La medida dispuesta por los empresarios del transporte público de pasajeros implica, por un lado, la reducción en los recorridos de cada una de las líneas urbanas; y, por el otro, la suspensión de choferes en la proporción en que se recorten las frecuencias del servicio de colectivos. Situaciones que generan inquietudes distintas, tanto para los usuarios, acostumbrados a este medio de transporte, como para los trabajadores del sector, que verán afectados sus ingresos.
La repercusión de la calle no tardó en llegar, respecto de la resolución. Mauro trabaja en la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, y toma un colectivo para llegar allí. Está preocupado por la situación que se está viviendo. “Tendré que salir una hora antes y ver la app para ver dónde viene el colectivo. El problema es la ida, para volver uno puede llegar más tarde a casa, sólo espero llegar a horario mañana”, anheló.
En las paradas de colectivos, algunos comparten sus reclamos y buscan socios de sus mismos problemas mientras esperan que llegue el colectivo. Son los casos de Irene, de María y de Belén, que comentan sus problemáticas diarias; sobre todo las vinculadas a los aumentos de los precios.
Irene, jubilada, le cuenta a LA GACETA que está preocupada por la situación que se está viviendo, y dice que espera que las medidas de la nueva administración de Javier Milei traigan buenas noticias pronto. Respecto de la situación de los colectivos afirmó: “No me sorprende lo que pasa. Entiendo que a todas las empresas, como a las familias, no les alcanza y están tomando medidas para poder subsistir; pero esto nos perjudica a todos. En mi caso no es tan grave, porque solo voy al médico; pero la gente que trabaja en el comercio no sé cómo hará”.
Inseguridad
María y Belén trabajan juntas -hacen fisioterapia a domicilio-. Son vecinas del barrio El Gráfico (Las Talitas) y deben tomar dos colectivos para llegar al centro de la ciudad. María no puede ocultar su enojo y comenta que la frecuencia de colectivo es lo que menos le molesta. “Me preocupa mucho más la inseguridad que vivimos en Las Talitas, y la Intendenta nada hace al respecto”, renegó.
Precisó que el solo hecho de tener que salir más temprano para conseguir un colectivo ya le da miedo. “Ir a la parada de madrugada es inseguro”, cerró.
Belén, la más jovencita del grupo, también trabaja en un boliche. Admitió que recién se entera de la medida, por medio de LA GACETA. “Estoy cansada del mal servicio que tenemos en los colectivos. Todos están destruidos y nunca llegan a horario; siempre tenemos que esperar maás de una hora para volver a casa o para venir a trabajar”, protestó. Y recalcó que espera que solucionen pronto este tema: “Además del alto costo del boleto, el servicio es pésimo”.
Inquietud sindical
El secretario de Administración y Actas de la Sociedad de Empleados y Obreros de Comercio (SEOC), Oscar Ramón Cano, expresó su preocupación por la situación que afecta en forma directa a los empleados del comercio. “Seguimos insistiendo por medio del gremio en que estamos en una emergencia total y tenemos que poner todos de nuestra parte”, señaló.
Adelantó que hoy se reunirán con directivos de la Federación Económica de Tucumán (FET) para analizar en forma conjunta qué medidas se pueden tomar por dos cuestiones. En primer lugar, para resolver la situación de cómo los empleados llegarán a sus lugares trabajos en término, para que no sean perjudicados; y por otro lado, el cambio de horario de la actividad mercantil. Actualmente, los negocios atienden al público en horario desdoblado.
“No vamos a parar hasta que consigamos el horario corrido para el sector. Hay un 40% de comercios y de servicios, como corralones y ferreterías, que trabajan de esta manera y no hay ningún tipo de inconveniente”, refirió el sindicalista.
Por último, Cano puntualizó que con el calor que se registra en Tucumán el horario corrido resulta más beneficioso para los comercios -y, por sobre todo, para los trabajadores-. “Con los aumentos que vienen, el boleto va a influir en un 20% del costo de su salario”, manifestó el dirigente gremial. (Producción periodística, Pablo Brunella)