Cuando hay altas temperaturas y hace mucho calor, hay una serie de objetos que es mejor evitar dejar en el auto, ya que pueden provocar algunas complicaciones que van desde derretimiento de piezas hasta el incendio de la unidad.
Dejar la botella de agua adentro del auto
¿Por qué? Porque puede provocar un incendio por el mismo principio de la lupa. De la misma manera en la que un cristal magnifica la luz del sol, una botella llena de agua puede concentrar los rayos solares en un punto del habitáculo. Le sigue el humo y luego el fuego.
Ahora, este escenario es más factible en verano, cuando el sol pega con más fuerza y los días tienden a ser más soleados. Según un artículo de El País, si un auto pasa más de dos horas y media al sol sin ventilación o climatización, la temperatura interior del vehículo puede llegar a ser un 88% mayor que la temperatura exterior.
Esto quiere decir que los elementos del habitáculo como los plásticos, cueros y metales pueden llegar a superar entre los 50 y los 70 grados.
Cargar el celular en el auto
Un peligro que no atenta directamente contra la salud del propietario del auto, pero sí contra uno de sus pertenencias -el celular- es cargarlo dentro del habitáculo. Con cada carga vehicular uno contribuye a un gran inconveniente a largo plazo, como puede ser la muerte prematura del teléfono.
El primer tema a tener en cuenta, según explican los expertos en mecánica automotriz, es la calidad de la carga que ofrecen los puertos USB de los autos. Muchas veces el celular puede estar enchufado horas en el auto sin llegar a lograr la carga completa. Esto se debe a que la mayoría de los puertos USB en los autos ofrecen 0.5 amperios, una potencia significativamente inferior a la de los cargadores de celular estándar (1.5 amperios o 2 amperios en el caso de aquellos de carga rápida). Esto quiere decir que el celular va a tardar mucho más en cargar pero, además, que su rendimiento habitual puede ser afectado.
Otro punto a ponderar es el voltaje. Para funcionar, un celular necesita más voltaje que el que los autos normalmente pueden aportar. Por eso, si se usa en simultáneo con la carga, el celular va a consumir proporcionalmente más energía de la que está recibiendo y, además, podría recalentarse.
Por otro lado, puede tener consecuencias en el mismo auto. Los motivos radican en que los smartphones, al igual que cualquier dispositivo electrónico, requieren electricidad para cargarse. Entonces, cuando se conecta un cargador al puerto USB de la cabina, la batería del auto se desgasta.
Esto se debe a que la energía del generador es también la que se usa para cargar a los dispositivos electrónicos. Incluso cuando el cargador está conectado sin el teléfono, la batería del auto sufre una descarga, aunque mucho menor que la que sufre cuando este está conectado. En el peor de los escenarios, la batería del auto podría agotarse súbitamente y sin aviso previo.
En segundo lugar, porque el uso de electricidad dentro del auto -como sucede cuando se enciende el aire acondicionado, el GPS o las luces- implica un consumo de combustible mayor y esto significa menos autonomía en materia de kilometraje, y más contaminación en materia de daño ambiental.
Dejar los anteojos apoyados en el tablero
El principio que aplica es el mismo de la lupa y de la botella de agua llena en conjunto con la luz del sol. Como se dijo antes, si las temperaturas exteriores son altas, las temperaturas interiores del vehículo -sobre todo cuando está estacionado- también lo son, y mucho más.