“Yo voy andando y cantando,/ es mi modo de alumbrar”, reza la canción “Luna tucumana”, de Atahualpa Yupanqui, compañera de bailarines, poetas y cantantes. Adoptada como un himno provincial, le da nombre al espectáculo que la delegación oficial del Ente Cultural de la Provincia llevará al Festival de Folclore de Cosquín, donde lo estrenará mañana en el segmento “Postales de provincia”.
El baile, el canto, la música y lo visual se entremezclan en la nueva presencia institucional en el encuentro tradicionalista, que será transmitido por la Televisión Pública para mostrarle al mundo la belleza cultural que tiene Tucumán.
Entre ensayos, anécdotas, risas y lágrimas, los protagonistas de esta historia le cuentan a LA GACETA el detrás de escena, los preparativos y lo que viven como familia antes del momento tan ansiado de subir al escenario de la plaza Próspero Molina. Un personaje especial se filtrará en la narración para sorprender con un toque diferente. Pero habrá que esperar hasta el final para conocerlo.
La propuesta diseñada por Luis de Armas Dorado busca sensibilizar al espectador, para que baile, cante y viva una experiencia sin igual. Esa emoción la sienten ya los miembros del grupo involucrado en el proyecto, que se encuentran en el teatro San Martín, donde ensayan desde diciembre sin descanso para que todo salga perfecto. Seleccionados en un concurso que abarcó toda la provincia, muchos se conocieron sobre el escenario y representan en sí un atractivo abanico del norte, centro y sur tucumano.
Sofía Ovejero es parte del ballet y viaja todos los días desde Monteros. “Ojalá que todos los que no han tenido la oportunidad de ser parte en esta oportunidad, se sientan orgullosos de lo que vamos a llevar y a poner en escena”, dice mientras remarca la importancia que implica un buen equipo. “Tenemos directores maravillosos. Siempre que hay una buena base, arriba se construye firme”, comenta.
Para Martín Guerra, será la segunda vez que represente a la provincia en la delegación. “Tuvimos que pasar por una instancia de danza tradicional, malambo y coreografía estilizada en las audiciones para terminar siendo elegidos. Sentí mucha gratitud al quedar seleccionado, es una manera de ser reconocido por los años que uno tiene en esto. No hay nada mas lindo que representar a tu propia tierra a través de la danza y la música y ponerse la camiseta de Tucumán”, cuenta emocionado. Su familia, como la de muchos de los integrantes, no podrá acompañarlos en el viaje debido a la situación económica que transita nuestro país, lo que -a su criterio- potencia la decisión del Ente de decir presente en el festival.
Mientras los directores se posicionan en sus lugares, los músicos y los bailarines se alistan para comenzar uno de los últimos ensayos, presenciado por LA GACETA. Hay precisiones que se dan, consejos que circulan, manos que ayudan. Todo está vinculado y nada se descuida. En ese aspecto, habrá un soporte especial. “Lo visual dialoga con cada canción, narrando figuras, colores y elementos que representan nuestro territorio con una estética multimedia de vanguardia”, expresa Jorge de Barnichea, quien es el responsable audiovisual de lo que se proyectará.
El aporte del rap
Lo novedoso de este espectáculo excede a las proyecciones y se cuela con un narrador distinto y rupturista para la estética clásica del folclore. Desde el punto de partida de la reivindicación de Tucumán y fotografiando, a través de la palabra y la música, la fauna, la flora y los paisajes que lo embellecen, Augusto Obeso (conocido como Owen) aporta rap a la presencia en Cosquín. Ya tiene experiencia en combinar los ritmos urbanos con el folclore cuando experimentó con Bruno Arias y cuando actuó en Monteros Canta a la Patria en 2018, y también lo hizo con el jazz. “Me gusta que la música sea una licuadora y mezcle estilos”, asevera el artista oriundo de Famaillá, quien comenzó hace 15 años y es escritor, batallador de freestyle y cantante invitado de Cosas Raras.
Como el de todos, sus comienzos fueron en las plazas. “Ahora tengo las piernas temblando como gelatina, porque ir a Cosquín me genera vértigo. No puedo fallar, porque le fallaría a todos mis compañeros y a Tucumán, así que a darle para adelante con confianza; confío en que retraté lindo a la provincia y espero que les guste”, sostiene.
La idea de incorporar el rap fue propuesta por De Armas Dorado, luego de que el folclore llegara a su hijo a través de una canción reversionada en ese estilo. “Los chicos reciben la cultura desde otro lugar, por eso esto es un guiño hacia ellos, quisimos acercarnos a su lenguaje”, confiesa el director. Sergio Cabudo Contreras se encargó de comunicarse con Owen y le pidió hacer “Luna tucumana” a su modo.
Entonces el rapero, comenzó a hilar las ideas, a jugar con los paisajes tucumanos y comenzó su magia. “Me gusta que la poesía, la música o el rap, transmita imágenes y que teletransporte a la gente a diferentes lugares. Esto me conecta conmigo mismo y vuelvo a ser el changuito que escuchaba folclore y veía el paisaje de la ciudad”, añade. Contreras aportó desde lo fónico para que la letra quedara armoniosa y Augusto se concentró mas en la escritura. “Soy más de ver la letra y cómo queda gráficamente. Por pasarme de poeta, me cuelgo de la fónica y el Cabudo supo ver eso. Estamos dejando en alto la bandera de Tucumán, soy el responsable de que esto cierre bien y así será”, promete.
Hoy será un aporte distintivo en un territorio mayormente conservador, una apuesta que habla más del futuro que del pasado pero reconociendo y reivindicando las raíces identitarias de la provincia (Producción periodística: Natalía Roldán).