La sorpresa del jueves fue la inclusión, casi sobre la hora, de Alexis Rad en el banco de suplentes de Atlético. Inmediatamente después que el plantel arribó al Monumental, el club informó que el juvenil de 16 años había sido convocado de último momento para ocupar el lugar de Nicolás Servetto, a quién no le había llegado la habilitación.
Para ser estrictos, en realidad la habilitación llegó, pero sobre la hora (a las 19.30, a menos de 120 minutos de la hora señalada para el inicio del juego). Previniendo esto, Sergio Gómez y Favio Orsi habían citado a tres jugadores de la Reserva con contrato vigente: Rad, Rodrigo Morales y Leonel Vega.
Mientras tanto los dirigentes, divididos entre Tucumán y Buenos Aires, trabajaban para que todos los jugadores que habían sido convocados por la dupla pudieran estar en condiciones de jugar en el debut en la Copa de la Liga. “El trabajo de miércoles y jueves fue hora a hora, minuto a minuto, con permanente contacto con el cuerpo técnico”, advirtieron desde la CD.
Hasta las 18 se habían logrado las habilitaciones de tres futbolistas. Uno de ellos fue Francisco Flores, por quién debían actualizar los papeles teniendo en cuenta que se había renovado el préstamo y que ahora tiene opción de compra. Con la situación del central en orden, Morales fue desafectado inmediatamente.
Por su parte, Lucas Ambrogio y Mateo Coronel fueron los otros que recibieron el “ok” casi a último momento.
Coronel, con su gol, terminó siendo determinante para el empate ante el “canalla”; en tanto que Ambrogio tuvo su debut -también saltando al campo desde el banco- y dejó buenas sensaciones de cara al futuro. La habilitación de Servetto fue la última en llegar y, para no asumir riesgos innecesarios, se decidió que el delantero recién debute el lunes frente a Instituto por la segunda fecha de la Copa de la Liga.
Esta situación algo engorrosa por la que también pasaron Newell´s, Central Córdoba, Instituto y Deportivo Riestra (los equipos que abrieron el juego en el 2024) permitió que los juveniles vivan un día de partido atípico.
Rad, acostumbrado a alentar al “decano” desde las tribunas, de repente se encontró con una oportunidad impensada; más allá de que sabía que era difícil que termine sumando minutos. “En el estadio me dijeron que debía cambiarme, que iba a ir al banco. Me puse feliz y nervioso, pero lo intenté tomar con calma y disfrutar. En el calentamiento, no lo podía creer. Siempre lo iba a ver al equipo y ahora iba a estar en la cancha, con la gente cantando. Miraba a la tribuna y no lo podía creer”, expresó el jugador clase 2008.
Vivir el partido desde el banco de suplentes fue el broche de oro de un día en el que Rad comprobó qué se siente ser un jugador profesional. Compartió todo el día de concentración, y participó de los trabajos de activación física y de las charlas técnicas por la mañana.
Sin embargo, hay un tesoro que para Rad fue la frutilla del postre. “Disfruté al máximo de una experiencia única. Lo mejor de esa noche fue que me regalaron la camiseta y el short con mi nombre; no lo podía creer. Estoy muy feliz por esto que estoy viviendo”, respondió el lateral por izquierda que, en menos de 20 días vivió de todo: se entrenó con el plantel de Primera, firmó su contrato como profesional y fue al banco de suplentes en un partido oficial. “Redondito” e inolvidable.