El Reloj del Juicio Final se volvió a fijar a 90 segundos de la medianoche por segundo año consecutivo. Esta herramienta simbólica fue creada por los científicos y representa el momento en el que la Tierra sería inhabitable por culpa del ser humano.
El Boletín de los Científicos Atómicos es el encargado del reloj desde su creación en 1947 y este martes en Washington configuraron el reloj en la misma hora que en 2023, donde tomaron la decisión de rebajar de 100 a 90 segundos para el apocalipsis.
Dicho Boletín fue fundado en 1945 por Albert Einstein, J. Robert Oppenheimer e investigadores de la Universidad de Chicago, Estado Unidos. Juntos desarrollaron las primeras armas atómicas. Dos años después crearon el Reloj del Juicio Final para alertar sobre posibles amenazas a la humanidad y al planeta.
Reloj del Fin del Mundo
Lo que preocupa a los científicos y amenaza a la humanidad es el uso constante de armas nucleares en la guerra de Ucrania y el esfuerzo de Rusia, Estados Unidos y China para mejorar el desempeño de sus armas atómicas.
“Aumentan el riesgo de que estalle una guerra nuclear por un error de cálculo”, sentenció el Boletín en un comunicado y tildó de “siniestras” a las “tendencias que continúan apuntando al mundo hacia una catástrofe global”.
A esta lista se le suma la crisis climática ya que “la Tierra experimentó su año más caluroso jamás registrado” y a causa de la “falta de acción” sobre dicha problemática “se han arraigado inundaciones masivas, incendios y otros desastres climáticos” que “amenaza a miles de millones de vidas y medios de subsistencia”.
Otro ítem es la Inteligencia Artificial (IA). Según la presidenta y directora ejecutiva del Boletín, Rachel Bronson, la IA “podría mejorar o amenazar a la civilización de innumerables maneras” ya que tendría un gran potencial militar y de desinformación. Además, dicha tecnología no estaría controlada del todo, advirtieron los científicos.
Sin embargo, destacaron la tarea que realizan muchos países al reconocer la importancia de su regulación para tomar medidas y “reducir el potencial daño”.