El robo de cables y artefactos del alumbrado público se transformó en una verdadera pesadilla para las autoridades de Concepción. Es que el flagelo recrudeció en las últimas semanas y amén de dejar sin iluminación a sectores de la población damnificados por el delito, provoca perjuicios millonarios al municipio.
La magnitud queda expuesta en la extensión de cables de cobre que, desde principio de año, han arrebatado los ladrones en plazas, accesos y calles de la ciudad: alrededor de 10.000. “Este problema se ha hecho muy preocupante porque por día reportamos hasta cuatro casos de robos. Y estos no solo se perpetran de noche sino a veces a plena luz del día”, denunció Lauro Sánchez, director de Luminotécnica de la municipalidad local.
El funcionario advirtió que la frecuencia creciente de latrocinios entorpece el avance de los proyectos de ampliación de la iluminación en barrios y otros espacios públicos.
El secretario de Gobierno Fernando Molina dijo por su parte que este tipo de hechos de inseguridad se han constituido en una “problemática muy inquietante”. Tanto es así que este funcionario y el intendente, Alejandro Molinuevo, aprovecharon la visita a la intendencia del Ministro Fiscal, Edmundo Jiménez, para plantearle esa situación.
“Tenemos una carpeta muy nutrida con documentaciones que acreditan los múltiples robos de cables y artefactos de iluminación que sufrió la ciudad. Estos delitos han sido denunciados ante la Justicia que esperamos que, con la Policía, actúe con la celeridad del caso. Pues los perjuicios al erario, o al propio vecino, son enormes”, expuso Molina.
El último robo de cables se produjo el viernes. Fueron alrededor de 500 metros de conductos del alumbrado público que se extendían desde la calle Diego de Villarroel hasta Alberdi, por la calle 24 de Septiembre. Son cuatro cuadras que quedaron en la oscuridad.
Uno de los sectores más perjudicados es el que comprende la Avenida del Bicentenario y rotonda de acceso y salida de la nueva traza de la ruta 38. Ahí hasta se llegaron a derribar columnas no solo para sustraer cables, sino también artefactos de iluminación Led.
“Los ladrones en general operan destruyendo la boca de inspección del cableado, que es subterráneo, y desde ahí extraen los conductos”, explicó Sánchez. “Hace pocos días terminamos de instalar una columna en inmediaciones de la rotonda y a las dos horas ya la habían derribado y sustraído cables y lámpara. Es decir que los delincuentes estaban esperando a que nos fuéramos para operar”, añadió el funcionario.
Investigaciones
Según Molina, la Policía se encontraría a la espera de decisiones judiciales a fin de avanzar en medidas que darían con los presuntos autores de esos hechos y sus cómplices. A pesar de que se trata de un accionar delictual que data de hace un par de años, nunca se avanzó en investigaciones que conduzcan a dar con los ladrones y quienes les adquieren el bronce y los artefactos.
El registro más cercano de este accionar que se repite ahora nos remonta al 2022. Ese año el puente antiguo de la vieja ruta 38 que comunica al municipio con el barrio San Roque de Arcadia, quedó sin iluminación al ser sustraídos más de 500 metros de cables y artefactos del alumbrado público. El restablecimiento del sistema demandó entonces a la intendencia casi un millón de pesos. Para evitar nuevos robos se puso cable de aluminio.
Sin embargo los ladrones arremetieron contra las lámparas. La oscuridad volvió a instalarse. Las 124 cámaras de seguridad instaladas en la ciudad, con un centro de monitoreo con personal del municipio y de la policía, más una Guardia Urbana Municipal (GUM), no alcanzan a frenar el drama delictivo.
“Nuestro personal no tiene facultades para actuar contra los ladrones, pero sí puede reportar a la Policía un hecho delictivo en marcha o por suceder. La cuestión es actuar en el momento justo” sostuvo Molina. Tan preocupante es el problema que el municipio decidió lanzar una línea de WhatsApp (3865421561) para que los vecinos, de manera anónima, denuncien los ataques.
A fondo: Famaillá también realizó una denuncia penal
Famaillá también está sufriendo el robo de luminarias, de cables del tendido eléctrico y de tapas de boca-tormentas. El intendente, Enrique Orellana, resolvió denunciar los últimos hechos ante la Justicia. El que formalmente realizó el planteo judicial fue el director de Alumbrado Público, Exequiel Orieta, luego de las sustracciones de cables, lámparas, columnas, reflectores que practicaron desconocidos en el Paseo de los Artistas, ubicado por calle Lucas Córdoba sin número. El monto de las pérdidas fueron estimadas en $ 40 millones.
Por orden de la fiscal de los tribunales de Monteros, Mónica García, personal de la Brigada Oeste llevó a cabo una investigación que se focalizó en los desarmaderos del municipio, donde se realizaron allanamientos.
En un inmueble ubicado en el barrio San Martín, que sería propiedad de un tal “Gilipillo”, los uniformados secuestraron unos 30 faros de alumbrado público, columnas de hierros y rollos de cables subterráneos, entre otros elementos. Según confirmaron los investigadores, en los próximos días se realizarán más medidas.