Cepo en Yerba Buena: qué dicen los vecinos tras la primera semana de funcionamiento
En pocos días, el municipio ya colocó algunos trabarruedas a varios vehículos, pero fue más intensa la labor realizando actas de infracción a los conductores. Las opiniones están a favor, pero con matices. Una medida que se espera que dure poco tiempo.
Parece ser un día cualquiera en Yerba Buena, pero algo ha cambiado. Rojo e imponente, algo nuevo empieza a decorar las ruedas de los vehículos en la Ciudad Jardín, y comienza a causarle más de una molestia a los conductores fuera de la ley. La semana pasada, el municipio de la ciudad puso en funcionamiento su sistema de colocación de cepos a vehículos mal estacionados; se trata de una medida empleada como parte de un proceso de reordenamiento del tránsito vehicular. En pocos días, las primeras multas ya empezaron a aparecer. En diálogo con LA GACETA, funcionarios municipales y vecinos de la localidad compartieron opiniones acerca de la nueva disposición.
“Implementamos esta medida por los múltiples pedidos de los vecinos, quienes durante años se quejaron acerca de los vehículos mal estacionados”, indicó Fernando De la Orden, secretario de Gobierno municipal, que destacó las diferencias con el anterior sistema de cepos, que antes realizaba una empresa privada en la localidad. Mencionó que ahora “la inversión la hizo el municipio y aquello que se recolecte con las multas también irá para el municipio; el dinero que se recaude vuelve al vecino”.
Celebrando la medida
Un camión de la Municipalidad transita las calles de lunes a sábados, con horarios rotativos por la mañana y por la tarde. Esta semana ya se pudo ver al vehículo realizar su recorrido por la avenida Aconquija, por el casco viejo y por la avenida Perón. “Hasta el jueves se colocaron sólo seis cepos, pero la cantidad de infracciones que se realizaron fueron muchas más. En muchas ocasiones aparecieron los dueños de los vehículos y no se les colocó el cepo, pero sí se les labró la infracción”, explicó el subsecretario de Tránsito, José Garzón. Es que, si los inspectores detectan una falta, se utiliza un silbato para dar con el dueño del vehículo. Si este no se presenta -pasados algunos minutos de tolerancia- se coloca el cepo. Si el infractor regresa al auto, solamente se labra el acta.
Garzón aseguró que los conductores toman de forma positiva el nuevo control. “Reconocen su infracción y se comprometen a no hacerlo más. Por suerte (hasta ahora) no se registró ningún inconveniente con los infractores”, argumentó el funcionario.
Los vecinos, en tanto, están de acuerdo, pero admiten que hace falta más información oficial. “Una vez un auto se estacionó afuera del garaje de mi casa y no pude salir, porque el dueño no aparecía. Me parece bien que se tomen estas medidas para evitar este tipo de problemas”, indicó Javier, un joven vecino que paseaba con su auto por avenida Aconquija. A pesar de que se mostró a favor del cepo, mencionó que no está al tanto de la tarifa de las infracciones ni del lugar al que debería acercarse a buscar el vehículo en caso de que sea secuestrado. “Creo que deberían esforzarse un poco más en hacerle saber eso a la gente” agregó.
“El cepo es una solución, porque la gente en la ciudad no respeta las normas de tránsito; esperemos que dé resultados”, sostuvo Marcelo, chofer de taxi. A diferencia de Javier, se mostró con más conocimiento acerca de la medida y de las nuevas tarifas de infracción y hasta aseguró estar bastante satisfecho con las formas de pago. “Ahora se puede abonar con un posnet ahí mismo, en el momento en que te hacen la infracción, o si no por Mercado Pago o por todas las aplicaciones que se usan ahora. Eso está bueno, lo hace mucho más fácil que antes”, señaló.
El taxista también reflexionó sobre la responsabilidad en los problemas de ordenamiento urbano: “La obligación es siempre de ambas partes, de los conductores y del municipio. Sí, los conductores deberían ser más cuidadosos, pero las autoridades también deberían poner más cartelería y repintar algunas calles para que sea más claro para transeúntes y para los conductores en qué lugares se puede estacionar y en cuáles no”.
¿Una medida momentánea?
Abigail es una joven que trabaja en un reconocido local de pastas sobre avenida Aconquija. Por ello, está en constante contacto con autos mal estacionados. Pocos minutos antes de hablar con LA GACETA vio cómo se le colocaba un cepo a un vehículo en las puertas del local donde trabaja. “Me dio un poco de lástima el chico de la camioneta (en infracción). Por ahí es medio arbitraria la decisión... De todas formas, para mí está bien la medida, porque se cuida a la gente que transita, pero también debería haber más señalización, que no sea solo ponerle el cepo a los autos y ya”, advirtió.
Las infracciones varían en sus precios: el trabarruedas tiene un importe equivalente a 40 litros de nafta de 97 octanos (promedio entre las distintas marcas); el servicio de acarreo tiene un importe equivalente a 50 litros de nafta de 97 octanos y el depósito por día cuesta el importe equivalente a cinco litros de nafta de 97 octanos. En caso de infracción, se presenta en el lugar un cobrador para el pago on line, pero las multas también se pueden abonar en la Tesorería Municipal. Una vez que esté todo saldado, el camión retirará la traba de la rueda. Si, en cambio, el vehículo termina secuestrado, se podrá retirar del galpón de avenida Perón al 900.
La idea del municipio -aseguró De la Orden- es que este sistema no siga funcionando a largo plazo, es decir; pretenden que la colocación de cepos ayude a que la circulación en Yerba Buena se reorganice y que no haya necesidad de colocar infracciones o restricciones a los vehículos en el futuro
(Producción periodística: Leandro Díaz).