El Mollar se recuesta sobre el dique La Angostura, mientras mira al cerro Ñuñorco y respira tradición en cada rincón. La villa es elegida cada año por miles de visitantes para pasar unos días de descanso, seducidos por su belleza, su clima y su tranquilidad. Su despegue final todavía está en ciernes, para lo cual la interacción entre lo público y lo privado es fundamental, como se vio el fin de semana en la Fiesta Nacional de la Verdura.
Más allá de los eventos puntuales, ese trabajo mancomunado puede tener otras expresiones, vinculadas con el día a día. Cada tormenta que golpea con fuerza el pueblo genera el temor por posibles complicaciones y estragos y son constantes los pedidos a las autoridades para que se mejoren calles y accesos y aumenten la protección en ríos y puentes para evitar problemas mayores.
Junto con los reclamos, una docena de pobladores llevó también soluciones: se aunaron esfuerzos entre la iniciativa social y la labor de la Comuna para jerarquizar su calidad de vida en un tema puntual, que puede servir de punto de partida para otras acciones. La necesidad surgió luego de una de las tantas precipitaciones que destrozó el pasaje Adán Cruz, nombrado así en homenaje a un lugareño que forma parte de la historia de esa villa veraniega.
“La calle era un canal casi natural para toda el agua que viene desde las montañas. Es tal el torrente que circula por este pasaje, que produce grietas que en algunos casos llegan hasta la cintura de una persona. Nos causaba un gran problema”, explica Eduardo Carrizo, quien reside en el pueblo en vacaciones y fines de semana desde 1990.
A raíz de este problema, y ya que quedaba intransitable esa vía de poco más de 100 metros, los vecinos se reunieron con el comisionado comunal Jorge Cruz. “Acordamos una forma de inversión conjunta entre vecinos y autoridades, donde nosotros pusimos el cemento, el acopio, la arena y la selección de piedras, y la comuna, la máquina niveladora, el ripio y la mano de obra. De esta forma y con total predisposición comenzó el trabajo, el cual garantiza que no volvamos a sufrir los graves problemas que teníamos. Quedó así demostrado que cuando la sociedad se organiza y el Gobierno acompaña en lo que es de su competencia, se pueden lograr adelantos beneficiosos que hacen al desarrollo de uno de los lugares más lindos de Tucumán”, explicó Carrizo.
El grupo también esta integrado por Luis Mendoza, Ariel Sandoval, Marcelo Cabañas, Manuel Cruz, Sergio Navarro, Indiana López Figueroa, Mercedes Arcadio, María Elisa López Figueroa, Horacio Romero, Mauricio Hoyos, Mayra Méndez y Jorge Jiménez. Todo finalizó antes del comienzo de las lluvias estivales y el resultado quedó a la vista: no hubo inconvenientes en lo que va del año en esa arteria, convertida ahora en una calle-canal que permite que se escurra el agua sin dañar el suelo.
Superado ese problema, aparecen en carpeta otros que generan preocupación, como “la suspensión de trabajos en el encauce del río El Mollar y la falta de defensas que pone en riesgo viviendas y hasta vidas”, agregó Carrizo, que espera respuesta del pedido colectivo a Cruz para “su urgente intermediación ante los organismos competentes a fin de que se solucione esta situación que puede derivar en una tragedia” en las cercanías del puente. “En la parte baja del lago hay maquinarias de Vialidad moviendo piedras y tratando de proteger las barrancas”, afirmó.
Mejoras urbanísticas
El vecino está ilusionado con que El Mollar progrese. “Poco a poco, está avanzando. Tiene un gran futuro pero deben hacerse mejoras urbanísticas, es una zona que tiene mucho potencial. Hay dificultades como la planta de basura o el agua, otra materia pendiente. Hay cinco o seis canillas junto al criadero de truchas, donde se puede ir a buscar agua potable, porque la que llega a las casas no lo es. Es un problema que lleva más de 30 años. Se pueden lograr muchas cosas que hacen al desarrollo de la villa. Espero que lo que hicimos sirva como ejemplo a seguir para que otros vecinos también tengan la misma actitud que nosotros en cualquier parte de la provincia. No podemos estar permanentemente esperando que el Gobierno haga las cosas si tenemos la posibilidad de colaborar. Recibí llamados de otros vecinos interesados en saber cómo había sido el proceso de lo que hicimos nosotros, y se está repitiendo”, señaló, y se pronunció a favor de transformar la comuna en Municipalidad. También pidió inversiones en seguridad vial y una iluminación que vaya desde la rotonda de acceso a El Mollar hasta la de Tafí del Valle.
El actor Guillermo Montilla Santillán también frecuenta El Mollar, aunque su casa está en Tafí del Valle. “He visto menos gente y menos propuestas que el año pasado, cuando hubo muchísimo arte callejero. Deberían gestionar mejor la cultura, sobre todo porque, a diferencia de Tafí, El Mollar tiene características que pueden potenciar las creaciones del lugar: es más residencial, vive más gente, hay una comunidad, está más organizada como población. Si se ajustara la inversión y la promoción, podría ser el punto cultural principal de los valles Calchaquíes”, destacó.
En su mirada, “el museo de Los Menhires que es el que más actividades presenta, con exposiciones, shows y obras de teatro; hay muchos buenos artistas y con un poco más de apoyo, sería un gran lugar ya que tiene mucho potencial”.
Menhires: el gran atractivo
La Reserva Arqueológica Los Menhires con sus tallas de 2.500 años de antigüedad, es el principal atractivo de El Mollar, ubicado frente a la plaza principal. Visitar y hacer deportes en el lago La Angostura, pasear por las ferias artesanales, visitar en El Rincón el observatorio meteorológico o caminar hasta Las Carreras para disfrutar de su cascada son otros atractivos del lugar.