Una de las historias que se esconden detrás de Talleres (Metán) es la Robert Olguín, quien además de ser el DT del equipo es el presidente del club.
Para Olguín, Talleres lo es todo. Hace 25 años que forma parte de la institución pasando por diversos cargos tanto dirigenciales como deportivos. “La multifuncionalidad en el club es algo que siempre pregoné en mi vida. Siempre debe haber un líder que tenga el arraigo necesario para inspirar a los más chicos. Desde 1998 que tengo ese objetivo aquí dentro”, aseguró en dialogo con LA GACETA.
En su rol como DT, aseguró que su equipo no se sintió cómodo en San Pablo debido al estado del campo de juego. “No salió nuestro juego por las vicisitudes que presenta la cancha. Pero, con hidalguía y garra nos llevamos una gran victoria”.
Por otro lado, remarcó que, pese a ser un “club chico”, existen ciertos valores que son innegociables. “Venimos con el perfil bajo. Nosotros no jugamos por un resultado, sino que valoramos más lo actitudinal y, sobre todo, que los chicos crezcan dentro de lo que es Talleres”, indicó Olguín que se dedica a la docencia en su ciudad natal. “Somos una familia. No tenemos sede, sino una casa en la que todos los niños aprenden un sinfín de actividades, desde cocinar hasta valorar la indumentaria”, agregó.
Por otro lado, remarcó que los jugadores no perciben ninguna retribución económica por representar a la institución. “Ellos no cobran sueldo, tampoco por el sánguche y la coca. Siento que forjamos un gran sentido de pertenencia a la ciudad”, comentó, antes de ir más a fondo en la cuestión. “Hay muchas dificultades a las que tenemos que sobreponernos para poder jugar este torneo. Pese a todo, siempre intentamos brindarle lo mejor dentro de las posibilidades que tenemos. Cada vez se pone más cuesta arriba, pero seguimos luchando”, sentenció.