La fórmula de un policía que persigue infructuosamente a un criminal y un académico que es el único que puede ayudarlo ha sido recurrente en el cine de acción y suspenso. En “Muti: rituales mortales”, se repite con el condimento de que el detective Lucas Boyd (interpretado por Cole Hauser) está traumatizado por una tragedia personal y de que quien lo debe ayudar es un antropólogo que esconde un secreto inconfesable, protagonizado por Morgan Freeman.
La película dirigida por George Gallo bucea en un guión que coquetea con elementos sobrenaturales de la magia negra africana de la tribu Muti, a partir de los cuales el asesino en serie despliega su accionar. El bloqueo de Boyd parte de que no logra superar la muerte de su pequeña hija ni el suicidio de su mujer. Los cuerpos ultimados siguen apareciendo, y necesita de la urgente ayuda de un académico reacio para que todo concluya, aunque le cueste la vida.