11 Enero 2024
Las hormonas fluctúan durante el ciclo menstrual y juegan un rol fundamental en el estado de ánimo. Foto: Freepik
El ciclo menstrual puede afectar de múltiples formas a las mujeres y la mayoría de ellas coincidirá en que hay fases en las sufren cambios físicos, orgánicos y emocionales. Aunque las bases científicas sostienen que las hormonas inciden en esos aspectos, no parece haber acuerdo en torno a si lo hacen de manera positiva o negativa.
Los cambios físicos son claros: menstruación, hinchazón, sensación de pesadez, dolores de cabeza o espasmos uterinos son los síntomas más comunes entre las mujeres o, mejor dicho, personas menstruantes. Los cambios emocionales o anímicos, sin embargo, no son tan generalizados ni hay consenso en torno a qué los origina.
Las hormonas y el ciclo menstrual
Los temas en los que sí hay consenso son los que respectan a las hormonas, las cantidades en las que estas se presentan en el organismo femenino y sobre las fases del ciclo menstrual, que son cuatro:
Primera etapa
El ciclo inicia propiamente con la mnestruación en el primer día de sangrado rojo. Dura del día 1 al día 5 o 7 del ciclo, dependiendo del cuerpo de cada mujer.
Segunda etapa
Es la fase folicular en la que los niveles de las hormonas estrógeno y progesterona empiezan a aumentar progresivamente. Con una duración de entre 7 y 10 días, se puede extender hasta el día 14 del ciclo.
Tercera etapa
Aunque el más popular es el día 14, la ovulación puede suceder entre los días 14 y 16 del ciclo menstrual. Es el momento de mayor fertilidad de la persona menstruante ya que puede quedar embarazada. En caso de que el óvulo no sea fecundado, es expulsado.
Cuarta etapa
La fase lútea tiene lugar entre el día 16 y el fin del ciclo, que suele ser el día 28. Los niveles de estrógenos están disminuidos y las concentraciones de progesterona son superiores.
El ciclo menstrual y el estado de ánimo
Durante la fase lútea, por los bajos niveles de estrógeno, las mujeres suelen tener síntomas como irritabilidad, ansiedad o estados de ánimo depresivos e incluso cambios en el apetito. Durante la fase folicular, en cambio, hay un menor nivel de progesterona, por lo tanto, menos cambios de humor y menos sintomatología física también.
Entonces, durante la fase premenstrual o lútea, se puede reconocer un patrón cambiante a nivel emocional. Según un estudio realizado por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, España, durante esta etapa se hace presente "un estado de ánimo negativo y otras emociones como irritabilidad que se asocian a factores fisiológicos", es decir, los niveles de progesterona y estrógeno.
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