Entusiasma la disminución del consumo de cigarrillos

Entusiasma la disminución del consumo de cigarrillos

Un informe de la Organización Mundial de la Salud trae datos alentadores en la lucha antitabáquica. La presión de la industria y las políticas activas de los países. Qué es lo que falta por hacer para cumplir objetivos.

UN SERIO PROBLEMA DE SALUD. En la Argentina fallecen 44.000 personas por año por el consumo de tabaco. UN SERIO PROBLEMA DE SALUD. En la Argentina fallecen 44.000 personas por año por el consumo de tabaco.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco mata a más de ocho millones de personas por año, de las cuales 1,3 millón son fumadores pasivos. El del cigarrillo es un problema global al que distintos organismos han atendido, con un objetivo claro: disminuir el consumo. Y, luego de décadas de campañas de concientización, finalmente hay resultados: según un nuevo informe de la OMS, entre 2000 y 2022, la población adulta que fumaba se redujo del 33% al 20%. Es una victoria, pero todavía queda mucho por hacer.

En números puede parecer poco, pero el cambio es significativo. Quiere decir que, hoy, sólo uno de cada cinco adultos consume tabaco, en comparación con uno de cada tres a comienzos de década. El informe recopila información de todo el mundo, y muestra que en 150 países están reduciendo con éxito el consumo de este producto nocivo.

En la Argentina también hay estadísticas: la tasa actual de tabaquismo entre personas de 15 años o más es de 23.8%, pero hay naciones como Brasil y Paises Bajos que han tenido más éxito en sus acciones. Desde que implementaron medidas de control del tabaco, Brasil logró una reducción relativa del 35% desde 2010 y los Países Bajos están a punto de alcanzar el objetivo del 30%.

“En los últimos años se han logrado buenos avances en el control del tabaco, pero no hay tiempo para la autocomplacencia. Estoy asombrado de hasta dónde llegará la industria tabacalera para obtener ganancias a expensas de innumerables vidas. Vemos que en el momento en que un gobierno cree que ha ganado la lucha, los productores aprovechan la oportunidad para manipular las políticas sanitarias y vender sus productos mortales”, afirma el médico Ruediger Krech, director del departamento de Promoción de la Salud de la OMS.

Realidades

Las tasas de tabaco entre la población adulta del mundo están en baja, pero todavía hay en el planeta 1.250 millones de fumadores. Por ello la OMS insta a los países a seguir implementando políticas para desalentar su consumo y a seguir luchando contra la interferencia de la industria tabacalera en la adopción de acciones gubernamentales en ese sentido. Hay seis naciones en las que, en vez de disminuir, el consumo ha aumentado: Congo, Egipto, Indonesia, Jordania, Omán y República de Moldova.

Según las proyecciones del estudio, el mundo logrará una reducción relativa del 25% en el consumo de tabaco para 2025, el 5% menos que el número fijado en marco de los objetivos a cumplir para la fecha límite de eliminación de enfermedades no transmisible (ENT). Pero solo 56 países en todo el mundo alcanzarán este objetivo, cuatro países menos que el último informe de 2021.

El informe hace hincapié en que las encuestas nacionales muestran que en la mayoría de los países, los niños de entre 13 y 15 años consumen tabaco y otros productos con nicotina. Y a eso hace referencia Krech. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las tabacaleras gastan por año U$S9.000 millones en publicidad para enganchar a nuevos consumidores, cada vez más jóvenes además.

Para proteger a las generaciones futuras y para garantizar que el consumo siga disminuyendo, la OMS dedicará el Día Mundial Sin Tabaco de este año (se conmemora el 31 de mayo) a proteger a los niños “de la interferencia de la industria tabacalera”. Pero antes, expertos de todo el mundo se reunirán en Panamá para la décima sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la OMS para el Control del Tabaco, un evento en el que se espera que la industria tabacalera ofrezca incentivos financieros y en especie para influir en las políticas sanitarias mundiales a favor de sus intereses económicos.

¿Y en la Argentina?

Según resultados de la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, en el país cada año mueren algo más de 44.000 personas por enfermedades relacionadas con el tabaco; algo así como el 13% del total de decesos generales que se registran oficialmente.

Lo relevado muestra que el consumo ha disminuido tanto en población joven como adulta; los datos -registrados entre 2005 y 2019- lo confirman en la Argentina: la prevalencia de consumo de tabaco fue del 22,2%; en Tucumán, puntualmente, fue en ese período del 23%.

“Aunque la tendencia del consumo es descendente tanto en jóvenes como en adultos, la prevalencia y la mortalidad siguen siendo altas en comparación a otros países de la región, y el avance de las políticas más lento de lo necesario”, advierte el informe de la Encuesta.

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Cigarrillo electrónico

Un producto que enciende alarmas

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una alerta solicitando la regulación de los cigarrillos electrónicos, considerados productos que “no ayudan a dejar de fumar” y que “hay pruebas alarmantes de que perjudican la salud”. “Se necesitan medidas urgentes de control para proteger a los niños y a los no fumadores y reducir todo lo posible los efectos de estos productos en la salud de las personas”, apuntó la agencia sanitaria de la ONU. Los cigarrillos electrónicos están prohibidos en 34 países; en 88 estados no hay edad mínima para comprarlos y en 74 naciones no hay normativas que regulen su venta. El director general de la OMS lamentó que estos productos se promocionen entre personas muy jóvenes para crearles adicción a la nicotina.

Además, resalta que en el territorio nacional “los efectos de esta epidemia son preocupantes, no sólo por su impacto en la salud de las personas, sino porque también representan un alto costo para la economía personal, familiar y nacional. A modo de ejemplo, en 2013, el país gastó más de $33.000 millones en atender enfermedades producidas por el consumo de tabaco, lo cual representó el 7,5% del gasto total en salud de ese año”.

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