“En mi pueblo te dicen que si te silban no respondas, son las reglas”, afirma seguro, casi solemne con esa preparada voz de actor, Andrés D’Andrea. “Allá arriba en los cerros, cerca y pasando donde es la Ciudad Universitaria, en San Javier, si una noche amanecés peinada, son las brujas”, narra Noé Andrade mientras se arregla el cabello con sus manos. “Vivía en un pueblo del interior, y se dormía la siesta: de tres a cinco el silencio era total”, cuenta Joel Alonso en “La última siesta” con la aparición del Viejo de la Bolsa. Situaciones similares ocurren en los episodios “Condolencias”, “Padre” y “Quién toma el té con Val Gardena”.
En la provincia y en la región existen decenas de leyendas y cuentos que servían para hacer temer y asustar a niños y jóvenes, y que alimentaban la fantasía en un tiempo en el que no existía internet, ni siquiera televisión.
Si hay algo que poco o no nada puede discutirse en “Relatos a oscuras” es que el objetivo del director Gonzalo “Bonzo” Villegas se cumple. El clima de misterio, principalmente, (música, color, ritmo, actuaciones) se logra en estas historias de la región. Desde este punto de vista, es todo un aporte desde la ficción.
“Elegimos algunos de los mitos que escuchamos una y otra vez durante nuestras infancias, como el del Viejo de la Bolsa, la cueva de la Salamanca y el Duende Silbador. Todos seres que atemorizaron a los habitantes del NOA durante generaciones a través del boca en boca, y queríamos darlos a conocer al resto del país”, afirma Bonzo Villegas, el director de la miniserie que se estrenó el jueves en Cont.ar, y que quedó en su cartelera.
Seis capítulos
“Relatos a oscuras” se plantea en seis capítulos y ya se pudo ver en agosto del año pasado cuando se inauguró una nueva edición del Festival de Cine Gerardo Vallejo. Villegas ha realizado “Busca consuelo”, “Totitita” y “Migui”. A modo de Alberto Laiseca, aquí también hay un narrador que relata en presencia y en off, un ciclo que se realizó entre 2002 y 2005 (a la medianoche por I.Sat).
Joel Alonso, Bernabé Quiroga, Joaquín Casanova, Noé Andrade, Lucía Masaguer, Belén Arias, Lucio Pierola, Gabriel Rodríguez, Sergio Domínguez, Andrés D’Andrea, Luciana González, Andrea Barbá, Mabel Robles, Claudio Gigena, Liliana Sánchez y Mariano Juri, entre otros, son los actores y actrices que participan en el proyecto; incluso el mismo director aparece en uno de los episodios.
- ¿Cómo surgió este proyecto?
- El proyecto surgió a partir de una coproducción entre el Ente Cultural y la plataforma Cont.Ar. Me contactaron para escribir y dirigir una miniserie de terror y fantasías se tomara inspiración de mitos y leyendas de la región. Para escribir el guión, trabajé en conjunto con Facu Tai Cardoso, con quien ya habíamos laburado en varios proyectos pasados, como en el cortometraje “Migui” (participó en el festival Buenos Aires Rojo Sangre).
- ¿De qué manera se llevó a un set este proyecto?
- Desde el Ente Cultural tuvieron la idea de agregar historias originales de un autor tucumano, y así fue que basamos dos de los episodios en cuentos de la escritora Adriana Lucero. El principal desafío fue lograr un verosímil para la variedad de historias que se desarrollan en un mismo espacio con fondo negro. Para conseguirlo, fue fundamental el trabajo de Juan Aguilar en la dirección de arte y de Adrián Di Toro en la dirección de fotografía, ambos hicieron una labor destacable y siento que el objetivo fue superado. Claro que también hay que resaltar el diseño de sonido de Gerardo Alderete y la música de Pablo Terraf y Mariana Giménez, que terminan de conformar un mundo narrativo que esperamos que los espectadores puedan disfrutar plenamente, eso sería lo óptimo para todos nosotros.
- Hay una puesta en escena que no es común en este tiempo.
- La idea es evocar ese boca en boca que hizo que las historias llegaran a nosotros en un principio. Una persona que cuenta algo que le sucedió, o que le pasó a un familiar, o a un conocido, poniendo énfasis en los elementos fantásticos que caracterizan al folclore de la región. En cada episodio, una historia es contada por un narrador y representada por actores que logran transmitir el suspenso adecuado para revelar distintos mitos y leyendas que viajan de generación en generación. A la hora de decidir cómo filmarlos, nos dimos con que no sería fácil, porque las locaciones de los cuentos son variadas, van desde parques de ciudad a los cerros, pasando por el monte santiagueño. Pero las limitaciones del presupuesto nos llevó a ponernos creativos, y decidimos filmar en una sola locación, apostamos allí. En blanco y negro se rodó en un set del campus de la Escuela de Cine de la UNT.
Datos, objetivos, inversión
- La miniserie “Relatos a oscuras” se grabó durante varias jornadas y se contó con un equipo de técnicos y actores, muchos de ellos trabajadores del Ente Cultural de Tucumán, aunque también participaron muchos profesionales independientes. Cuando se firmó el acuerdo, Cont.ar lo celebró, destacando que la plataforma “es una herramienta para dar a conocer el contenido argentino”.
- Por razones presupuestarias todo el trabajo se hizo en un set de filmación de la Escuela Universitaria de Cine, Video y TV de la UNT, dentro del Centro Universitario de Producción Audiovisual (CUPA).
- La filmación se realizó en el segundo semestre de 2022. La inversión fue de $5 millones. También intervino la Cámara de la Industria Audiovisual de Tucumán (CIAT).
- “El objetivo central es lograr una serie 100% del NOA, realizada por técnicos y actores de la región, con historias que reflejan nuestra identidad y nuestra culturas”, explicó el director Bonzo Villegas.
- Son seis capítulos que abordan mitos y leyendas del interior del país y dura 10 minutos cada uno.
- “Prohibido silbar”: tres mochileros se burlan de las reglas de un pueblo tranquilo en una reversión del duende silbador, que ataca a quien se atreve a responder su silbido.
- “El peinado”: Carmencita y su mamá viven una vida rutinaria, pero ella despierta cada mañana con un nuevo y elaborado peinado. Cuento para asustar a los padres de niñas coquetas.
- “La última siesta”: dos niños deciden romper la regla de dormir la siesta y salen a enfrentar el calor, pero se encontrarán con algo mucho más siniestro, con una versión del mito del “Viejo de la Bolsa”.
- “Quién toma el té con Val Gardena”: un hombre lleva una vida tranquila en el hogar de ancianos. Pero un día, la Muerte se sienta con él a tomar el té, para cobrarse lo que se le debe.
- “El padre”: el Gitano Domínguez siente envidia de su talentoso padre, y quiere ser un virtuoso como él. Para lograrlo, el monte le hará pagar un precio, basado en la leyenda santiagueña de la Salamanca.
- “Condolencias”: su marido se marchó a la guerra y algo dentro de ella le dice que no volverá. Pero una noche, el timbre de su casa suena.