Más de 55 millones de personas tienen demencia en la actualidad y cada año se diagnostican casi diez millones de casos nuevos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hasta hace unos años, la única forma de saber con certeza que una persona había sufrido alzheimer era realizar un estudio post mortem de muestras del cerebro.
Tiempo después se descubrieron biomarcadores que permiten identificar la enfermedad en el líquido cefalorraquídeo mediante una punción lumbar. Y ahora ya es posible detectarla con un análisis de sangre, obviamente una prueba mucho menos invasiva que la punción lumbar.
Así lo ha demostrado una investigación internacional que se presenta en la revista JAMA Neurology. Este nuevo test de diagnóstico tiene una precisión de más del 90% y su incorporación en el proceso diagnóstico podría reducir hasta un 80% la cantidad de pruebas requeridas para confirmar el diagnóstico de la enfermedad, consignó un artículo del portal Saber Vivir.
Se trata de un gran avance en este sentido, ya que permite identificar con una extracción de sangre la enfermedad, lo que facilita la detección precoz y que los afectados puedan someterse cuanto antes a tratamientos para frenar la progresión de la enfermedad. El test también permite analizar la respuesta a los tratamientos de los pacientes.
Actualmente, para diagnosticar el alzhéimer se utilizan dos tipos de pruebas. Por un lado las pruebas de neuroimagen como la resonancia magnética y la tomografía computarizada que proporcionan imágenes del cerebro y permiten detectar signos de cambios y atrofia; y el análisis del líquido cefalorraquídeo que rodea y protege el cerebro y la médula espinal.
Esta última prueba se realiza con una punción lumbar para extraer un poco de líquido y se hace bajo anestesia local en la parte baja de la espalda.
Un test revolucionario
Los investigadores han descubierto que la presencia de proteína TAU fosforilada 217 en plasma es un indicio claro de acumulaciones patológicas de las proteínas beta amiloide i TAU en cerebro, es decir, de alzhéimer.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores compararon los resultados de las dos pruebas diagnósticas que se usan habitualmente para el alzhéimer (técnica de neuroimagen y punción lumbar) con el test de análisis en sangre de la proteína TAU 217, en concreto con un test de la compañía ALZpath que ya está disponible en el mercado.
Revisaron información de 786 pacientes con alzhéimer en España, Canadá y Estados Unidos. Dos tercios de ellos fueron diagnosticados antes de mostrar signos de deterioro cognitivo, con una edad promedio de 63 años y un 64% de mujeres.
La prueba de sangre mostró una fiabilidad similar a las técnicas tradicionales de neuroimagen y análisis de líquido cefalorraquídeo. También fue sorprendente descubrir que la proteína TAU 217 ya está presente en la sangre en la fase preclínica del alzheimer, incluso antes de que aparezcan los primeros síntomas.
A medida que la enfermedad avanza, la concentración de esta proteína aumenta y también aumenta la atrofia cerebral y la presencia de proteínas anómalas en el líquido cefalorraquídeo, todo ello signo de alzhéimer.