Crisis en el transporte: los ómnibus, entre servicios reducidos, suspensiones y cesantías

La Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) resolvió sostener esta semana las medidas de emergencia adoptadas por la crisis económica que atraviesa el sector, con servicios reducidos en el ámbito de la Capital y suspensiones y cesantías entre el personal.

En paralelo, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán dio curso a los trámites administrativos para avanzar con posibles sanciones por la disminución en la frecuencia de las unidades; y la Unión de Tranviarios Automotor (UTA), en reunión de delegados, expresó su rechazo contra las disposiciones de los empresarios.

Aetat comenzó a operar bajo la modalidad de “servicio de emergencia” el viernes pasado, luego de un comunicado emitido por su presidente, Roberto Orell, y por su secretario general, César Atim.

Los empresarios indicaron que se encuentran “ante la imposibilidad de hacer frente al costo real del servicio público de transporte de pasajeros”. Advirtieron sobre la “imprevisibilidad” que afecta al sector respecto a los subsidios que debe enviar la Casa Rosada, y a “la asimetría en las compensaciones tarifarias nacionales”. A la vez, pusieron el foco en “el aumento de los insumos de la actividad”, como el gasoil y los repuestos”; y anticiparon que están en curso paritarias nacionales con pedidos de aumento “imposibles de asumir”.

En esta primera etapa, la reducción de los recorridos alcanza sólo las 14 líneas urbanas de la Capital. Pero esta disposición podría extenderse en los próximos días al resto de los municipios del interior de Tucumán.

Jorge Berretta, vicepresidente de la entidad empresaria, explicó a LA GACETA que se trata de “una medida no deseada”, que incluye “suspensión de personal y algunas cesantías”. “Es lamentable, pero no tenemos respuestas ni soluciones”, aseveró. Además, rechazó que se trate de una decisión de carácter “extorsivo o especulativo”. “Los ingresos no alcanzan ni siquiera para cubrir los costos del gasoil. Esto es estirar la agonía. Si no hay múltiples medidas en favor del transporte, va a ser muy difícil que en febrero lleguemos todas las empresas de pie”, sostuvo.

Berretta recordó que el sector se sustenta a través de dos vías: compensaciones (subsidios estatales, en la actualidad girados por la Nación y la Provincia) y tarifas (reguladas por el Concejo Deliberante y abonadas por el usuario). En esa línea, insistió con que, en otros distritos del país, los municipios “aportan al sistema para poder mantenerlo”. Y mencionó los casos de Mendoza, Rosario y Córdoba, entre otros. “Es un problema económico y financiero que arrastramos desde hace mucho tiempo. Hemos puesto nuestro esmero, endeudamiento y sacrificio, pero no hay margen para más”, expresó.

Rechazo y controles

El viernes, tras la asamblea de delegados, UTA rechazó las suspensiones y los despidos comunicados por las empresas. El gremio liderado por César González se mantiene en alerta, debido a que la reducción en los servicios tendría un fuerte impacto en los haberes de los choferes. Por ello, si bien advirtieron que son conscientes de la situación que afronta esta actividad, los trabajadores no descartan algún tipo de medidas de protesta. “No tenemos problemas en salir a las calles”, había anticipado González días atrás, al ser consultado sobre este escenario.

Por su parte, el municipio de la Capital comenzó a enviar las notificaciones a las firmas nucleadas en Aetat por las reducciones en los servicios registradas el viernes pasado. “Todos los días que tengamos lamentablemente esta medida, nosotros vamos a estar haciendo las inspecciones, documentando las infracciones y aplicando la ordenanza 400”, había avisado el secretario de Movilidad Urbana, Benjamín Nieva.