Imputan al cuñado del jubilado fallecido en Las Talitas

“Con 40 años de servicio, mi padre fue una persona excepcional, el único defecto que tuvo era la bebida. Yo lo que quiero realmente es que se haga justicia por mi padre; era muy bueno, todo el mundo se refirió a él como una excelente persona que trataba de ayudar a la gente, quiero que se haga justicia su Señoría”, reclamó Rubén Silverio Gutiérrez, el hijo de “Cachito” Florentino Silverio Gutiérrez, el gendarme retirado de 68 años que fue encontrado sin vida en su casa, ubicada en El Colmenar, el pasado 6 de enero a la siesta.

En el marco de la investigación del crimen, la Fiscalía de Homicidios de feria, subrogada por Carlos Sale, imputó a Juan Carlos Burriguin (40), el cuñado de la víctima. En una audiencia realizada ayer lo acusaron de ser coautor del delito de lesiones graves y fue sometido a tres meses de prisión preventiva. La Fiscalía informó que buscan a dos personas más que estarían involucradas.

El hecho se divide en dos partes. Una de ellas es el momento del ataque, que tuvo lugar el 5 de enero. La otra fue el 6 de enero, cuando “Cachito” falleció. Según explicó el auxiliar fiscal Miguel Fernández, el 5 de enero, aproximadamente a las 14.15, “Cachito” estaba en su domicilio, ubicado en Pasaje Granaderos al 100, cuando se presentaron Burriguin, junto a una mujer y a un sujeto, no identificados. “Por motivos a establecerse lo golpearon simultáneamente en la zona de la cabeza y el rostro, provocándole cinco heridas cortantes, que habrían demandado un tiempo de curación e inutilidad para sus tareas habituales superior a un mes”, dijo Fernández.

Luego del ataque, Florentino fue trasladado en una ambulancia hacia el hospital Padilla, en el cual recibió asistencia médica, pero a las horas firmó el alta voluntaria para retirarse del nosocomio. Al día siguiente, encontraron al hombre sin vida en el baño de su vivienda.

Últimas horas

Gracias al testimonio de algunos vecinos que estuvieron con “Cachito” entre el viernes y el sábado, los investigadores pudieron reconstruir qué había pasado y cómo fueron sus últimas horas de vida.

El viernes 5, cuando el hombre volvía del hospital, alrededor de las 23, se encontró con su vecina, S.G.S y le contó que aproximadamente a las 14 su cuñado, un sobrino de este y una mujer lo golpearon varias veces en la cabeza y le desordenaron la casa. “La mujer le preguntó por qué no había gritado y él señaló que estas personas le tapaban la boca y lo golpeaban. En sus muñecas tiene equimosis por lo cual revela que estaba siendo agarrado por más de una persona”, dijo el auxiliar fiscal y aclaró que S.G.S identificó al imputado.

F.M.T, un hombre que vive en el departamento ubicado al lado del de “Cachito”, le dijo a la Fiscalía que el 5, alrededor de las 14.20, habían llegado dos personas a la vivienda de la víctima. Tiempo después vio a Gutiérrez en la esquina del pasaje Granaderos y la avenida William Cross; como estaba golpeado lo llevó a su casa para higienizarlo y llamó a la ambulancia para que sea trasladado al hospital Padilla.

También contó que esa noche recibió a la víctima en su casa debido a las heridas que había sufrido. En ese momento Gutiérrez le solicitó una pastilla para dolores estomacales, F.M.T le dio comida, medicamento y le brindó un lugar para que se quedara a dormir en su casa. Al día siguiente, “Cachito” volvió a su vivienda para almorzar y horas después fue hallado sin vida.

A través de un relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona, pudieron observar que Burriguin había estado por el lugar en la hora aproximada del hecho, coincidente con lo manifestado por los testigos. “Se puede establecer que el imputado estaba en el lugar de los hechos en el horario en que sufrió los golpes la víctima; incluso fue identificado por dos personas que lo ubican por ser el hermano de quien era la pareja de Gutiérrez, María Burriguin”.

Causa de muerte

El representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) indicó que el informe preliminar de la autopsia arrojó que la causa de la muerte de “Cachito” no fueron las heridas ocasionadas por los golpes que le habría propinado su cuñado, sino que falleció por broncoaspiración de contenido gástrico. “Acá hay una ausencia de relación de causalidad y de elevación del riesgo, que lo despega al imputado del fallecimiento de la víctima”, planteó Fernández.

Sin embargo, solicitó que se impute a Juan Carlos Burriguin como coautor del delito de lesiones graves y que sea sometido a tres meses de prisión preventiva por considerar que podría fugarse y entorpecer las pericias restantes. “No hay precisión de su domicilio porque está en situación de calle. La sobrina del imputado explicó que el hombre no vive en el domicilio aportado, por que tiene consumo problemático de drogas. Hay tres vecinos que señalan directamente al imputado, él sabe dónde viven y podría interferir para que no declaren en un juicio. Aún falta identificar a dos personas más, peritar el celular, realizar hisopados a las prendas que llevaba el imputado en el momento de la detención y una comparación genética”, fundamentó el auxiliar.

La querella, representada por el abogado José María Ledesma Costas, no se opuso a la medida cautelar pero adelantó que quizás luego del informe oficial de la autopsia podrían solicitar una formulación de cargos diferente a la planteada por el MPF. La defensora, Mirta Mariana Santillán, tampoco se opuso a la preventiva, pero propuso que sea por el plazo de 45 días. Además dijo que están dispuestos a arribar a una salida alternativa.

Finalmente la jueza Valeria Mibelli resolvió hacer lugar al pedido de la Fiscalía y dispuso que Juan Carlos Burriguin quede bajo prisión preventiva por los próximos tres meses. 

(Producción Periodística: Micaela Pinna Otero).