01 Febrero 2024
TODO ES POCO. El paraguas tiene otro destino en los días de extremo calor como ayer, para cuidarse del sol. LA GACETA / FOTOS DE JOSÉ NUNO
“Insoportable”. La palabra se repite entre los tucumanos que recorren el microcentro y se usa para describir la ola de calor que atraviesa Tucumán y gran parte del país, y que ha teñido el final de enero de amarillo (la provincia está bajo esa condición), naranja y rojo, por los colores de las alertas que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha lanzado ante las desfavorables condiciones climáticas con las que se despide el primer mes del año.
En la calle son pocos los que se animan a caminar bajo los rayos del sol, ya por lo que por lo general la gente lo hace pegadita a las sombras que ofrecen algunos árboles y techos de locales comerciales, buscando algo de alivio a la agobiante temperatura que ya superaba los 30° antes del mediodía de ayer. Y todo augura ir para peor con el avance de las horas y la inclemente siesta.
Gorras, sombreros, pilusos, lentes de sol y botellas de agua de todos los tamaños, forman parte de los accesorios de los ciudadanos que caminan por la peatonal Celestino Gelsi, necesitados de hacer alguna compra, de paso hacia al trabajo o por alguna obligación, ya que no hay nada de placer en el recorrido al aire libre. Cuando se puede optar, las galerías con los aires acondicionados funcionando a pleno tienen ocupación llena en sus pasillos.
Marcos y Daniel no se conocen pero ayer por la mañana comparten un banco (a cubierto) del paseo peatonal, a donde ambos llegaron para realizar trámites. “Se la está pasando bastante mal con este calor y se siente cada vez peor”, comentó el primero en diálogo con LA GACETA, mientras que su eventual acompañante de descanso agregó: “En la sombra se soporta un poco más; por eso aquí, buscamos resguardo hasta seguir con lo que hay que hacer”.
Unos metros más adelante, Diego ofrece gorros pilusos para quienes salieron desprevenidos y necesitan proteger su cabeza de febo, pero estos días la venta está más lenta. “No tan solo sale menos gente a la calle por la temperatura, también es fin de mes por lo que la situación está complicada”, afirma. Una combinación letal para sus aspiraciones de comerciante callejero.
Quienes sí vieron levantar sus ventas en los últimos días son los heladeros. En las heladerías más céntricas de la ciudad, además de su deseado producto estrella, muchas ofrecen desayunos o meriendas simples que los concurrentes ya no eligen por sobre el frío de las paletas y cremas que han visto crecer firmemente su comercialización en los últimos días.
INCLEMENTE. El clima no dio tregua ayer, pero puede llegar algo de alivio en los próximos días con lluvias.
“Si bien hubo aumentos de precios, se está vendiendo más helado e incluso desde más temprano”, contó Lucas, el encargado de un comercio ubicado sobre calle San Martín y detalló: “Desde las 10 de la mañana hasta cerca de la una, la venta es constante; en la siesta no queda nadie pero a las cinco de la tarde, cuando abre el comercio, sí se activa nuevamente la oferta porque, por las vacaciones, hay familias que salen”.
Lucía atiende a clientes en otra cadena de heladerías y coincide con su compañero de rubro, agregando que por la crisis económica se apoyan en promociones para tratar de atraer clientes. Pero más que las estrategias comerciales, es el calor quien se ha convertido en el mejor aliado en este tiempo difícil y de bolsillos flacos. “Hubo semanas en las que había bajado mucho el consumo y ahora estamos en remontada”, indicó.
Bien aprendidos
En puntos estratégicos de la ciudad, a la espera de un llamado de emergencia, se ubican motoristas del 107. Están preparados para salir raudos ante cualquier eventualidad, pero esta semana no han tenido más trabajo que el habitual, en cuanto a las descompensaciones por el calor se refiere.
“Se encuentran instalados en calles 24 de Septiembre y 25 de Mayo y en la plaza Urquiza, pero se atienden muy pocas de estas emergencias. Siento que el tucumano ya aprendió a cuidarse contra el golpe de calor”, afirmó el director del 107 Francisco Barreiro, en diálogo con LA GACETA.
“Por ejemplo, en el centro no se ve mucha gente en estos días y menos en los horarios pico, que son peligrosos para la salud, como lo es el de la siesta. Puede ser por las vacaciones, pero también es porque hay más conciencia”, insistió.
“Siempre hay descompensaciones de gente mayor que sufre las altas temperaturas y pasa mucho tiempo haciendo cola en bancos, pero afortunadamente en esta oportunidad tampoco estamos en época de cobro”, puntualizó el funcionario sanitario.
Desde Defensa Civil Municipal de la capital advirtieron que el calor “puede ser peligroso sobre todo para los grupos de riesgo, como niños y niñas, personas mayores de 65 años o con enfermedades crónicas”.
Cambio de pronóstico
Días atrás desde el SMN se indicó que las lluvias regresarían a Tucumán entre el sábado y el domingo pero el pronóstico cambió y a la provincia le esperan más días de intenso calor sin el alivio de precipitaciones. “La lluvia que se esperaba el próximo fin de semana sólo podría registrarse en algunas zonas de montaña. En la llanura, nada”, indicó el Observador del SMN, Cristofer Brito. Para hoy, la máxima rondaría los 38 grados.
“Recién se ven tormentas más significativas (arriba de los cinco milímetros) para el jueves 8 y el viernes 9 de este mes y desde es momento podría bajar la temperatura”, agregó y sentenció: “Al calor le quedan unos ocho días por delante”.
En este sentido hay que mencionar que nuestro territorio no es una isla y las temperaturas extremas tienen en emergencia a 20 provincias argentinas siendo Mendoza, Neuquén, La Pampa, Buenos Aires y Chubut las más afectadas, con máximas cercanas a los 40 grados. En un segundo bloque aparecen Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Córdoba, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, La Rioja y Tucumán (Producción periodística: Ariane Armas).
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