedro es muy familiar aunque también hay muchos jóvenes que disfrutan del pueblo no tan sólo por la noche, sino también al realizar actividades al aire libre por las tardes o tener experiencias distintas a la de la ciudad.
Es el caso de Guadalupe y Florencia, que llegaron juntas desde la capital junto a dos amigos más, un viernes, para pasar el día y descansar ahora sumergidas en el río, cerca de dos niños que recogen mojarritas para ir a pescar.
“Es muy diferente a la capital. Nos gusta la plaza y nos encanta el local de videojuegos que está al frente”, remarcaron. Las chicas hacen referencia a Big Bang, una joya escondida en el centro de San Pedro que tiene máquinas vintage de videojuegos, mesas de pool y su encanto es el hecho de que parece estar detenido en la década de los 80.
“La gente es muy respetuosa, no hay música alta nunca. Es un lugar ideal para descansar”, concluyeron las jóvenes.
(Producción periodistica: Ariane Armas)