19 Enero 2024
“SEGUIMOS IGUAL O PEOR”. Silvino Báez y su esposa Graciela Sosa. archivo
“Seguimos igual, hasta peor. Nunca pensé que con el correr del tiempo iría empeorando. Me siento bajoneada, pasaron las fiestas de Navidad y Año Nuevo, que fueron muy difíciles para nosotros”, dijo Graciela Sosa en diálogo con la agencia de noticias Télam, al cumplirse hoy el cuarto aniversario del asesinato de su único hijo, Fernando Báez Sosa (18 años).
Se trata de un caso ocurrido en 2020 que conmocionó a la sociedad y que tomó repercusión nacional por la violenta muerte que sufrió el joven a manos de una patota a la salida de un boliche de Villa Gesell.
“Extraño terriblemente a mi hijo. Ya son cuatro años y para nosotros el tiempo se detuvo, no somos los mismos que éramos antes. Vamos a llevar un duelo para siempre, por lo que tratamos de convivir con tanto dolor. No encontramos una razón o un motivo para vivir en paz”, expuso Graciela Sosa que brindó un conmovedor testimonio con su marido Silvino Báez. El matrimonio convocó a una concentración de misa interreligiosa que se desarrolló ayer en las escalinatas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en el barrio de Recoleta.
El caso
El 18 de enero del 2020 a la madrugada, a la salida del boliche “Le Brique”, en Villa Gesell, Fernando, quien era estudiante de abogacía, fue atacado por un grupo de jóvenes con los que había discutido minutos antes dentro del boliche.
El ataque quedó filmado por al menos una decena de cámaras de seguridad municipales y de teléfonos celulares de eventuales testigos, lo que fue clave para individualizar a los agresores.
En 2023, por el crimen de Báez Sosa, los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia del Tribunal Oral de Dolores, condenaron de manera unánime a prisión perpetua Máximo Thomsen (24 años), Ciro Pertossi (23), Enzo Comelli (23), Matías Benicelli (24) y Luciano Pertossi (22). También penaron a 15 años de cárcel, como partícipes secundarios de homicidio doblemente agravado, a Blas Cinalli (22), Ayrton Viollaz (24) y Lucas Pertossi (24).
La sentencia aún no quedó firme y en la Justicia se sigue tratando los recursos defensivos que plantean una reducción de los años de pena para los condenados.
Durante la entrevista que le brindó a Télam, Sosa manifestó su esperanza de que el Tribunal de Casación Penal bonaerense “hará justicia” al resolver las apelaciones de las condenas a prisión perpetua de cinco de los involucrados en el hecho y de otros tres que recibieron 15 años de cárcel.
“Le llegaron rumores al doctor Fernando Burlando (abogado de los Báez Sosa) que a algunos (de los sentenciados) les quieren bajar la condena porque son muy jóvenes para tantos años de cárcel. Pero una vez que uno cumple 18 años, uno tiene que hacerse cargo de sus actos. Deben hacerse responsables del asesinato de mi hijo”, manifestó Silvino.
“Cuando se hace larga la espera se generan muchas cosas, pero confío en que se hará justicia por Fernando. Habiendo tantas pruebas, confío en que se hará justicia”, expresó Graciela.
El padre de la víctima también dejó ver el sufrimiento con el que convive a diario. “Pasaron 4 años de esos días fatídicos, pero nosotros estamos en el mismo día siempre. A nosotros nos cambió la vida para siempre. Necesitamos justicia ejemplar para que nosotros podamos seguir con más tranquilidad. Los asesinos de mi hijo tienen muchos privilegios en la cárcel, no debería ser así, tendría que ser como cualquier hijo de vecino”, explicó Silvino, que se mostró indignado con el trato (que entendió preferencial) que reciben los condenados en la Alcaidía 3 de Melchor Romero, donde están alojados.
Báez también admitió que le duele mucho cada vez que se entera de que un joven fue asesinado por una golpiza en un boliche.
Recientemente, el caso del crimen de Tomás Tello (18 años) movilizó a la familia Báez Sosa. El 1 de enero Tello fue asesinado también por una patota durante las celebraciones por el Año Nuevo. Por el caso hay 11 detenidos.
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